Hoy he terminado de leer uno de los más grandes tratados de la economía moderna, La Acción Humana. Durante su lectura, no he podido evitar apuntar y subrayar las que para mí son las mejores frases del tratado, y que hoy quiero compartir con todos vosotros.
El gobierno y el Estado no son fines sino medios.
El trabajo es una mercancía más, que se compra y vende en el mercado.
El auge empobrece.
Los bienes de capital son transitorios: se agotan con el uso.
Esperar es un coste.
Competir es cooperar.
La inversión puede resultar buena o mala, pero siempre es especulativa.
La inflación es una política que no puede durar.
Sólo la libertad bancaria puede evitar en una economía de mercado las crisis y las depresiones.
La ley que nadie cumple es ineficaz.
No hay ni bien ni mal fuera del nexo social.
Cuanto más gasta un gobierno, menos puede gastar el ciudadano.
Los impuestos ciertamente son necesarios.
La economía de mercado no necesita ni de corifeos ni de propagandistas. Su monumento consiste en mirar alrededor.
La historia sólo habla a aquellos que saben como interpretarla a base de teorías correctas.
Ludwig Von Mises
Perdón por las faltas. Escribir en el móvil no es lo mio.
¿Cuànto tardarste en leer el tratado?
Quitando la frase de los impuestos, las demás aon muy bonitas, simpkes y clarificadoras.
Muchas gracias por el resumen
La de que competir es cooperar es sublime, es la esencia del capitalismo.
La de que el auge empobrece, así a secas puede fácilmente malinterpretarse. Quizá sería más apropiado decir que debilita. Luego esa debilidad es la que empobrece…
Gracias por la colección.
Hay una (creo) no menos fundamental que encontré en Bastiat ( http://www.liberalismo.org/articulo/404/47/polemica/proudhon/gratuidad/credito/decimocuarta/ ) y que me resultó iluminadora: «Pero [el hombre] es [un ser] sociable: intercambia«.
>Los impuestos ciertamente son necesarios.
Necesarios… ¿para quién?
En este caso en concreto imagino que se refiere más a nivel de estructuras. A todos nos gusta tener carreteras bien mantenidas por las que transitar y que una serie de empresas hagan ese servicio y como se tarificaría son un infierno. Pero vamos, yo soy de la escuela de que lo público tiene su razón de ser en aquellos entornos donde no es posible generar competencia de alguna forma y que por lo tanto pueden degenerar con facilidad en monopolio/oligopolio.
No estoy en absoluto de acuerdo. Cuando el estado entra en las obras «públicas» desaparece el interés general y entra el interés político. Si un puerto es rentable éste ser hará sin necesidad de incurrir en impuestos abusivos.
Yo creo que la necesidad de los impuestos deriva de tres necesidades difíciles de resolver en un sistema de mercado puro:
1.-La igualdad ante la ley. Si los servicios de justicia y policía son accesibles sólo al que los paga nos encontraremos con una bolsa de población que queda desamparada. Esto, además de presentar una grave incongruencia en un sistema liberal es también una fuente de enriquecimiento de los que menos conviene que se consoliden. Y por otro lado facilita muchas cosas tener también una institución que de formalidad legal a la jurisprudencia y a los usos y costumbres… El caso es que cualquier sistema en el que no haya igualdad eficaz ante la ley en un sistema corrupto y en proceso de degeneración.
2.-Los bienes públicos. En esencia sería el mar, los ríos , parques naturales y zonas comunes (plazas, parques…). Si bien creo que la gestión debería ser mediante concesiones a empresas privadas se precisa un poder ejecutivo que vigile el cumplimiento de las condiciones contractuales y que el beneficio no sea su incentivo.
3.-La defensa del territorio/ejército. Que cada ciudadano participe como desee, bien prestando servicio, bien pagando.
Creo que los anárquicos olvidan que la propuesta liberal parte de la tendencia al mal que hay en el hombre. De ahí que se busque la limitación del poder. Pero eliminar esa fuente de mal en el interior de la sociedad abre las puertas a la entrada de otros males peores desde el exterior de esta…