Hay mucha gente crítica con si seguir o no financiando Tesla Motors. Bien es cierto que Elon Musk tiene un número de seguidores inmenso, pero dentro del mundo tecnológico y empresarial ha recibido críticas, entre ellas de Wozniak. Hoy quiero dar mi opinión al respecto, que complementaré con este artículo de mi Medium: https://medium.com/@sofiarincon.artandmath/why-we-need-tesla-cars-96dd092ac85f
Obviamente yo soy una noob en este mundo, apenas acabo de empezar a estudiar matemáticas e IA, pero lo bueno es que como llevo toda mi vida con el estudio de la filosofía, comprender los fundamentos de ambas no es complicado. Además, no olvidemos que la base de la matemática y la informática es la lógica, rama de la filosofía de la que soy profundamente entusiasta desde hace años, por lo que mi forma de ver ahora mismo esta cuestión va más encaminada a la formación de nuevas estructuras de pensamiento (algo fundamental para estas dos ramas científicas).
Los proyectos de Elon Musk me parecen sumamente curiosos porque sus grandes proyectos tienen un enfoque innovador en el sentido más puro de esta palabra tan manida. Hoy en día es muy corriente escuchar la palabra «innovación», todo el mundo la usa, y en la mayor parte de los casos no se trata de innovación real sino de llamar de otra manera a algo que ya se hacía con anterioridad. Los proyectos que propone Musk son innovadores porque llevarlos a cabo implica crear necesariamente nuevas formas de jugar con el pensamiento lógico que sustenta las bases de la tecnología, y esto es sumamente interesante.
Tan interesante como arriesgado.
Y es que es comprensible que cosas tales como mandar un coche a marte o crear coches que conduzcan solos sean apuestas que a muchos seguramente les eche atrás o que las consideren hasta absurdas, pero cualquiera que sepa qué es lo que sostiene la creación de programas sabrá lo mucho que supone en términos de tecnología llevar a cabo hazañas así. Financiar esta clase de empresas es sin duda algo tan útil como financiar un cerebro privilegiado, pues las ideas y el ser capaz de desarrollarlas es lo más importante que hay tanto a la hora de divertirse con el conocimiento como de lucrarse de él.
La gente no «cree» en las máquinas, porque le parecen tontas, y bueno, no se equivocan demasiado pues éstas sólo pueden ejecutar órdenes, pero poner a los seres humanos por delante de ellas cuando se trata de desarrollo es poco menos que estúpido si se quiere una evolución tecnológica. Es decir, si no estamos dispuestos a dejar en manos de las máquinas algo tan «»»»simple»»»» como ir en coche de un sitio a otro, ¿Cómo vamos a asimilar el futuro? No expongo nada nuevo al decir que dentro de relativamente poco la mitad de los puestos de trabajo serán de índole digital. La masificación absoluta de los productos ordinarios y de la vida cotidiana y sobretodo el preponderante concepto de «comodidad» implican necesariamente la automatización progresiva de todo lo que sea posible automatizar. Defender el transhumanismo, el posthumanismo o cualquier corriente que implique la digitalización de la vida humana (en la medida que sea) y no defender que se financie Tesla Motors u otros negocios de esta índole (con buena base teórica y cerebros a su disposición, obviamente) es contradictorio.
Puede que a muchos de mis lectores les sorprenda, pero yo sí que defiendo que el futuro de la humanidad está encaminado al transhumanismo. Pero de eso ya hablaré más adelante.