Que el PSOE se encuentra en la situación política más delicada de toda su historia lo podemos ver en la filtración del contenido de su Comité Federal, celebrado este fin de semana, y en la ocurrencia de Pedro Sánchez de consultar con las bases de su partido con quiere pactar. Conviene diferenciar los problemas políticos del PSOE de los problemas estructurales.
Políticamente, el PSOE puede escoger uno de dos caminos: O bien la vía “economista”, que supone basarse en un presupuesto y en la realidad económica como soporte fundamental de un programa de gasto público poderoso con fines sociales, o bien la vía populista, que consiste en implantar ese programa de gasto público sin reparar en la realidad económica.
Lo único que tiene como slogan es “lo social ™”. Y por la izquierda, por “lo social™”, les ha salido un partido como Podemos, que son los hijos de sus legislaciones y políticas, que promete más y mejores unicornios que ellos. Además, han estado un esfuerzo en atacar al PP sin matices presupuestarios, simplemente hablando de recortes y de derechos sociales, como si la mejor garantía de los derechos existentes no fuera un presupuesto equilibrado capaz de pagarlos sin generar mayores problemas.
Lo cual nos lleva a la cuestión económica. Si miramos los antecedentes, el PSOE no tiene absolutamente ningún aval de buena gestión económica. Ningún resultado positivo en términos de PIB, renta per cápita o en resultados de paro. No lo tiene desde las reformas económicas de la última legislatura de Felipe González (las que luego fueron continuadas por el PP). No, desde luego, en el conjunto de España, tras el mandato de Zapatero. Ni en Andalucía, a pesar de haber logrado bajar la tasa de paro regional del 30% (viendo sus planes de empleo, tengo aún menos confianza en Susana Díaz). Tampoco puede defender su gestión en Cataluña porque se negó a competir con Convergencia y Unión en gestión, haciéndolo por contra en catalanismo, con las consecuencias que sufrimos ahora mismo. O en Extremadura porque, tras su gestión de casi tres décadas, sigue siendo la Comunidad con menor renta per cápita. O en Castilla-La Mancha. Es decir: el problema de fondo que tiene el PSOE es que es incapaz de diseñar un programa económico basado en la estabilidad presupuestaria que pueda crear riqueza y empleo, al que pueda calificar de “social” y que pueda avalar con resultados reales. De echar a Pedro Sánchez y celebrarse unas nuevas elecciones, el PSOE no tendría un candidato avalado por una buena gestión la Administración Pública. Por eso no puede competir con el PP.
[Nota: No califico la gestión del PSOE espantosa por ser liberal, el SPD alemán, con Schröder de canciller, se encontró con una tasa de paro altísima, y los resultado de sus reformas, siendo socialdemócratas, los siguen disfrutando hoy los alemanes, sobre todo los más pobres.]
Y esto nos lleva al papel de Pedro Sánchez. Pedro Sánchez, como he comentado anteriormente, que tiene tres opciones. O cuatro.
La primera opciones es apoyar a Mariano Rajoy durante dos o tres años. A las dos semanas, la cabeza de Pedro Sánchez aparecerá clavada en una pica en el portal de la sede de Ferraz.
La segunda es un pacto con Podemos e independentistas. Pueden intentarlo. De formalizarse el acuerdo, se abrirían dos frentes: el constitucional y el económico. Respecto del frente constitucional, cualquier reforma constitucional acabará paralizada por el PP en el Senado. Respecto del frente económico, cualquier reforma económica que suponga desviarse de las directrices trazadas por Bruselas supondrá, además de poner en riesgo la recuperación económica, primero, enfrentarse a la Unión Europea como institución, y al fracasar el intento de aumentar el gasto público, encontrarse con la oposición frontal de Wolfgang Schäuble (lo cual no es sólo la CDU, o el SPD, o Alemania, y por tanto de casi todos nuestros socios europeos) al tratar de renegociar la deuda, lo cual convierte esta alternativa en una vía muerta y evidenciaría la necesidad de convocar elecciones en menos de dos años y podría acabar perfectamente con el PSOE con la mitad de votos. La cantidad de ruido mediático se podrá medir en millones de toneladas.
La tercera alternativa, repetir elecciones. Ello supondría que lo que no siga en el PSOE acabe repartiéndose entre PP, Ciudadanos y, sobre todo, Podemos. Pero dichos resultados no garantizan un cambio en los equilibrios de poder actuales. Lo cual nos lleva a un duelo entre dos bandos: PP+Ciudadanos frente a Podemos+PSOE+independentistas, pero con el Podemos con más votos y escaños que el PSOE y éste último desangrándose mientras Ciudadanos se convierte en su sustituto en el espacio de la izquierda moderada.
