¿Qué queremos defender? ¿Este modelo de España? ¿De Cataluña?

Salimos a la calle. Unos con estreladas, otros con rojigualdas, otros con las blancas y otros con senyeras. Y gritamos vivas a España, Cataluña, el diálogo o la Constitución, según venga dictado del señor que tiene el megáfono y nos parezca merecedor de un «viva». ¿Estamos seguros de lo que estamos haciendo? ¿Realmente tenemos claro qué es lo que queremos?

Leo y escucho comentarios de todo color, en defensa de los «propios valores» o para denostar los errores ajenos, y cualquiera podría decirme que la cosa está clarísima, que únicamente arropado en la constitucionalidad, la ley y el orden estatal nacido de la Transición estoy del lado de los «buenos». Que lo que se necesita es aplicar la democracia en la que vivimos, dialogar desde la observancia de la ley sobre los puntos de vista encontrados y mostrar valentía a la hora de aplicar soluciones. Y otros «bla-bla-bla» similares.

Los economistas Daron Acemoglu y James A. Robinson en su “Por qué fracasan los paises“ aclaran cómo la causa de la riqueza o la pobreza de una nación se encuentra en la naturaleza “extractiva” o “inclusiva” de sus instituciones políticas,  que a su vez determinan la naturaleza de las instituciones económicas. “Extraer” e “Incluir” son sus palabras clave.

-> Instituciones “inclusivas” son las que, de tendencia democrática,  promueven la prosperidad, protejen los derechos de propiedad y por lo tanto ofrecen incentivos económicos y la igualdad de oportunidades para grupos sociales amplios.

-> Las Instituciones “extractivas”, sin embargo, están caracterizadas por la corrupción, la represión y el nepotismo, extraen activos y capital, gravan a las personas y obstaculizan el desarrollo económico libre y  de una sociedad pluralista.

Y ahora seamos sinceros: cuando pensamos en España y su «estado» o en Cataluña, su «estado» y el «nuevo diseño» post-independencia … ¿de qué tipo de estructuras e instituciones estamos hablando? Veamos:

La clase política española -y la catalana, ojo- ha sabido dotarse de un sistema en el que no se dan casos de corrupción: el sistema es corrupto en sí mismo. Las sucesivas leyes de financiación de partidos políticos y sus enmiendas, las disposiciones referidas a la subvención de sindicatos, patronales, a los sueldos de concejales, alcaldes, diputados, secretarios de estado, asesores, … conforman un sistema legal exclusivamente diseñado para desviar de nuestros monederos los medios económicos que ellos necesitan para la subsistencia de la casta política. Los favores, el amiguismo, el derroche, la prevaricación son inmanentes a todo sistema público o privado basado en el aforamiento de los políticos, la coacción y/o el monopolio. Los ciudadanos somos parte del sistema, ya que:

–          sin preguntarnos nos convierten en ciudadanos de “estepais” bajo un contrato constitucional que ni hemos leído ni firmado,

–          cuando hay sitio (se muere alguien, se necesitan nuevos clientes) nos permiten acceder vía oposición al aparato estatal convirtiéndonos en parte interesada de su mantenimiento,

–          nos convierten en clientes obligatorios de sus servicios: energía pedórrica, telediarios esperpénticos, escuelas ciudadanas, …

y quien crea que puede hacerlo de otra manera o paga dos veces o termina sabiendo cómo se siente uno en comisaría.

¿Es esto lo que queremos? ¿Están seguros los partidarios del independentismo catalán de que quienes les gobiernan, de que las estructuras de su «futuro estado», van a estar libres de semejantes lacras? ¿Nos hemos vuelto todos locos?

El hecho es que el gobierno le dice al  pueblo: “El dinero o la vida` Y muchos, si no la mayoría de los impuestos, son pagados bajo la presión de esta amenaza!.

