La causa de los éxitos o de los fracasos económicos de los países son siempre culturales. Al final lo que cuenta es cómo piensa la gente que debe funcionar la economía. Aunque la realidad siempre se acaba imponiendo y lo que (algunas) personas piensan que debe ser no puede ser y finalmente no es.
Hace unos días leí este artículo . El autor se supone que es una persona inteligente y con una elevada formación, pero sus razonamientos económicos oscilan entre lo absurdo y el cinismo más descarnado.
El sr. González se muestra preocupado…
“… por el empeoramiento del ejercicio de la Odontología, provocado principalmente por el exceso de dentistas.”
¿Qué tiene que ver el empeoramiento del ejercicio de la Odontología con el exceso de dentistas?
¿Existe realmente un exceso de dentistas?
El dianostico del odontólogo es este:
«En la última década, la población de dentistas en España ha aumentado un 59%. Fijémonos en nuestro caso más cercano, ¿saben cuántos dentistas ejercientes tiene actualmente esta región? Alrededor de 650, es decir un dentista por cada 1.540 habitantes aproximadamente, una cifra que desde luego no se adecúa a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que aconseja la existencia de un profesional por cada 3.500 ciudadanos.»
Yo siempre pensé que las recomendaciones de la OMS eran de mínimos, es decir que, por ejemplo, la OMS recomienda que al menos, haya un dentista por 3.500 habitantes pero no que ese fuese el número máximo recomendable.
Continúa el presidente del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Asturias:
«Los datos reflejan un claro desequilibrio entre la demanda y semejante oferta, y la conclusión es una realidad ya más que palpable: un detrimento en la calidad del servicio, inducido en su mayor parte por una salvaje y desmedida competencia, junto con las actuales formas organizativas del sector, y un rápido y dramático aumento del desempleo y de la precariedad laboral para los nuevos dentistas.»
¿Qué datos? ¿Son demasiados 650 dentistas para 1.050.000 personas?
Pero el sr. González hace un asombroso razonamiento: el servicio odontológico empeora debido a “una salvaje y desmedida competencia”.
Imagínense cualquier sector ¿De verdad puede alguien pensar que en un sector donde exista “una salvaje y desmedida competencia” los que venden un servicio van a empeorarlo?
Imagínense a los directivos de Mercadona, como están librando “una salvaje y desmedida competencia” con Carrefour, se reunen y deciden que lo mejor es bajar la calidad del servicio a los clientes: dejar que las tiendan se ensucien, dar alimentos en mal estado, no reponer la mercancía, formar colas en las cajas… y así se harán con un mayor hueco en el mercado.
Desde luego esa idea no se le ocurre ni al que asó la manteca.
Y sin embargo nuestro dentistas la repite una y otra vez:
“Esta situación repercute directamente sobre la calidad de las prestaciones y puede conllevar, a través de la mala praxis, consecuencias nefastas para la salud de los asturianos, haciendo peligrar la excelente calidad asistencial odontológica que actualmente se presta.”
“A nivel nacional el dato también es desorbitado. Ya hay más del doble de los dentistas necesarios.”
Pero ¿Realmente hay tantos dentistas? ¿Pueden sobrevivir todos ejerciendo su profesión?
Voy a echar unas cuentas.
Sueldo del dentista… 40.000 €/año
SS dentista….. 10.000 €/año
Coste local + electricidad + agua + teléfono + internet 10.000 €/año
Sueldo enfermera…. 15.000 €/año
SS enfermera…. 5.000 €/año
Aparatos odontología.. 1.500 €/añoTotal… 76.500 €/año.
Y si dividimos 76.500 € entre 1.500 pacientes nos da… 55 € por paciente y año.
Si cada dentista cobrase 25 € por revisión y realizase dos revisiones al año a cada paciente, ya sacaría 50 € por paciente, es decir ya casi cubriría gastos.
Pero un dentista también hace empastes, endodoncias, coronas, ortodoncias, coloca implantes y dentaduras postizas…
Si realizase un empaste o una corona por cada cinco pacientes y año y a un coste medio de 75 € ya se sacaría otros 15 € de media por paciente.
Es decir hay trabajo de sobra… si lo que se pretende es cobrar 40.000 euros al año. La cosa cambia si lo que se pretende es cobrar 80.000 € al año, puede que ese sea el verdadero problema del “nuevo modelo”, por lo menos para los odontólogos ya establecidos.