La cuarta posibilidad, indudablemente la más rebuscada y más improbable, es que Pedro Sánchez sea presidente con el apoyo del PP. Desconozco lo que Pedro Sánchez le puede ofrecer a Rajoy (o al PP) para convencerle, a mí no se me ocurre nada. O todo aquello que Podemos querría para sí: Economía, Interior… todo el poder político y ejecutivo. A cambio de la Presidencia del Gobierno, la cabeza de Rajoy y una divertida y severa agenda anticorrupción. España gana 4 años de estabilidad, el PP limpia la basura interior y sale reforzado por su gestión económica y el PSOE toca poder y gana 4 años para, después, separarse con un programa social con algo de base económica para pagarla y apropiarse en las Comunidades donde gobierne de los méritos de la política económica nacional.
Pero claro, quién le dice ahora a Pedro Sánchez que Rajoy prefiere ver cómo se desangra electoralmente mientras los datos económicos siguen mejorando y aguanta como puede la corrupción valenciana. A fin de cuentas, la que manda en el presupuesto es Bruselas, no el PP.
Mi pronóstico: Elecciones en dos meses y todo sigue igual. Pero me cubro poniendo 10 euros al pacto PSOE-Podemos-Independentistas.
La cuarta opción es la única que, en mi opinión, permitiría la supervivencia política de Pedro Sánchez. En contra de la misma juega el fanatismo anti-PP que profesa toda la izquierda española, desde el PSOE hasta Podemos. En este sentido el PSOE es rehén de su propio fanatismo anti derechista.
Pero en el hipotético caso de que Pedro Sánchez demostrara la habilidad política como para abandonar ese viejo cliché izquierdista (como hizo Felipe con la OTAN o el marxismo), sus cartas para ser el proximo presidente de Gobierno con el apoyo de C’s y del PP, no son tan malas como las que supone intentar gobernar con Podemos+independentistas, que sería el ultimo clavo en el atáud del PSOE.
Dicho de otra manera: la corrupción generalizada en el PP le ha puesto en un estado de debilidad tal, que es posible que lo que en otras circunstancias fuera imposible de asumir, que es ceder la presidencia del Gobierno a un PSOE, aun más debilitado, pudiera asumirse como un mal menor con tal de frenar el auge de la extrema izquierda de Podemos. Cosa distinta es que Rajoy no acepte su desfenestración política.
Lo que me parece claro es la opinión pública mayoritaria española castigará electoralmente la opción que perciba como culpable de que un pacto a tres entre PP, PSOE y C’s no forme Gobierno, de manera similar a como castigó a la UPyD de Rosa Díez por negarse a pactar con Rivera.
Esto implica que aún para que sea rechazado por el PP, Pedro Sánchez saldría beneficiado si plantea un pacto con el PP y exige a cambio la cabeza de Rajoy y la presidencia para sí mismo. Pero insisto en que para eso debe abandonar un viejo cliché muy apreciado por los izquierdistas españoles: el fanatismo antiderechista.
Mi pronóstico: Pedro Sánchez no tiene la inteligencia política de ver que esa es su única oportunidad.
El sueño de buena parte de la izquierda pasa por conseguir lo que no se logró durante la Segunda República, que es destruir a la derecha y contruir una España a su imagen y semejanza.
Si no fuese por los casos de corrupción, el PP habría vuelto a sacar mayoría absoluta, o cuanto menos suficiente como para poder pactar con Ciudadanos.
Ah, y lo digo ya: Firmo con un lacito ahora mismo que Ciudadanos sustituya al PSOE en el nicho de mercado de la izquierda socialdemócrata.
Efectivamente concuerdo contigo en que la corrupción ha impedido que el PP vuelva a sacar mayoría absoluta o al menos a aproximarse mucho a ella: la corrupción del PP ha sido tan extendida y grosera y la reacción de Rajoy y de la cúpula tan “sospechosa” de connivencia, que comprendo que mucha gente de centro-derecha (al menos 1/3 del electorado que votó PP en 2011) haya preferido la opción “limpia” de C’s.