El asaltador de caminos es al menos más honrado: asume la responsabilidad, el peligro y la criminalidad de su propio acto. No pretende tener ningún derecho legítimo sobre su dinero, y no tiene la intención de utilizarlo para su bienestar de usted. No pretende ser otra cosa que un bandido. Él no tiene la audacia suficiente para afirmar que sólo es un “protector”, y que tomar el dinero de la gente en contra de su voluntad sólo para mejor “proteger” a los viajeros desamparados…

Un asaltador de caminos no insiste en que seguirá acompañandole en contra de su voluntad toda su vida, no reclama ser reconocido como legítimo soberano por la “protección” que usted recibe. El sólo dice que es un ladrón.

En resumen, después de que le robaron, los ladrones no tratan de convertirle en su herramienta o su esclavo. El estado sí”  Lysander Spooner

Lo siento, pero yo no tengo nada claro que los modelos entre los que dicen que debemos decidirnos merezcan el menor respeto por mi parte. Cuando alguien proponga uno mejor, en el que la separación de poderes sea algo más que papel mojado, en el que TODOS seamos iguales ante la ley (los políticos también), en el que los burócratas salgan de mi casa y mi vida privada, en el que sea yo quien decide qué servicios uso/pago y a quién ayudo o dejo de ayudar, entonces, digo, me avisan. Me dicen qué bandera es la que representa eso y no duden que la ondearé con ganas y fervor.

Mientras tanto, sigamos discutiendo sobre la mejor bandera del mejor amo, que quien tiene amo y le sirve fiel, puede que tenga pan.

 

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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22 comentarios

  1. Oye, Luis, una pequeña cuestión de orden: no veo mi primer comentario. ¿Es que ha sido borrado o es algo que me pasa solo a mí? Gracias.

  2. Comprendo que las Leyes requieren ciertos formalismos, pero el nivel de esperpento surrealista del culebrón indepe supera todo lo imaginable, ni Gila podría imaginar algo una situación más ridícula:
    Rajoy: «Presidente Puigdemont, al habla el Presidente.»
    Puigdemont: ¿Que presidente?
    Rajoy: «Yo el Presidente Rajoy. ¿quien va a ser?
    Puigemont:»No no preguntaba qué presidente, sino ¿qué quieres presidente?»
    Rajoy:»Al grano: ¿has declarado la independencia?
    Puigdemont: «¿Qué independencia?
    Rajoy: «La de Cataluña. ¿Cual va a ser?»
    Puigdemont: «Depende»
    Rajoy: «¿Depende?. ¿Como que depende?. ¿Depende de qué?»
    Puigdemont: » De si declaras el art. 155. ¿Lo vas a declarar?».
    Rajoy: «Depende»
    Puigdemont: «¿Depende?. ¿Como que depende?. ¿Depende de qué?»
    Rajoy: «De que hayas declarado la independencia. Insisto: ¿la has declarado?»
    Puigdemont: «Depende»

  3. Querido, apreciado, amado y todo lo demás Luis.

    Tienes razón en todo lo que dices.

    Sólo voy a hacer una pregunta: ¿Cuántos derechos y libertades van a perder todos los catalanes HOY?

  4. Por cierto la próxima vez que a un asesino en serie, como los carniceros de la ETA, o algún asesino y violador reincidente solo les condenen a 30 años (que con beneficios penitenciarios la pena efectiva es inferior a 1 año/asesinato,como sucedió con el gudari De juana Chaos) agradezcámosle la iniciativa a la izquierda patria y sus socios indepes, siempre tan cercanos y comprensiosa con los más variados matarifes profesionales y su reinserción, y en última instancia, a esa parte a la sociedad española que antes que al fascista PP, votaría al mismísimo diablo si se presentara:
    http://www.abc.es/espana/abci-prision-permanente-revisable-tambien-peligra-congreso-pondra-marcha-derogacion-201710091441_noticia.html