Parece que los dentistas tienen un concepto de lo que «debe de ser su salario» y si ganan menos parece que ya no están obligados a realizar una buena praxis. No debe sorprendernos la idea porque hace poco salió publicada la carta de un presunto funcionario que decía que como cobraba menos iba a trabajar menos.
Yo entiendo que a nadie le gusta que en el barrio se abra otro negocio ofreciendo los mismos servicios que el tuyo, pero tratar de impedirlo por la fuerza sólo puede hacerse desde la más brutal de las codicias.
Y haciendo incapié en el “exceso de dentistas”, 1 dentista por cada 1.500 habitantes y con una jornada media de 1.500 horas anuales da para dedicar 1 hora a cada paciente por año. Tampoco es mucho.
Aplicando los números del sr. González (1 dentista por cada 3.400 habitantes) cada dentista solo podría dedicar 25 minutos al año por persona. Supongo que será un nuevo método para cuidar al paciente: dedicarle el menor tiempo posible.
Pero el sr. González y su Consejo General de Dentistas tiene su solución:
“Desde el Consejo General de Dentistas, y concretamente desde este Colegio, insistimos en la necesidad de que se instaure un númerus clausus para limitar el número de alumnos que cada año se matriculan, además de limitar el incremento de facultades a nivel nacional, lo que está generando un dispendio de recursos y gastos.”
Imagínense que la asociación de empresarios de estaciones de servicio de gasolina propusiese limitar el número de gasolineras para “mejorar el servicio”.
Y sin embargo la actitud de querer limitar el número de competidores en un negocio es algo normal. Unos como los dentistas, los farmacéuticos o los taxistas lo defienden más descaradamente, en otros sectores se llega a acuerdos bajo manga para fijar precios, cantidades, formatos y otras características de los productos. A cualquier empresario le encantaría limitar la competencia y la oferta… para fijar los precios y ganar más dinero.
Pero incluso entre los consumidores tiene mucha popularidad la teoría de los “precios depredadores”. Es decir que si una empresa baja los precios lo hace para expulsar a la competencia fijando esos precios por debajo del coste… para luego una vez conseguido el monopolio subir los precios.
La idea no es solo popular entre el público sino que también les encanta a los burócratas de la UE. Aunque luego en la práctica nunca se haya demostrado que una vez bajados los precios vuelvan a subir. Como se dice en el artículo:
«… las investigaciones empíricas han revelado que a lo largo de toda la Historia y en época tan lejana como la de la causa judicial contra la Standard Oil a comienzos del siglo XX la mayoría de los casos de supuesta «política de precios depredadora» han sido, en realidad, casos de eficiencia superior.«
El caso de Ryanair es paradigmático, en vez de ver comentarios favorables a la empresa por hacer que los viajes en avión sean asequibles a la gente de bajos ingresos, hay una auténtica campaña contra ella, llegando a acusarla de poner en peligro la seguridad de los aviones.
También es cierto que Ryanair y otras compañías low cost están barriendo del mercado a las tradicionales compañías de bandera: las elecciones de la gente demuestran que Ryanair está satisfaciendo las demandas de la gente. Pero cuando uno lee los comentarios de presuntos empleados de IBERIA en los foros parece que el único problema es que los empleados de Ryanair o Vueling cobran “poco”.
La teoría de los precios depredadores también tiene fans fuera de España, por ejemplo la ministra de Cultura francesa.
Volviendo al tema de los dentistas, el cinismo y/o la ignorancia que exhibe el sr. González es notable:
«Además cabe señalar que el nuestro es uno de los países con menor demanda de servicios odontológicos. La población cada vez acude menos a hacerse sus chequeos o exploraciones, probablemente debido a la inexistencia de financiación pública de las prestaciones sanitarias odontológicas. Según datos de la última Encuesta Nacional de Salud, sólo un 37% de la población acude al dentista con una periodicidad inferior al año. Es evidente que el número de dentistas aumenta mucho más rápido que las necesidades de tratamiento de la población, a la vez que el número medio de visitas por dentista se reduce drásticamente.»
Nuevamente el mito que lo que paga el Estado lo pagan los extraterrestres. Si el Estado financia la asistencia odontológica integral a la población ¿Qué impuesto se creará y/o subirá para financiar al Estado? ¿Como puede una persona inteligente pensar que el Estado puede financiar algo sin que afecte a los ingresos de la gente?