La cuestión es que disgregar el voto de centro derecha entre dos partidos ha debilitado el resultado conjunto de ambos, y lo que podía haber sido un razonable gobierno PP-C’s se ha trasformado por debilidad en esta situación de bloqueo político en el que Pedro Sánchez está dispuesto a lo que sea con tal de sobrevivir, salvo por lo que parece, llegar a un pacto con el PP.
Por cierto, no está de más recordar que Bélgica estuvo hace no mucho, año y pico sin Gobierno y que yo sepa, tampoco es que se les viniera el mundo abajo.
Por mi parte tengo claro que antes de padecer un gobierno con Podemos y su populismo demagógico, prefiero estar sin Gobierno.
¿Desde cuándo Ciudadanos es de “centro derecha”? Lo que tenemos son socialdemócratas, con la camiseta de un color o de otro, con diferencias programáticas moderadas, pero el ultrameganeoliberal Partido Popular se ha gastado el 44,5% del PIB en los presupuestos generales del Estado de 2014.
En España estamos aspirando ahora mismo a que gobierne el SPD alemán (sí, los socialdemócratas, no la CDU de Merkel, no me he equivocado), que es el PP. Otra cosa es que, como bien dices, un tercio del electorado pepero se haya ido a Ciudadanos, con bastantes argumentos de fondo, como los que mencionas. Eso le ha hurtado al PP la posibilidad de mayoría absoluta. Pues lo siento: La corrupción pasa factura, y la tienen que pagar. Dicho esto, si el PSOE quiere tocar poder, tendrá que ser al precio que le diga el PP. Porque Pedro Sánchez ya ha puesto el suyo, la cabeza de Mariano Rajoy. Si eso ocurre, el PP, a cambio, puede (y debe) despellejar al PSOE con sus exigencias. Y el PSOE tragar con casi todo.
El caso de Bélgica es cierto, pero es que ellos no tenían un 20% de paro. O una región cuyo mayor logro en materia de empleo en la última década fuera bajar del 30%. España tiene una necesidad de reformas severas, que ambos partidos deben afrontar.
Una simple aclaración, ya que básicamente coincido con lo que has expuesto:
Las etiquetas políticas que he usado, concretamente la de “centro derecha” referida a C’s, son las “estandar”.
Coincido contigo en que desde una ideología liberal, (que comparto), todo el arco parlamentario actual va desde la socialdemocracia hasta la extrema izquierda, pero a efectos prácticos creo que es más útil en este tipo de debates aceptar las etiquetas estandar, ya que lo determinante en este debate y con las elecciones ya celebradas, no es lo que opinamos individualmente sobre las etiquetas ideologógicas de los partidos, sino las que el electorado en su conjunto les otorga, que precisamente por eso son las “estandar”.
Por lo tanto me parece que la mejor etiqueta estandar que caracteriza a C’s es “centro derecha”, como la de “derecha” al PP, al que C’s le ha “birlado” el tercio de sus votantes más centristas.
Por mi parte, habiendo votado como mal menor al PP, acepto, comprendo y casi me alegro de que la corrupción le pase cierta factura. Pero como tengo memoria, y recuerdo lo que supuso para España el calamitoso periodo de ZP, llegado al poder tras el shock provocado por el 11-M, (cometí el error individual de abstenerme en aquella ocasión), simplemente vaticino que un gobierno del PSOE sin que el PP esté de alguna manera presente en el mismo va a ser una repetición de la catástrofe que supuso el de ZP, y ya ni te cuento si encima están los comunistas-populistas de Podemos.
En ese nada descartable escenario, si que nos vamos a acordar de Rajoy y del refrán español de “otros vendrán que bueno me harán”.
Quizás lo que tendría que plantearse Pedro Sanchez (y creo que una parte del PSOE ya se lo ha planteado) es si la cuestión está en “izquierda vs. derecha” o entre pro-constitución vs. contra-constitución.
Formar un gobierno conjunto con Podemos (y no hablemos ya de ERC) supone aliarse con un partido de gente que no reconoce la Constitución como propia, y que sólo respetarán una constitución que redacten ellos mismos. El PSOE, independientemente de la confianza que nos genere o deje de generar, es uno de los padres de la Constitución y aliarse con aquellos que se mean en dicha Constitución es cavar su propia tumba.
