Querido héroe, me encantaría decirte cientos de cosas, pero prefiero ser paciente y centrarme en cada artículo en una sola, así que hoy sólo hablaremos de tu gloria. Porque, en verdad, te envidio. Ojalá por mi sangre corriera esa innata nobleza que te caracteriza, esa luz que respalda tus actos y que hace que seas capaz de salvarnos a todos de la miseria humana con
tus likes en internet.
Querido héroe, tu perfección moral y tus aportes a la sociedad son dignos de gestas maravillosas, ¡Quememos el Mío Cid! Para qué leer la Guerra del Peloponeso o La Ilíada teniendo a mano lo que compartes en Facebook. Oh, querido héroe de sofá, haces que tiemblen mis piernas con la majestuosidad de tus discursos, plagados del característico erotismo del revolucionario y de buenas intenciones: porque eres libre, eres especial, muchísimo más que yo y mis opiniones desestimables, tú eres el verdadero, el único camino, eres como Jesucristo cuando dice «quien no está conmigo, está contra mí». Eres un punto de inflexión histórico, eres aquel que hace sombra a Napoleón o César, eres aquel cuya opinión hace temblar el monte del Vesubio, aquel que tira por tierra las obras completas de Heidegger con un solo tweet.
Querido héroe, admiro tu singularidad, eres la escisión histórica que el Hombre necesita.
Por todo esto, por toda la gloria que recae sobre tus hombros te ruego, te pido encarecidamente, que por favor me perdones, perdona todas mis ofensas, perdona que no hayx escritx así todx estx artículx, perdona todas y cada una de mis afirmaciones porque todas ellas son triviales e incluso indignas porque no son las tuyas. ¡Oh, héroe de sofá! ¡Mírame a los ojos, te lo ruego! Mírame y bésame, tu corrección política es irresistible, caigo rendida ante tus pies, y los beso como se besa a los emperadores. Envíame un insulto por twitter sin miramientos, dame un bofetón incluso (con la mano izquierda para aumentar el simbolismo de tu causa), recuérdame lo estúpida/ignorante/facha/ anticuada/reaccionaria/opresora que soy, dímelo mientras me metes mano.
¡Oh, héroe de sofá, tú y sólo tú, con tus redes sociales eres la escisión
metafísica definitiva del cosmos!
Perfecta descripción del horripilante puritanismo propio del siglo XVIII e intento desesperado de lucha segregacionista donde cuanto mas raro seas, mas poder tienes para poder echarle en cara a la vecindad común que son horribles, que sus almas arderán eternamente en el infierno y que si no fuera por los #SJW, este mundo habría ardido ya hace tiempo.
Gracias, Srta. Rincón. Aunque la informo que en breve me levanto del sofá y me pongo a trabajar. Atentamente, EAN.
¡Ya! Pero primero aprende a escribi y entérate de lo que es el laísmo. La chica te puede salir más lista de lo que crees.
O sea que » el héroe de sofá», con sus likes en el FB y en lo del pajarito , ¿ era alguien concreto ?
Cada día me alegro más de no estar en las redes sociales…
No, nadie en concreto. El héroe de sofá» son los millones de trolls de izmierda que pululan y contaminan las redes sociales.
Bueno, en realidad yo veo «héroes de sofá» de todos los bandos. Aunque es cierto que los del ala izquierda son más ruidosos y «pesados». Entre mis contactos de Facebook, hay algunos que son muy pesados compartiendo publicaciones de un tal «Gerado Tecé» y otras cosas.
Pero también conozco a más de uno de la derecha que es bastante pesado…