Sin embargo la idea del sr González tiene sentido si es para favorecer su codicia y la de sus compañeros:
1.- Los dentistas controlan el número de personas que pueden acceder a la profesión.
2.- Una vez controlada la oferta ya pueden controlar los precios.
3.- Pero ¿qué ocurre si la gente no quiere o no puede pagar los precios de los dentistas? Pues nada, interviene el Estado obligando a la gente, mediante impuestos, a pagar a los dentistas los precios y salarios que ellos quieren. Y todo por el bien de la gente, faltaría más.
Y en efecto el dentista del artículo concluye:
“Estamos viviendo y sufriendo un nuevo modelo de la práctica profesional que no está teniendo en cuenta el valor principal y fin último de esta profesión, la salud del paciente, y por ello merece la pena que se sienten las bases de una nueva regulación.”
Que haya “demasiados” dentistas perjudica la salud del paciente y eso requiere más leyes para remediarlo. Sin comentarios.
Los beneficios del libre mercado.
El sistema de libre mercado está orientado a satisfacer las necesidades de la gente, porque esa es la única manera de ganar dinero sin tener que coaccionar a la gente.
Las necesidades de la gente no se satisfacen fabricando dinero, ni con regulaciones que impidan aumentar la oferta. Las necesidades de la gente se satisfacen produciendo bienes y servicios… y bajando los precios para que sean asequibles al mayor número de personas posibles.
El sistema capitalista es incompatible con la defensa de los intereses particulares mediante la coacción. Capitalismo no es cronycapitalism, es lo contrario.
En España todavía está arraigada la idea de que los salarios y los precios deben de ser “justos” y estar “regulados”. Pero debajo de esa idea lo que hay es una egoísta defensa de los intereses particulares.
En España la gente está obsesionada con “la demanda” cuando el problema siempre es la oferta. Por ejemplo si queremos satisfacer las necesidades sanitarias de la gente lo que hay que hacer es permitir que la gente estudie medicina, enfermería, farmacia, que se construyan hospitales, centros de salud… y que la competencia abarate los precios para hacerlos asequibles a la gente. Pero en España la idea es que no haya mucha oferta para mantener los salarios de los empleados sanitarios altos y la “calidad del servicio”… y luego exigir al Estado “recursos”, es decir dinero, para que la gente “no tenga que pagar” por la sanidad.
La manera de que una sociedad prospere es hacer que las cosas sean asequibles para el mayor número de personas posible. La defensa de los intereses particulares solo puede hacerse a costa de perjudicar a los que no están bajo el amparo de las leyes.
No se pueden defender los intereses particulares de un grupo sin tener que perjudicar al resto. La idea de que se puede defender los intereses particulares de todos los grupos a la vez no es más que una falacia.
Los dentistas defienden su negocio limitando el acceso a la profesión para mantener sus salarios altos. Los albañiles defienden su negocio limitando el acceso a su profesión par mantener sus salarios altos. Las dependientas de los supermercados defienden su negocio… Vaya, ahora todos tienen “salarios altos” pero, como la oferta se ha limitado, los salarios altos traerán precios altos y luego ¿qué? ¿subimos los salarios otra vez para que no se pierda el poder adquisitivo?
La salida de la crisis pasa por abrir el mercado, por ofrecer más bienes y servicios, por abaratar precios, en definitiva por competir y no por pedir que el Estado proteja “lo mio”.