  5. Estoy en desacuerdo con aquellos liberales que defienden el secesionismo catalán, eso para empezar. Desde mi punto de vista, esto es un proceso antidemocrático, claramente golpista, en el que fuerzas claramente comunistas y xenófobas llevan la iniciativa, con lo que está todo dicho del tipo de régimen que quieren implantar. No entiendo como liberales consideran legítimo este tipo de procesos, en los que, por la fuerza, y con una política de hechos consumados, se pretenden violar los derechos de, al menos,la mitad del pueblo catalán. Sinceramente, lo que yo veo es un proceso insurreccional que debe ser aplastado sin contemplaciones, así de claro, inclusive con una intervención del Ejército. Y me da igual que alguien se eche las manos a la cabeza ante esta opinión mía, han habido muchos dirigentes que han impedido procesos de este tipo, claramente fascistas, dirigidos al establecimiento de una dictadura. ¿Diálogo?, ¿se dialogó con Tejero, Armada o Milans del Bosch?, ¿verdad que no?. Golpistas a la cárcel.

  6. Pero hay una hipótesis bastante factible:
    Cuanto menor es el tamaño de la institución más inclusiva será.
    Por lo tanto bienvenida sea la sedesión de las naciones hegemónicas.

    • ¿Vas en serio? ¿Esa es la piedra angular de tu filosofía política?
      Veo que no te complicas mucho la existencia.
      ¡En fín! ¡Saludos!

      • Bueno, yo soy un simple aficionado.
        Para mayor nivel propongo leer a Carlos Ulises Moulines en su teoría nacionalista expuesta en “Manifiesto Nacionalista”

        • Con todo respeto. Vale. La tesis es cierta si añadimos una palabra: -«Cuanto menor es el tamaño de la institución probablemente más inclusiva será.» (Siempre hay una indeterminación). Por ese camino descenderíamos hasta la familia como la institución más inclusiva (más pequeña sería un par de amigos, pero ahí la cosa ya empieza a fallar). Pero resulta evidente que determinados problemas quedan grandes para instituiones pequeñas (y viceversa), así que caemos en una nueva indeterminación, de modo que te dejo dos preguntas (suponiendo que tengan respuesta):

          1.- ¿La «inclusividad» es buena por si misma? (Porque la tesis garantiza más inclusividad, pero no habla de su conveniencia.)
          2.- ¿Dónde queda el tamaño adecuado, de un estado, para encontrar el mejor equilibrio y dar la bienvenida a la secesión o a la agregación?

          • 1.- La inclusividad por si misma no es buena ni mala. Es la causa de mayor prosperidad en una institución.
            2.- No existe un tamaño adecuado. El tamaño dependerá del orden espontáneo que es la nación no hegemónica.
            3.- De todas formas si estamos de acuerdo en el Valor Intrínseco de la Pluralidad del ser, cuantas más naciones mejor, y por consiguiente el tamaño se va a ir reduciendo espontáneamente, siempre que se reconozca el derecho de secesión a toda nación.

            • «Cuanto menor es el tamaño de la institución más inclusiva será».
              Falso, de hecho es justo al revés, casi por definición: USA que es el paradigma de una institución gigantesca en cuanto a territorio y población es mucho más inclusiva que, Andorra, que es varios ordenes de magnitud menor. La UE es mucho más inclusiva que cualquiera de sus países integrantes, de la misma manera que España lo es mucho más que cualquiera de sus CCAA.
              Y como este ejemplo los hay a patadas a lo largo de la Historia: La misma Roma era infinitamente mas inclusiva que cualquiera de los pueblos y tribus, tanto los conquistados como los bárbaros.

            • Mi intención era hacerle notar que los maximalismos no sirven de gran cosa en política (ni en casi nada). Pueden dar una referencia basada en la experiencia, pero cada caso exige su estudio individualizado, y queda muy superficial algo así como afirmar que cuanto menor es el tamaño, más inclusiva la sociedad y por lo tanto todo secesionismo es mejor. Le voy a adjuntar un par de «principios» que también se cumplen casi siempre, y que irían contra el que usted aporta en este foro:

              -Los paises pequeños (territorial, poblacional, económicamente,etc.) ni pinchan ni cortan en el concierto mundial.
              -Cuantos más países hay, mayor es la probabilidad de guerras entre ellos.

