"Provocar una crisis"

Aparece hoy en el diario El País un artículo editorial que creo merece nuestra atención.

No voy a realizar un fisking completo, no sea que PRISA me denuncie por copiar y pegar uno de sus valiosísimos textos. El artículo de marras se titula «Provocar una crisis» y puede leerse entero aqui.

Ya el título es comentable de por sí. «Provocar una crisis» deja entrever dos conceptos fundamentales:
– existen los provocadores y se les señala con el dedo,
– «estepaís» es un mar de tranquilidad, pues la crisis ha de ser provocada.

Son las dos primeras mentiras en torno a las que se desarrolla el magnífico ejercicio de manipulación que nos presenta el diario. Los supuestos provocadores son, en realidad, los provocados, los humillados, los vejados, los desatendidos.
España dista muchísimo de ser una «zona libre de crisis». Baste con darse una vuelta por los titulares que hacen referencia a la «reordenación constitucional», al País Vasco, a Cataluña, al PHN, …

Por primera vez desde el inicio de la democracia, el pasado sábado uno de los dos grandes partidos políticos salió a la calle contra la política antiterrorista del Gobierno.

El PP no ha salido a la calle «contra la política antiterrorista del Gobierno», sino en apoyo a las Víctimas del Terrorismo.

El PP ha roto así un pacto explícito que había determinado la conducta de los principales partidos democráticos: apoyar siempre al Gobierno en la lucha contra ETA.

No es cierto. Y no lo es porque el Gobierno no lucha contra ETA, se sienta con ella a dialogar. Ya solo faltaba que desde Interior se diera orden de no detener delincuentes!

Pero además lo ha hecho de una manera vergonzante: mandando a la Asociación de Víctimas del Terrorismo por delante y montándose descaradamente sobre la condición y el dolor de éstas para desgastar al Gobierno. De una sola tacada, el PP se ha cargado las normas de solidaridad en la lucha antiterrorista y de respeto a las víctimas, que formaban parte del mínimo denominador común de los demócratas.

Cuando el PSOE y los amigos de IU mandaban por delante a sus «chicos» para destrozar sedes del PP y reventar jornadas de reflexión electoral nadie habló de «formas vergonzantes». Y lo hicieron montándose descaradamente en el dolor de los españoles tras la masacre del 11.M.
Hablan de respeto a las víctimas. Ja.

El PP, que clamó insistentemente por la unidad de las víctimas, entendió como tal la sumisión a la política de su Gobierno. Cuando el Gobierno del PSOE le ha sucedido en el poder, ha seguido pretendiendo que las víctimas eran suyas.

El Gobierno salido de las filas del PP se encargó de devolver la dignidad a las víctimas, sin exigir nada a cambio. Las víctimas no son de nadie, pero sería lógico que estuviesen más cerca de quien se ocupa de ellas que de quien les da «pecesbarbazos» día sí y día también.

Provocando de este modo una fractura y segregando a sus víctimas, las buenas, de las demás, las sospechosas.

No merece la pena gastar «teclado»: es un elemento retórico goebbeliano claro. Utilizar los errores propios aplicándoselos al de enfrente. Sobre fracturar y segregar, quien más sabe en esto de las víctimas son Peces-Barba y Manjón, la «inmanipulable».

El PP ha iniciado con la manifestación del pasado sábado una importante campaña callejera contra el Gobierno. Esta semana tiene la cita de «los papeles de Salamanca», y la siguiente, la manifestación contra los matrimonios entre homosexuales.

El PP no convocó la manifestación del día 4 y no convoca nada contra los matrimonios entre homosexuales. Más mentiras. Más sospechas.

Da la impresión de que el PP ha aprendido que la alternancia en España sólo se produce en situaciones de crisis o emergencia. Y que está dispuesto a hacer lo que sea, incluso utilizar como plataforma el dolor de las víctimas, para intentar crear un estado de crisis que le permita recuperar un poder que considera usurpado.

Claro, el PP tiene en el PSOE grandes maestros en este terreno. El PSOE nunca utilizó partidariamente la crisis del Prestige (los arruinados, luego resarcidos por el Gobierno, no son acaso víctimas?), ni la guerra de Irak (los «pobres insurgentes», los civiles víctimas de los bombardeos…), ni la crisis del YAK, ni los muertos del 11.M. El PSOE jamás haría eso.

Tras leer este artículo sólo puedo sacar una conclusión: les duele. Saben que en la calle hay un cambio. Saben que no les va bien. Pero nada de corregirse, nada de recapacitar. Al menos no de forma pública. Es mejor LA PROPAGANDA.

Recomiendo la lectura pausada del articulo de «El País» poniendo al lado lo escrito aquí en «La retórica de la manipulación». Sin duda un interesante ejercicio intelectual.

Y para culminar la mañana, no dejen de leer «Crisis? Qué crisis?» de Manel en Hispalibertas