Ante todo un saludo a los españoles y quiero comentar esto porque soy odontólogo y viviendo en sudamérica se perfectamente el camino por el cual transita el sector odontológico. Primero que nada en Montevideo somos 1 odontólogo cada 450 habitantes y la mayoria de la gente se fue al sistema mutual abandonando la odontologia particular. No tenemos trabajo. Eso en Uruguay; porque en Chile hace 10 años habían 3 facultades de odontología y ahora hay 34!!!! y 1 de cada 3 odontólogos está cesante. En Colombia hay 16.000 dentistas que no pueden ejercer. Una realidad parecida hay en Perú y en México. Los precios de nuestros trabajos han bajado enormemente y es imposible pagar todos los impuestos nuevos que ha colocado la administración del frente amplio (el partido del pepe Mujica) en Uruguay. Muy linda la crítica que se le hace al odontólogo González y hasta parece razonable aumentar la oferta de profesionales y servicios pero no funciona. La gente sigue con miedo al dentista y no va a atenderse. La consulta inicial es gratis… ¿esperaban que la cobráramos con este panorama? y tampoco vienen a atenderse gratis. En sudamérica solo el 5% de la población va a revisarse cada 6 meses, y el 95 % restante sólo se atiende cuando le duele una pieza o le falta estética en un incisivo y lloran por precios que ya son irrisorios. APRÓNTENSE ESPAÑOLES porque la odontología transita este camino de destrucción y la población no se ve beneficiada, comprobado aquí. Con respecto a que demasiada competencia baja la calidad de la atención aunque no lo crean es verdad: los materiales que usamos son de origen europeo de los mejores y es dificil comprarlos, asi que se compran cosas de peor calidad para poder comer. La calidad en el servicio mutual y en el público es mala, se dan sesiones de 15 minutos cada 2 meses y la gente con tal de no pagarse un dentista particular se queda así… HAY QUE CONOCER EL SECTOR POR ADENTRO ANTES DE OPINAR Y SI BIEN GONZALEZ EXAGERA CON RESPECTO A LA SITUACIÓN ACTUAL LES PUEDO ASEGURAR QUE DE EMPEORAR LA SITUACIÓN del sector odontológico nosotros los sudamericanos sabemos perfectamente hacia donde se dirige todo esto y es hacia la demolición del sector en forma indefinida. Dr Gabriel Ferrera. No se duerman!!!! Acá una colega con 5 trabajos está sacando por mes unos 740 euros y no puede alquilarse un apartamento , me lo dice todos los dias.
Póngale «h» a ese «incapie», por Dios.
Lo que me llama la atención del artículo de Shermer es que, mientras él presume de haber visto la Luz gracias a su capacidad para superar los prejuicios ideológicos y sortear lo que ahora se llama, en el ámbito de la psicología, «razonamiento motivado», a mí me parece simplemente que el hombre ha resultado ser, como mínimo, un poco ingenuo, y tal vez ha sido víctima de una forma retorcida de vanidad muy propia de los intelectuales, o de cierto tipo de intelectual. ¿No habrá sacrificado, en este caso, las exigencias de rigor, prudencia y escepticismo para demostrarse a sí mismo y a los demás que él tiene unas dotes intelectuales superiores que le permiten superar sus prejuicios?
No sé qué pensarán ustedes, pero en mi humilde opinión, este señor, que lo mismo acude a un sarao libertario en Las Vegas (lleno de hooligans, por lo que se ve) que abraza con la fe del converso la Iglesia de la Calentología, me parece poco serio y un poco tarambana.
Tal vez debería tomarse las cosas con más calma, estudiar esas cuestiones peliagudas con detenimiento, y pensárselo dos, y hasta tres veces, antes de poner sus fichas sobre el tapete de la ruleta, bien sea para apostar por el rojo o por el negro.
Posible tema para una próxima entrada: el «Yo confieso» de Michael Shermer en Scientific American.
Ese sesgo cerebral de sobrevalorar los datos conformes a nuestras creencias y minusvalorar los disconformes, que todos los humanos compartimos, fue el causante por ejemplo de la monumental pifia que acabó con la carrera científica del entonces aspirante a premio Nobel, Benveniste, cuando anunció que había descubierto la «memoria» del agua (tan querida por los homeópatas como inexistente a la postre). Curiosamente fue el mago y escéptico J. Randi el que demostró el fraude.
Perdona, el link correcto es:
http://etrusk.blogspot.com.es/2013/08/la-constitucion-radical-del-siglo-xxi.html
MILL eres Grande!
https://desdeelexilio.com/2013/10/04/el-dentista-y-la-crisis/
Excelente fisking, excelente reflexión y excelentes conclusiones. Sólo la pega del primer párrafo hace una pequeña mancha que no desmerece a todo el artículo (aunque sí puede llevar a confusión).
El gremialismo no sólo es una barrera más a la actividad económica sino que suele ser la más fuerte. Sectores fuertemente regulados que suponen un peor servicio al público y una dentellada a su poder adquisitivo, son los primeros en reclamar que permanezcan y no se alteren sus privilegios.
Enhorabuena por el artículo, saludos.
