Estamos a puertas de los debates para la posible envestidura del próximo gobierno de España, es el segundo intento y empiezo a pensar que la democracia se ha convertido en un gasto público innecesario. ¡Y quizás haya una tercera vez!. Pero confío en las palabras de Rajoy y de Rivera, al menos en este extremo: no tendremos unas terceras elecciones.
Eso sería catastrófico. Hace unos días el PP y Ciudadanos cerraron un acuerdo para la presidencia del parlamento. Esto significa que ya se va perfilando el posible gobierno de España, uno de centro-conservador. Pero el problema que deben afrontar luego de intentar y lograr formar gobierno es enfrentar la precaria situación económica en la que se encuentra el país. Y es justamente ese tema, el que más debe preocuparles.
El problema por el que España no puede salir de esa gran crisis económica es la absurda idea proteccionista que tanto el Partido Popular como el PSOE (partido socialista) han venido implantando estas últimas legislaturas en las reformas laborales. Y son esas ineficientes reformas del mercado laboral las que han terminado por hundir el poco resurgir económico que España pudo tener.
Primero: es mentira que el gobierno cree empleo. Lo crean los empresarios a través del mercado. El gobierno en su gran mayoría sólo crea puestos burócratas con el dinero de quien produce, y en España si que sobran políticos. Segundo: Buscar proteger al trabajador con contratos de temporalidad alta y sin flexibilidad alguna, es condenar al fracaso la función empresarial de los autónomos. Autónomos que son justamente quienes mantienen el sistema generando empleo y pagando altos impuestos. España jamás saldrá de la crisis con un modelo laboral altamente costoso. Hay que flexibilizarlo.
De otro lado, otro de los problemas por el que el España no puede recuperarse es el descalabrado nivel de déficit público. Y ese mal actuar ya tiene sus consecuencias: al gobierno de Rajoy le toca afrontar una gran sanción desde Bruselas. El estado tiene que gastar menos para evitar cobrar más impuestos y, por el contrario, reducirlos. Un autónomo no puede crecer cuando tiene enfrente una reforma laboral aplastante y un IVA que lo termina por aniquilar y sacar del sistema.
Si hay algo que este nuevo parlamento debe hacer, luego de formar gobierno, es discutir ambas cosas: una reforma laboral con mayor flexibilización y un menor déficit. Gastar menos para evitar las deudas públicas que al final terminan transformándose en futuros impuestos con que poder pagarlas. Así es, los errores de los políticos, los pagamos los españoles con nuestro dinero.
No me cabe duda de que el problema de España no es el mercado, sino el Estado. Creer que un país puede salir de una crisis económica por y a través del estado, es absurdo. Un país crece económicamente cuando el Estado tiene menos intervención en la economía y cuando son los agentes económicos en libertad quienes actúan para generar empleo y competencia en pro del consumidor. España no es la excepción, es uno de los países en donde el Estatismo ha evitado que los españoles puedan resurgir de la miseria a la que lo llev¡o el mal uso de las políticas monetarias aplicadas por el banco central europeo.
Es cierto, estar atado a un banco central, y no poder aplicar políticas monetarias expansivas, y políticas restrictivas de déficit empeora la situación. Pero a España le quedan pocas opciones: flexibilizar el mercado, reduciendo impuestos y flexibilizando la legislación laboral. Creo en mí opinión, que el camino para la recuperación económica de España está en observar más a países donde las legislaciones laborales m¡as flexibles han sido claves para renacer, un claro ejemplo es Dinamarca. Espero y deseo que realmente este parlamento tenga la suficiente vocación y capacidad para darse cuenta del problema económico y que el populismo no le gane a la razón y a la evidencia.
Autor: Mack Cleinm Peña Argandoña; Liberal. Promotor y difusor de la Escuela Austriaca de Economía.
Vivo en USA desde hace décadas y veo que tenemos problemas parecidos con el mensaje. Muy de acuerdo con JJI. En libertad económica USA ha bajado del 3 al 16. Sabemos por qué, pero no quiero que me llamen racista y no es el punto. Fui deportista profesional y aprendí una cosa. Hay dos tipos de personas: las «victimas» y los que superan las dificultades. Los que menos jugaban siempre eran «víctimas» de algo. Por el otro lado, los ganadores trabajaban para mejorar su juego. Y en la vida es igual. Decirle a la «victima» que debe trabajar y aprender para superar obstáculos, no vende. Aquí oí la frase de que la suerte se daba cuando la preparación y la oportunidad se encuentra. Pero hay que estar preparado!!!
En este mercado laboral que AÚN tenemos, parece muy precario pero el paro es muy bajo comparado con España. Los ilegales, esperando en una gasolinera para que le lleven a algún trabajo, exigen $10.00/hora. Como no se marchan de vuelta a Centro América, deben estar logrando sus objetivos.
Es muy difícil vender precariedad y convencer al pueblo que debe re-inventarse cada 7 años, que es lo que me ha tocado a mí. Pero el no venderlo, tiene consecuencias peores, las cuales se ven. Los que venden aceite de culebras ocultan la realidad: el paro, que es el resultado de ser el número 49 en libertad económica y el 106 en eficiencia en gasto del gobierno. ¿Cómo se educa al pueblo? No es fácil y uno espera que las aguas no tengan que llegar al estado que está Venezuela. Palabra que ahora muchos la rechazan porque no conviene.
El problema del discurso liberal (que yo comparto más que ningún otro), es que suena muy mal a la persona que se encuentra en situación de necesidad. A ésta le suena tremendamente insolidario, y lo que lee arriba se resume en más despido libre que sufrirá en su propia piel. Piensa que igual, al final, se ganaría la guerra, pero desde luego, sobre su cadáver. La misión de la izquierda actual es fabricar mucha gente que piense así ya que vive -simplificando- de salvar a «los pobres» .
El discurso de la izquierda es mucho más simple y efectivo: le quitaremos dinero a «los ricos» y os lo daremos a vosotros, «los pobres» (se entiende), ya que en realidad os pertenece porque os lo han robado desde su situación de poder y privilegio.
Yo creo que sería mucho más eficaz un discurso que hiciera ver a «los pobres» que hay muchas maneras de pagar impuestos, además de los que se consideran como tal (IRPF, IVA, etc.). Se pagan impuestos, y mucho más caros, por ejemplo, mediante la imposibilidad de trabajar (paro), de poder aspirar a formar una familia a una edad razonable, o a ser económicamente independiente, etc. En general se pagan terribles impuestos emocionales mediante un recorte de expectativas vitales (especialmente de los jóvenes), mucho más duro que el simple dinero. En este sentido, creo que por ejemplo mi abuelo, agricultor de vida material muy limitada pero digna, tuvo una vida mucho más satisfactoria. Yo centraría el foco en ese flanco débil de la izquierda antes que en ningún otro aspecto. Mencionar «más flexibilidad en el mercado laboral» en estos tiempos creo que es mentar la soga en casa del ahorcado. Pero ya se sabe que a los liberales, no les gusta meterse en política. Te has de dejar la libertad en la puerta.
No entiendo cómo el autor puede sostener que un gobierno Ciudadanos PP sería centro conservador, cuando tanto la política actual del PP como las propuestas con Ciudadanos está básicamente en la socialdemocracia tipo SPD.
Yo tampoco, pero mejor que nos lo explique él.