              Y podría darle unos cuantos más, que como éstos, se cumplen en la inmensa mayoría de los casos, sin embargo, deducir de ello que la secesión de un territorio de otro para formar una nación es algo malo sería un error. En alguna ocasión podría ser lo mejor para ambos casos. Así que supongo que se necesita un poco más de sentido común en temas tan serios.

  7. Completamente de acuerdo con los comentarios de J.G.Palacios y JJI.
    Por cierto equiparar la democracia Española (con todas sus lacras, empezando por la corrupción, que por cierto no es nada exclusivo «nuestro» sino un fenómeno existente en toda sociedad humana) y el régimen nacionalista de Cataluña en grado de intervencionismo y anulación de las libertades individuales más básicas me parece un disparate.
    Es como la estrategia de equiparar el terrorismo de estado de los GAL (que por execrable que fuera ni de lejos sojuzgó a la mitad de la población) con el régimen de terror nacional-terrorista de la ETA en Vascongadas que durante décadas ha sojuzgado a la mitad de los vascos (como mínimo). Estrategia por cierto utilizada por los recogenueces del terror para justificar su exquisita «equidistancia».
    Por cierto, me resulta muy curioso que en el caso concreto de Cataluña, esa exquisita equidistancia es de la que hace gala el muy «liberal» partido político llamado Podemos, con un argumentario no demasiado alejado del de Luis, si obviamos la parte liberal del mismo.

      • Pues depende: por ejemplo, este rotundo comentario tuyo «el sistema es corrupto en sí mismo», es calcado al argumentario antisistema podemita.
        Pero a mí se me ocurren algunas preguntas al respecto, que creo matizan esa afirmación tan rotunda:
        Por ejemplo ¿el sistema español es más o menos corrupto que el francés (a bote pronto recuerdo bastantes políticos franceses, incluso presidentes de la república y primeros ministros acusados por corrupción)?. ¿Acaso es menos extractivo el Estado francés que el español?. Al menos espero que aceptes que es mucho más centralizado que el español. En consecuencia ¿te mantendrías equidistante entre Macron y LePen dado que entiendo los debes rechazar de manera similar a la que rechazas al corrupto sistema español que te impide alinearte en el tema de Cataluña en el sector español?
        O ya puestos ¿España es más o menos corrupta que USA?
        O si lo comparamos con la misma Alemania ¿no será que es la propia sociedad alemana la que es menos propensa y tolerante con la corrupción que la española, y que como democracia que somos, la sociedad española debe empezar a asumir responsabilidades (como hizo el domingo en la manifestación por la unidad de España en Barcelona), en vez de echar la culpa sistemáticamente al sistema o a los dirigentes?
        Y por último, ¿es también culpa del Sistema que en España ni siquiera exista una alternativa liberal con un mínimo de entidad suficiente como aspirar a cambiar el «corrupto sistema»? (Doy por supuesto que desde tu óptica C’s ni se aproxima a un partido liberal)
        En resumen, creo que si tu purismo liberal te impide tomar partido en este caso, entonces el problema es tu purismo liberal y no el sistema español, que lo mires por donde lo mires, con todos sus fallos y errores no es de peor calidad democrática que el resto de las democracias REALES de nuestro entorno (Francia, Alemania, etc), salvo en el complejo de nuestros dirigentes actuales de la derecha para defender los derechos del conjunto de los españoles para que no los acusen de franquistas sus adversarios/enemigos.
        Pero bueno como la esperanza es lo último que se pierde, quiero confiar que Rajoy y el PP estarán finalmente a la altura de las circunstancias, aunque solo sea por su propio interés.

  8. Estimados José y JJI,
    antes de nada, gracias por vuestros comentarios.

    En muy pocas palabras: hoy el «imperio de la ley» nace de la Constitución Española, luego yo estoy por defenderla y desde ella, generar nuevas formas de control del estado, reducción del tamaño de las administraciones, descentralización de todo lo descentralizable, privatización de la enseñanza y la sanidad (vía cheque escolar/sanitario), libre elección de proveedor de servicios, … bueno, ya sabeis lo que yo pienso sobre esas cosas. PERO, como considero que la CE es profundamente mejorable, como considero que la mayoría de quienes enarbolan la bandera de España estos días no defenderían jamás lo que apunto más arriba, decido no ponerme detrás de ella. Eso es todo.

