Variantes del optimismo

Luis:

Qué marejada. Qué tiempos. Son momentos en los que si recurres a Gracián (en tribulación, no hacer mudanza) puedes volverte dogmático y poco Popperiano (falsemos las proposiciones) y perder la conciencia de que las entendederas humanas son limitadas. No hay modelo que abarque todo, ni teoría que resuelva todos los problemas.

Por eso, lo que más me choca de todo el vociferío que entrañan estas semanas es leer que la aspiración universal es refundar el capitalismo. Con las reservas que se quiera, los temores y trampas que oculten las intenciones premeditadas o inconscientes de los defensores de la idea, el hecho irrefutable es que emplean la palabra capitalismo y no socialismo.

Me dirás que en los tiempos del espectáculo, la imagen y los significados mutantes todo es una operación de propaganda bien orquestada. Pero la propaganda ha de ser asimilable y la evidencia es que ni siquiera la socialdemocracia pide nuevo socialismo como pide Chavez, que ya ve en Sarkozy un campeón de la socialización y la estatalización. No le falta razón.

Supongo que ya todo el mundo ha olvidado que la era de liberalización que parece haber terminado, además de habernos hecho prósperos, triunfó por la esclorisis de la estatización socialdemócrata. Y parece que lo único que se atreven a tocar es el hecho de que los contratos de derivados no pueden dejarse de la mano del élan vital. Aunque el Pisuerga pase por Valladolid y brinde excelentes excusas.

«La codicia, a falta de una palabra mejor», ha quedado grabado en la historia del cine, «es buena». Siempre ha tenido mala prensa y la seguirá teniendo, pero es tan humana, tan capaz de provocar el bien y el mal, como las otras pasiones humanas: qué buena excusa Helena, qué friso de nuestros sentimientos Montescos y Capuletos. Ahí seguiran, como la recurrente fascinación por mensajes simples y repletos de esperanza como yes, we can o la fe en el reino de los cielos. A veces nos hacen mejores, a veces no, y con el tiempo marchitan a la espera de otro poeta que vuelva a glosar nuestros anhelos y angustias para convertirlos en deseos de hacer el bien, de quitarle a la existencia lo que tiene de terrorifíco y de inevitable.

Discurso no demasiado apto para utópicos y disidentes. Pero han escrito capitalismo. Hoy es domingo, hace sol. Pico las cebollas y los ajos y añadiré tomate que haré despacio.

Tuyo,

Mardito Roedor

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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11 comentarios

  1. Totalmente de acuerdo. Pero para empezar a concretar hace falta: primero ponerse manos a la obra para saltar a la arena política. Y segundo, tener claro que hay que llegar a un consenso entre los afines, que si no sumamos entre nosotros, a título individual no somos nada.

    Además, a diferencia de las demás tendencias, si algo nos define es que no queremos regular todos los aspectos de la vida de nadie. Por lo tanto hay muchos campos que no hay que consensuar y en los que se puede dar total libertad a quien, ojalá, algún día pudiera llegar a ocupar un escaño liberal.

  2. Lo principal es ponerse de acuerdo en algo. Si es sólo el cuarenta por ciento de tu ideario, sea el cuarenta, pero defendámoslo todos a la vez, con decisión y coherencia. La izquierda puede permitirse llevar programas de máximos, los demás, no.

  3. El liberalismo lleva tanto tiempo en el limbo de la teoría que todos desean su implementación perfecta de la manera que lo ven. Antes de empezar a llevarlo a cabo nos perdemos en discusiones teóricas impidiéndonos lo principal, que es llevarlo a la práctica…

  4. Manda formar a la hueste antisocialista ¿que e lo que pasa? que el intereconómico no quiere formar junto al eclosionado; el hispaliberto no aguanta al redliberal; el neoprogre evita al manifiesto; el imparcial no soporta al confidencial. Lo de siempre.

    Ya hemos dado por perdida la batalla. Y hemos renunciado a hacer nada en política. Por la crisis al socialismo, o por la vanidad -oigh, pero qué limtados sois, muchachos- por la desesperación.