Estoy de acuerdo con todo menos con el párrafo inicial, ese que dice:
«La causa de los éxitos o de los fracasos económicos de los países son siempre culturales…»
Resulta sorprendente leerlo aquí, precisamente aquí, en DEE. La causa de los éxitos o de los fracasos económicos de los paises dependen de sus instituciones políticas y económicas, del hecho de que sean instituciones inclusivas o depredadoras, por utilizar los términos empleados por Daron Acemoglu (MIT) y James Robinson (Harvard). Países que han sido partidos por la mitad y que han adoptado instituciones muy diferentes han tenido desempeños muy diferentes, aunque partieran de la misma tradición cultural.
El discurso del señor Javier González Tuñón es una reivindicación del viejo gremialismo. Los gremios fueron una de las instituciones que más se opusieron al liberalismo en el siglo XIX.
Afortunadamente, sus argumentos son falaces (incluso disparatados, como cuando apela a la OMS) y son relativamente fáciles de desmontar y refutar.
Donde he dicho «depredadoras» quería decir «extractivas». Perdón por el error.
«La causa de los éxitos o de los fracasos económicos de los países dependen de sus instituciones políticas y económicas,…»
¿Y las instituciones políticas y económicas no dependen de la cultura de la gente?
La cultura económica y política de los españoles sigue siendo garbancera, mediocre y cutre. Guerracivilismo, Madrid-Barça, cortoplacismo, antiliberalismo de campanario y buenrrollismo.
Y así tenemos las élites, por llamarlas de algún modo, que tenemos.
Tendríais que oír al profesor de Filosofía de mi hijo en Bachiller. 200 años y no entramos en la modernidad.
Este país siempre ha sido un país de «pillos»!.
Hola Mill
Lo que comentas de los dentistas, muestran una de las peores caras de la economía española, donde todo el mundo quiere que el Estado le garantice el chiringuito, protegiéndole de la competencia. A veces me ha llegado a plantear si los problemas que tienen las empresas y trabajadores españoles tienen más que ver con la alergía a la competencia que a otros factortes.
Los convenios colectivos o los aumentos de sueldo pactados en ellos por antigüedad, ¿no tiene más que ver con esto mismo que comenta usted de los dentistas?
Ah, si le sirve de anécdota, similar a esto, lo he oído yo de Arquitectura, donde el Colegio presiona a la Escuela de Arquitectura para que no salga más que un determinado número de licenciados al año. Y ahora, podemos hablar la cantidad de sectores en el que ocurre este tipo de prácticas.
¿Es extraño que la economía española se desenvuelva tan mal en un entorno globalizado?. A lo mejor, uno de los problemas es este: No somos capaces de competir sino tenemos aranceles, porque nos negamos a invertir en mejorar nuestros procesos productivos. La competencia es mu mala.
PD: Sin embargo no estoy de acuerdo con los Ryanair. Me gustaría , en todo caso, saber como le salen las cuentas con las ayudas públicas que recibe para volar a según que aeropuertos.Idem para Iberia. De Ryanair siempre he tenodo la impresión que su fortaleza, al menos en España, es saber camelarse quien le da la subvención.
En general estoy de acuerdo con las conclusiones del artículo. No obstante, decir que yo personalmente he visto como el aumento de la competencia en determinados sectores hace que disminuyan los precios y la calidad del servicio. Ryanair es un ejemplo claro. Las low costs han conseguido que en general el sector baje la calidad del servicio. Lo único que me parece injusto es que Iberia y Ryanair en la practica no compiten en igualdad de condiciones. Ryanair empezó casi desde 0, es cierto, pero puede pagar salarios bajos y despedir y contratar a quien quiera. Por no decir que disfruta de una favorable fiscalidad en Irlanda. A Iberia el gobierno no le deja bajar salarios ni despedir empleados, sin embargo si permite que Ryanair pague a un piloto la mitad que Iberia. Yo estoy a favor de regulaciones ligeras y eficientes y en algunos casos estoy a favor de que no haya regulaciones de ningún tipo. Pero los cambios hacia una liberalización del mercado deben producirse de forma paulatina y proporcionando herramientas para que los que ya estaban allí se adapten a las nuevas circunstancias. Esto seguramente también vale para los dentistas. Un saludo
Eso de que a Iberia no la dejan despedir empleados lo habrá soñado usted en una noche lisérgica, porque a mi madre la prejubilaron forzosamente… lo que viene a decir que la despidieron a costa del estado…