    Sobre el latrocinio sedicioso catalán ya lo he dicho todo: no es un movimiento de libertades, no es un secesionismo justificable, luego tampoco voy a colocarme una estrelada en la frente.

    Saludos!

    • Estimado Luís. Todo eso que apuntas lo firmo yo. Lo he defendido y lo sigo defendiendo yo. ¡Y a pesar de ello he tenido que tomar partido! Quizás sea porque los rejonazos en tu cuerpo del obtuso nacionalismo no te dejan el espíritu para muchas filosofías, y comprendes que en la vida nunca vas a estar totalmente de acuerdo con nadie, así que o buscas puntos de encuentro o nunca harás nada. Y en este caso, me importa muy poco lo que piense el abanderado de al lado sobre todo lo demás si en este punto: la defensa contra una alienación mayor de la libertad humana, coincidimos. Nos juntamos sólo por eso. Tampoco nos pedimos más.
      Creo que tu purismo ideológico te inhabilita bastante para la lucha por objetivos reales, mejores que la simple teoría. La lucha por el bien, sobre el terreno, siempre exige cierta suciedad porque hay que tocar el mal para limpiarlo. Probablemente yo peque de los mismo, pero aquí estoy, sobre el suelo.

    • Estimado Luis, pues perdóname que no entienda que por un lado digas que «yo estoy por defenderla [la Constitución Española]» y luego te mantengas equidistante (en la práctica y según mi opinión) entre los que defienden esa Constitución y los que la están usando como papel higiénico.

      Otro saludo y gracias por poder discrepar en esta gran casa en este clima de respeto.

  9. Estimado Luis, normalmente estoy de acuerdo contigo, pero en este caso no puedo estar más en desacuerdo.

    En la cuestión de la posible independencia de Cataluña, lo que debemos mirar primeramente son los derechos individuales. ¿Quién los respetartía más (o, si quieres, los violaría menos), el nuevo estado catalán o el viejo estado español? Creo que la cosa está clara. Los no nacionalistas en Cataluña ya están viendo gravísimamente violados sus derechos individuales.

    En segundo lugar, tenemos la observancia de la ley. ¿Podemos saltarnos la ley a la torera y no pasa nada? Evidentemente los políticos lo hacen en muchas áreas y no pasa nada (extraordinario escrito de M.A.Velarde en esta casa al respecto). Pero hay un límite. No es permisible que un gobierno regional (que, además, no tiene el apoyo ni de la mitad de la población) se vaya a saltar todas las leyes habidas y por haber para proclamar la independencia de esa región.

    En tercer lugar tenemos la cuestión de la ley del embudo. ¿Por qué Cataluña reclama el «derecho a decidir» para sí dentro de España pero no lo concede en el nuevo estado a entidades menores (provincias, comarcas, ciudades, barrios)? ¿Por qué el «pueblo español» no existe como tal pero Forcadell puede afirmar hace solamete unos días que «existe un solo pueblo catalán»?

    Y en cuarto lugar tenemos el tema del estatismo. ¿Es España un país estatista? Sí, mucho. Pero llega otra pregunta: ¿el nuevo estado catalán lo sería más o menos? Yo creo que la respuesta está clara. Lo sería mucho más, sobre todo teniendo en cuenta que en esa Cataluña independiente los actores principales serían ERC (un partido casi comunista) y la CUP (un partido comunista antisistema).

    Hablas de banderas. Pero te equivocas nuevamente. Los de la estreladas son los independentistas, ya analizados. Los de las rojigualdas y las senyeras son los que defienden el orden constitucional actual, que mal que bien (a mí hay muchas cosas que no me gustan del mismo) ha dado a España el periodo de paz y mayor libertad más largo de la historia reciente. Y los de las banderas blancas son los de Podemos y asimilados, que son el lobo revestido con piel de oveja que quiere convertir a España en lo que el chavismo ha convertido a Venezuela.