No me he leído nunca la Constitución, lo reconozco, por lo que no se hasta que punto me gusta o me deja de gustar. Pero considero que una de las bases para que funcione el estado de derecho y el imperio de la ley, es que hayan unas reglas mínimas que estén claras y definidas, con la seguridad de que no se van a cambiar a las primeras de cambio, y ello es incompatible con cambiar la Constitución cada vez que llega al poder gente que no ha participado en la redacción de la anterior
Yo sí me la he leído. Es hasta razonable. Tiene sus mayores problemas en la distribución de competencias, algo completamente impreciso. Pero por lo demás, es, con sus defectos (lo de la sección económica es para pensárselo dos veces), bastante razonable.
Un par de apuntes:
Yo discrepo primero en lo del aumento de Ciudadanos, todo indica que pasa al contrario:
http://www.electograph.com/p/electograph-poll-of-polls-2016.html
Sobre buena gestión del PP, con un 5% de déficit, intereses al 0% y el petróleo por los suelos, lo dificil era no crecer. Claro, siempre podrá decir que los otros países tiran de la misma impresora y el mismo precio del petróleo, pero España los supera en déficit, (y por bastante) excetp a Croacia.
http://www.debtclocks.eu/public-debt-and-budget-deficits-comparison-of-the-eu-member-states.html
A no ser que sea Vd. Keynessiano, en cuyo caso, supongo que efectivamente, pensará que el PP ha hecho una excelente gestión.
A ver, Pedro. Eso de que “todo indica que pasa lo contrario” respecto de Ciudadanos… depende de la encuesta que se coja. Hay algunas que sí, y otras que no. Veremos. Con el tablero que le he dibujado, el hueco que se va encontrar el panorama político español en el “centro izquierda razonable” puede ser muy grande. Basta con que alguien inteligente aproveche la oportunidad.
Sobre “buena gestión del PP”. Sí. Tiene a día de hoy un déficit del 5%. Le recuerdo que Rajoy se la encontró del 10. Ni Zapatero ni nadie del PSOE se atrevió a tocar el déficit, y mire que era bastante fácil. Imagínese qué habría pasado si en España nos hubiésemos quedado en esta situación hace 4 años. La alternativa habría sido Podemos, quienes piensan que el déficit presupuestario del 10% no era suficiente.
Independientemente de que sea mérito exclusivo del PP o no, o si se pudo ser mucho más liberal (y por lo tanto mucho mejor) o no, ahora mismo tiene una inercia infinitamente más positiva que la que se encontró hace 4 años. También ha demostrado Rajoy una capacidad de previsión muy importante al aprobar los presupuestos de 2016 con antelación, y no hay necesidad de tocar muchas leyes para tirar hacia adelante al menos este año. Es decir, es algo que se puede vender. Igual que puede venderlo Susana Díaz, aunque todos sepamos que es más una rémora que una solución.
Y por supuesto que no me tengo por keynesiano. Simplemente, me gusta predecir movimientos.
Discrepo. Elecciones en 5 meses.
Tanto? O es lo que exigen los procedimientos?
Por lo que tengo entendido como mínimo llegariamos al verano con el gobierno en funciones segun lo que dicen de que Pedro Sanchez ha perdido al tener la reunión federal en Mayo, porque si fuera en Junio lo tenian que presentar de nuevo por fuerza.
Los partidos actuales tienen dos meses para encontrar un candidato a Presidente del Gobierno desde que se constituyó el Congreso de los Diputados. Si no, se tendrán que repetir elecciones. Yo, de ser el PSOE, procuraría celebrarlas antes. Más que nada para saber definitivamente con quién me voy a suicidar.
Eso de quie tienen 2 meses no está tan claro, dado que lo que hay es dos meses a partir de que el primer candidato se la pegue en el Congreso… como el Marianin no se presentó (jugada táctica que te cagas, que dejó al PSOE con cara de tonto), el plazo, en estricto, no ha comenzado.
Ahora depende de lo que dijera un tribunal acerca d elos plazos y de quién debe convicar las nuevas elecciones, ya que la Ley 50 /1997 de 27 de noviembre “impide al presidente en funciones “proponer al Rey la disolución de las Cámaras; Plantear la cuestión de confianza; Proponer al Rey la convocatoria de un referéndum consultivo; aprobar el Proyecto de Ley de Presupuestos; Presentar proyectos de ley al Congreso o, en su caso, al Senado y las delegaciones legislativas otorgadas por las Cortes quedarán en suspenso durante todo el tiempo que el Gobierno esté en funcione”.
Tanto va a tardar?? Eso sí que no me lo esperaba. De hecho, yo pensaba que Rajoy lo que quería era que comenzaran los plazos cuanto antes. De ahí la constitución del Congreso de los Diputados.