La Burbuja Catalanista

La farsa independentista catalana, tal y como se está desarrollando, se está convirtiendo en un vodevil frenético espantosamente ridículo, un ridículo que nos abochorna a los españoles en la medida en la que quienes la protagonizan son españoles. Viéndolo a través de la lente de un extranjero lo más que podemos experimentar es vergüenza ajena. Podríamos sentir un desgarro interior. ¿Deberíamos considerar a ese grupo de lunáticos que viven en una burbuja de opinión, mentiras, autoengaños y mitología como compatriotas? ¿No deberíamos darles la razón, condescendientes, y decir: “sí, son catalanes, y así son los catalanes”? No. No podemos, no debemos. No podemos ni debemos porque del mismo modo que cuesta reconocerlos como españoles también debería resultar difícil considerarlos catalanes, habiendo tantos y tantos catalanes que merecen toda nuestra consideración, respeto e incluso admiración.  No es cierto eso de que Cataluña no es España. Lo que si es verdad es que la Cataluña de la burbuja independentista no es ni España ni Cataluña, sino otra cosa, que flota ahora en un aire turbio y enrarecido. Se mueve entre los alrededores de la sede de la Unión Europea, donde mendiga oídos y signos de aprobación para su cada vez más absurda y, ay, quijotesca causa, los espacios cerrados de las cárceles madrileñas, y el suelo de la tierra prometida dónde las tropas de vándalos dañan todavía más el tejido económico de Cataluña para rematar la faena…y Olé.

Los tíos de la Vara

La burbuja Catalana se mantiene suspendida con un gran bullicio en su interior, llena de alcaldes que parecen, con sus bastones de mando, el tío de la vara versión payesa, aclamando a un líder fantasmal e histriónico que no tiene autoridad, ni reconocimiento y que, en su delirio final, ve dictadores y fusilados de hace casi un siglo por todas partes.

Definitivamente no es preciso mirar a través de la lente del extranjero al interior de esa burbuja llena de extraños especímenes políticamente patógenos. Mientras su esférica forma, acorde con las ideas cerradas y circulares de quienes la habitan, se dirige hacia el inevitable final de toda pompa lanzada al viento, uno se pregunta cómo ha sido posible todo esto, tan absurdo, tan risible, tan patético, tan contrario a toda lógica y sentido del gusto, del ridículo y de la decencia.

Germanico
Germanico

No hay aprendizaje sin error, ni tampoco acierto sin duda. En éste, nuestro mundo, hemos dado por sentadas demasiadas cosas. Y así nos va. Las ideologías y los eslóganes fáciles, los prejuicios y jucios sumarios, los procesos kafkianos al presunto disidente de las fes de moda, los ostracismos a quién sostenga un “pero” de duda razonable a cualquier aseveración generalmente aprobada (que no indudablemente probada), convierten el mundo en el que vivimos en un santuario para la pereza cognitiva y en un infierno para todos, pero especialmente para los que tratan de comprender cabalmente que es lo que realmente está sucediendo -nos está sucediendo.

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10 comentarios

  1. Mi pronóstico:
    -Lo único que le queda claro al nacionalismo es que no volverán a declarar ninguna independencia en los próximos años. Que eso es tocarle los c. al que mande en Madrid, obligándolo a actuar, y aunque sea «suavemente», hace pupa personal (los demás nunca han importado). Además, tampoco en la UE están por la labor, no sea que se le alborote el gallinero (que si Alemania hubiera querido, Cataluña sería independiente. Le sobra capacidad porque España es un país endeudado hasta las orejas).

    A parte de lo anterior tenemos dos escenarios tras el 21D.

    a.- Gana el independentismo. Todo seguirá igual. De hecho casi nadie se ha movido de su puesto (salvo los currantes de a pie que se han quedado sin subvención, como los del Punt Avui, ANC, OMINUM, etc., que se han ido al paro, y que irán volviendo). Salvo hablar de independencia en serio, seguirán haciendo lo mismo (en el fondo es lo que quieren). Los encarcelados saldrán elegidos, se les dará la libertad condicional, e irá pasando el tiempo. Alguna vez, quizás, pasarán por los juzgados, pero con poco efecto. Todo sea por la paz. Los constitucionalistas de Cataluña marginados como hasta ahora. Los niños hispanohablantes, educados y adoctrinados en catalán.