    Dices al final «sigamos discutiendo sobre la mejor bandera del mejor amo». No, no hay ninguna bandera buena y ningún amo bueno y sabio. Pero hay amos malos y peores. Y yo creo que los que se postulan como nuevos amos (independentistas en Cataluña y podemistas en España) son bastante peores que los amos que hay ahora.

    Y voy terminando. Dices en tu penúltimo párrafo:

    «Cuando alguien proponga uno mejor, en el que la separación de poderes sea algo más que papel mojado, en el que TODOS seamos iguales ante la ley (los políticos también), en el que los burócratas salgan de mi casa y mi vida privada, en el que sea yo quien decide qué servicios uso/pago y a quién ayudo o dejo de ayudar, entonces, digo, me avisan. Me dicen qué bandera es la que representa eso y no duden que la ondearé con ganas y fervor.»

    Muy bonito. Estoy completamente de acuerdo. Pero yo, desde la distancia y desde mi blog he ofrecido en varias ocasiones y en distintas versiones la idea de una coalición de partidos liberales que defendiera precisamente eso y que se presentara a las elecciones generales en España con ciertas garantias y ya sabes el éxito que he tenido. Curiosamente, en España hay demanda de liberalismo en los votantes (en mi blog he dado varios ejemplos), pero no hay oferta… o, mejor dicho, hay tantas y tan desunidas que al final esa demanda liberal a la hora de votar o se queda en casa o vota a Ciudadanos. ¿Que hay que hacer entonces? ¿Nada? Yo creo que hay que hacer algo. Hay que decidir quien es el menos malo de todos y apoyarlo, aunque sea tapándose la nariz. Y, a la vez, crear una alternativa liberal viable que defienda lo que brillantemente expones.

    Bueno, Luis, perdona por el ladrillo. Un abrazo.

  10. No veo la relación con la situación actual en Cataluña ni el problema que nos ocupa, que supongo es lo que subyace al artículo. Aquí no estamos hablando de estados extractores (uno lo es y el otro lo sería), sino de que los que quieren inventar otro estado (por supuesto extractor), no nos cause más daño del que ya aguantamos en cosas tan prosaicas como la economía, por ejemplo. O sea que al menos en mi caso, no estoy para filosofías que en este momento me parecen frivolidades.

    En cuanto a la teoría que expones, ya cría canas. Y toda mi lucha política ha ido orientada en la dirección de crear sistemas de control y de responsabilidad para la función política (principalmente mediante la herramienta de la informática, pero no sólo) que eviten ese expolio. Mientras tanto, los políticos,con nuestro aplauso o permisión, si que usan esa herramienta a destajo para controlarnos de modo inimaginable hace pocos años (hasta el punto de que ya tengo que reconocer que con Franco, yo mismo, y cualquiera, era mucho más libre que ahora -evidentemente porque carecía de medios de control de masas-). Pero jamás, ni tampoco en este foro, he encontrado la menor sensibilidad hacia ese asunto cuando he tanteado en esa dirección. Y por supuesto, tampoco ni aquí, ni en ningún otro sitio, encuentro iniciativas para propiciar -y exigir- herramientas que posibiliten el control de la función pública. Al contrario, siempre he tropezado con una resistencia feroz o el silencio.
    Yo no lo entiendo, pero así es.

    Mientras tanto, Google, por ejemplo, hace años que sintetiza tendencias y gustos, claro que con otros fines.

    Así que si estuvieras aquí, ¿mirarías para otro lado porque todo da igual o porque hay demasiado polvo en el suelo? ¿Te irías con una bandera, sea cual sea, a manifestarte o te quedarías en casa? Pues mira que huyo de las banderas y de las manifestaciones de masas, pero casi ya que me compro una. En este caso la constitucional. Al final hay que alinearse. (Malditos sean.)

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