Rajoy es el causante de todos los males en España. Rajoy es el responsable de la reforma laboral más espantosa de la historia de la democracia. Rajoy es el presidente de un partido corrupto. Rajoy es el responsable de que la Seguridad Social tenga un déficit de 11.000 millones más en relación con 2011. Rajoy tiene la culpa del paro. Rajoy tiene la culpa del aumento de las desigualdades. Rajoy gobierna para los amigos. Rajoy es responsable del sufrimiento de los españoles. El mismo Pedro Sánchez ha resumido la legislatura de Rajoy en «paro, desigualdades y corrupción«. La consecuencia de todo esto es lo que ha dicho Pedro Sánchez: Que no van a apoyar a Rajoy.
Rajoy lo ha ofrecido todo: Una reforma Constitucional, cargarse la reforma laboral, un gobierno corto… Y le han dicho por activa y por pasiva que NO. Rajoy ha hecho números, y resulta que la única opción para gobernar pasa por pactar el PSOE. Y en el PSOE le han dicho desde el primer día que no. Habida cuenta de la situación, se debía deducir que Pedro Sánchez debió haber estado negociando con los diferentes partidos sus posibilidades de Gobierno. Rajoy, en consecuencia, se ha apartado a un lado. ¿Qué tenía que haber hecho que no haya hecho ya? ¿Salir corriendo desnudo por la calle?
Oigan. Que Rajoy decline la oferta de su Majestad el Rey de intentar su investidura como Presidente del Gobierno debería ser motivo de celebración de todos los españoles. Debería de haber una fiesta en las calles similar a cuando España ganó el mundial de Sudáfrica. Por fin tendremos una alternativa de izquierdas que ponga fin a los destrozos perpetrados por Mariano Rajoy y el Partido Popular.
Por ello, no entiendo las críticas de toda la prensa a la maniobra de Rajoy. Los editoriales de El País y El Mundo coinciden en que España necesita un Gobierno estable, y para ello hay que darles más tiempo a Pedro Sánchez, a Pablo Iglesias y a los independentistas para que lleguen a un acuerdo. Para estos medios (y otros muchos), un pacto PSOE-PP es peor, aunque sea más plausible en términos ideológicos, legales, económicos y de tiempo. No debería de ser tan difícil que el resto de partidos se pongan de acuerdo para llegar a un programa en común que ponga fin a estos problemas. Insisto en que, en Alemania, los partidos políticos se ponen de acuerdo en 4 días para encontrar puntos comunes a sus ideas. El no encontrarlas responde a problemas de fanatismo o imagen mediática. Descuiden: yo apuesto a que este fin de semana se define casi todo.
Tal vez el problema sea que ahora mismo todos los focos mediáticos se van a centrar en Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, los independentistas, y sobre todo en cuántas libertades deberemos ceder respecto de Podemos y cuánto de España a los independentistas hasta que se llegue a un acuerdo que muy probablemente nos sea perjudicial. Si, al contrario, fuera tan bueno para España, todos los aludidos estarían encantados con la decisión de Rajoy, ¿verdad?
Mención especial para Ignacio Escolar por su artículo pidiendo la dimisión de Rajoy. En el hipotético caso de que al final no se llegara a un acuerdo entre PSOE, Podemos y los independentistas, ¿no deberían Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y demás presentar su dimisión?
La estrategia de Rajoy es transparente: quiere que pase primero Pedro Sánchez, que se estrelle, que le maten en el PSOE y pactar su investidura con el que llegue más tarde. Su táctica para ayudar a este fin consiste en demonizar a casi un tercio de los españoles –a todos aquellos millones que votan a Podemos o a los nacionalistas– para eliminarles de cualquier acuerdo de Gobierno y así torpedear la investidura de Sánchez. Como Rajoy no puede pactar con ellos, quiere aislarles tras un cordón sanitario, como se hace en Francia con Le Pen o se hizo durante años con Batasuna.
Si esto es cierto, lo que tenía que haber hecho Pedro Sánchez era pactar directamente con Rajoy y ahorrarnos el circo al que nos vemos sometidos. Pero no, el problema es que los españoles podríamos ser algo más conscientes de las consecuencias de su voto. Pues vale.
Y, a propósito: el cordón sanitario se lo están aplicando 14 partidos, no ya al PP o a un tercio de los españoles, sino a la forma de pensar que tiene la inmensa mayoría de los españoles.
Don Manuel:
He estado con una bronquitis feroz, fiebrón, antibióticos, y sin poder comer nada, que el estómago me lo rechazaba todo, y con la cabeza más p’allá de lo normal en mí, así que, he venido a leer pero no me he atrevido a escribir.
Sólo decir, ahora que lo peor parece haberse pasado, que estoy totalmente de acuerdo con usted, en que Rajoy ha hecho muy bien en apartarse, de momento, pero sin renunciar ni dimitir.
Y que me ha hecho ilusión ver sus últimas entradas aquí en DEE, que me chocaba su ausencia, y me preguntaba qué habría sido de usted. Ahora ya sé que está de vuelta en España; en Andalucía para más señas, y le deseo lo mejor en este su regreso a casa…
Muy apreciada señora Viejecita,
lo primero, mejórese de esa bronquitis.
Lo de mi vida… es extraordinariamente complejo de explicar. Soy un «blogger bulímico». Puedo estar dos meses sin escribir nada y en una semana escribir cinco artículo.
Rajoy es un tío bastante más listo de lo que parece. Es un socialdemócrata muy incompetente para resolver problemas de corrupción (no digamos ya internos)… pero es un tío bastante más inteligente y capaz de lo que suelen decir las mofas.
Si es que es de cajón. Rajoy sólo puede aspirar a gobernar, o con el apoyo, o con la abstención de, o el PSOE, o la amlagama de antisistema y separatas. Los segundos no se van a abstener, jamás. Y es lo suyo, porque iría en contra de su esencia. Si Pedrito se pone en plan de que no han nada que hacer, y no es no … pues nada, majo; pasa tú, que a mi me da la risa.
Lo que no entiendo es cómo nadie podía esperar otra cosa.
Totalmente de acuerdo, a mi me despistó el jueves cuando anunció que «se presentaba» para disipar los gimoteos durante la semana de Ferraz con que «es el tiempo de Rajoy», «no puede evadirse de su responsabilidad», etc… El show de PI quedándose con la esencia del Gobierno (toda la Inteligencia y comunicación del Estado), y Snchz babeando por vivir en la Moncloa por encima de cualquier otra consideración, creo que ha puesto a Rajoy en unas circunstancias en las que lo mejor que podía hacer es sacarse la chorra y echarles una meadita. Y es lo que ha hecho, y yo me congratulo con ello, yo hubiera hecho lo mismo: que se cuezan en su propia sopa de unicornios, y si acaso llegan al poder, empezar a preparar una moción de censura cuanto antes… Pero vamos, en lo inmediato, sólo por ver a las «fuerzas de progreso» lamiéndose las heridas, ya ha merecido la pena la jugada 😀
Leyendo a la gente independentista, tienen muy claro lo que quieren: Referéndum para la autodeterminación a cambio de pactar la investidura de Pedro Sánchez, y no pueden porque el PP controla el Senado. La única alternativa que le queda a Pedro Sánchez es que Podemos pierda fuerza para las próximas elecciones, y no hay visos de que la cosa vaya a cambiar. Salvo para el PP, claro.
«Que se cuezan en su propia sopa de unicornios» Esa me la apunto, jejejeje.
Pienso igual, creo que Rajoy simplemente le ha dado una pistola a Pedro Sanchez para que juegue a la ruleta rusa y le haga la faena.