    b.- Ganan los otros (con los comunitarios y podemitas para que salgan las cuentas, e incluso, con mucha suerte, sin ellos, da igual). Iceta presidente sí o sí (eso ya tiene que estar pactado, y me han llegado rumores,bien fundados, de que fue condición para el apoyo del PSOE al 155). Arrimadas sólo lo será si PP+C’s suman, algo imposible. Con Iceta de presidente sólo parecerá que algo cambia, pero en el fondo nada. El PSC es más nacionalista que la antigua CiU, y ya se ha infiltrado de Unió (aunque ya tenía suficientes nacionalistas dentro). El PSC ha sido la quinta columna, la palanca que hizo posible la «nacionalización» de los inmigrantes. La inmersión seguirá siendo tabú intocable, y algunos cargos altos, pero secundarios, cambiarán de culo nacionalista, con alguna inserción de PP y C’s, pero nada más. C’s ya hace años que ha sido obligado a callar sobre la inmersión, y otros temas por el estilo, a cambio de que se le trate bien desde alguna prensa (por ejemplo El País). Los políticos presos se pasarán algun tiempo más en la cárcel (único consuelo). Se guardarán un poco mejor las formas pero se seguirá incubando el huevo de la serpiente. Los constitucionalistas de Cataluña marginados como hasta ahora. Los
    niños hispanohablantes, educados y adoctrinados en catalán. Eso no se toca.

    O sea igual. Lampedusa de nuevo. Todos los gobiernos centrales han demostrado que los constitucionalistas catalanes (o vascos) sólo son moneda de cambio.

    Un ultimo punto: ya se ha visto que los indepes mienten como bellacos. Que se han apuntado al todo vale y que no tienen conciencia. La última de sus mentiras que quedaba por demostrar es que el nacionalismo es una reivindicación de abajo a arriba. Si así fuera, la «huelga general» del pasado miércoles, 8-11, hubiera sido masiva, pero no sólo eso, las detenciones de sus políticos hubieran provocado tumultos, pero no ha sido así. Mi opinión es que el nacionalismo catalán es de «salón», bienvenido mientras sea gratis y nos aplaudan. Ni hablar de ello si hay que sacar la cartera. No hay más que ver la cobardía de sus líderes cuando les toca pasar por caja. ¡Dan asco!

    Ahora a ver que hace el tiempo con mi pronóstico.

    • Los posibles escenarios que planteas son desoladores. Pero tal y como están las cosas ahora resulta difícil albergar buenas esperanzas.

  2. No hay que preocuparse. Dastis ya ha dicho en la BBC que les van a poner cómodos, ósea, que les vamos a invitar a Comer en restaurante de lujo, y después a Champan y Mujeres. Se está discutiendo si también tendrán derecho a echarnos el aliento en la nuca. Parece que ahí Mariano se está mostrando enérgico e insiste: «¿Para que se creen esos que he puesto el 155? Por eso, porque por el … te la hinco»

  3. Gracias, muy bien el artìculo, no estallara jamas, los catalanes son como el alacran, es su condicion, sabe de historia mas que yo seguro, yo recuerde, revueltas, 1485 o poco posterior, 1640,1700, tres guerras carlistas en el XIX, semana tragica, directoria, Macia, Companis, sus guerras civiles en la del 36, Orwel en su obra, ena semana en barcelona 4 grupos en una plaza se disparaban unos contra otros, una semana, y ya sabe cuando Franco enfilo hacia Cataluña salieron como los vascos, la burguesia con sus dineros huida y en España con Franco. Alacran

    • El futuro es incierto y el pasado interpretable. ¿Dónde están las tendencias que podamos señalar como razonablemente fiables? Esta burbuja de ahora tiene todos los visos de estallar, pero el nacionalismo catalanista no va a desaparecer, ni mucho menos. Esperemos que una adecuada gestión de esta crisis nos de al menos algunos años de tranquilidad en ése frente. Nunca se sabe, no obstante: a lo mejor entramos en una espiral de despropósitos y todo va de mal en peor o de repente el nacionalismo catalanista, por razones ahora desconocidas, empieza a perder apoyos y fuerzas y se convierte en un asunto irrelevante de la agenda política.

  4. Los indepes están perdiendo fuelle: la huelga de hoy es un completo fracaso.
    Los piquetes indepes, cortando carreteras y vías férreas ante la pasividad/complicidad de la policía autonómica, además de demostrar el fracaso de su movilización, están puteando al catalán de a pié que cada vez está más harto de toda esta pandilla de fanáticos, como lo estamos todos a los que nos toca la china de que los que protestan por algo (con razón o sin ella) lo hagan sistemáticamente a base de putear al resto de ciudadanos.

      • ¡ Que los dioses les oigan ! Y, ya de paso, que desaparezca también el secesionismo vasco.

        • Creo que la verdadera Arcadia Feliz sería la desaparición de las Arcadias Felices, que no son más que «Arcadas de Perdices»…..por eso del «fueron felices y comieron perdices».

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