  5. Hay que ser progre o regresista en el momento justo, no antes ni después; o sea, que el político debe ser oportuno: ni tan lanzado que deje atrás a su pueblo ni tan inmóvil que no enlace con él; pues esta segunda actitud supone un freno, así como la primera se vuelve impopular por exceso de “prisa”

    La temperancia -presuntos sosiego y mesura del castellano- en un político es signo de lucidez; acompasa su mente, ni vertiginosa ni tarda, a la del ciudadano medio que le secunda, su hueste civil o incivil. ¿A quién apela sino, distante, obstinado y originalisimo?

    El bien y la paz del pueblo aconsejan al politico no meterse a descubridor, en el sentido ufano de la palabrita, sin que ello suponga que abandone el puente, donde ejerce su oficio. Se trata de poner en hora los relojes biográficos, que son los que miden el acaecer histórico, para que se sincronicen, cogno.

  6. Aquí esperando al Von Zappel para atizarle con el Oráculo de Gracián en la cabeza, y resulta que se ha ido a la cama. Bueno.

    239: No ser resabido.

    Es más importante ser prudente. Saber más de lo conveniente es pasarse de listo: lo más agudo siempre se rompe. El sentido común es más seguro. Está bien ser inteligente pero no hablar por hablar. Discurrir caprichosamente es como reñir. Mucho mejor es un juicio sustancial que sólo discurre sobre lo que más importa. »

    Com deia el Nou Testament: qui tingui orelles, …

  7. Una codicia de dos partes interesadas que intercambian voluntariamente es siempre preferible a esa otra en la que una parte toma lo de otra por la fuerza para darlo a un tercero, que resulta ser la misma parte que toma, o alguien muy cercano o a quien le debe algo muy personal, como por ejemplo estar donde está.

  8. Los que ignoran la historia están condenados a repetirla. Y en estos tiempos en los que la historia está al servicio de la política en muchísimos casos, con más motivo, pues se imposibilita el conocer la historia real.

    Así pues, con el sistema económico van a emplear el mismo mecanismo que se empleó con el DDT. El remedio se tornará enfermedad, se le satanizará, se causará miseria por doquier, pero todo será bueno porque se está actuando por una «causa justa»… Si los pueblos que han sufrido con millones de muertes la privación del DDT no han movido un dedo por exigir lo que otros disfrutaron, menos expectativas tengo de que los que ahora sufrirán el mismo mal con el capitalismo y las libertades hagan el más mínimo amago para no ser sometidos al nuevo socialismo rampante. Y pobre del que levante la voz, que lo machacarán por oponerse a una «causa justa», por mucho daño que esto pueda conllevar. Ante todo la corrección política.

    Mientras más tardemos en reaccionar, más peso irá tomando la violencia como alternativa al sistema. Sólo espero que seamos capaces de organizarnos y movernos mientras el constituirse como alternativa política o emplear la desobediencia civil sean suficientes herramientas para la lucha. Porque el ataque es tan amplio en todos los aspectos, desde lo social hasta lo geográfico, que pocas serán las alternativas para emigrar…
    No teniendo ninguna aspiración política debemos empezar a ser conscientes de que no va a venir nadie a salvarnos. O nos mojamos o nos borran del mapa. Si el sentido de la responsabilidad con el interés propio no es capaz de obligarnos a actuar, poco nos diferenciamos de los que criticamos por sus pecados, cuando menos, de omisión…

    Por de pronto, propongo el siguiente dilema: ¿invadimos y tomamos un partido activo o formamos uno propio? Lo primero exige más diplomacia y estómago, pero puede reportar resultados más rápidos…

    Si hay que refundar el capitalismo, ¿vamos a quedarnos sentados dejando que lo hagan los socialistas? 😉

  9. Cegador, macho, cegador. Qué ingenioso. Por lo demás, muchos problemas de nuestra democracia son problemas de periodismo. Acá en internet padecemos a la turba de Escolar, siempre dispuesta a soltarla más gorda.

  10. «Son momentos en los que si recurres a Gracián (en tribulación, no hacer mudanza)…»

    X-DDDDDDDD

    No tienen Vds. remedio: es sacarlos de la plantilla de Jiménez Losantos, y empiezan a patinar.

    Qué les habrá hecho el bueno de don Íñigo…

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