Políticamente incorrecto. Más aún: miserable

Guardar las formas, la buena educación, es algo que va más allá de evitar el insulto (el de verdad) y la ordinariez. De todos modos, todos tenemos momentos en los que el insulto asalta nuestros labios y nos faltan reflejos para morderlo justo en su nacimiento. Indignados, o dolidos, soltamos un "hijo de puta" o similar, en público o en privado, del que luego (sobre todo si ha sido en público, curioso) nos arrepentimos con más o menos contundencia.

No es mi caso, pues son contadísimas las ocasiones en las que se me escapa algo más que un "joer". Pero sí me acuso pecador de otras maldades. En esta entrada de Elentir en Batiburrillo le dediqué unas palabras mordaces a Pilar Manjón (quien acaba de de volver a dar muestras de su incapacitante inestabilidad emocional y psíquica), no en el olvido de que es madre que ha perdido un hijo, sino precisamente por ello:

Esta mujer, indudablemente, o es víctima de su psicoterapeuta o es la que le vende los porros a Jose Luis. Fíjate, no es que diga que la sentencia no será válida por obviar el tema de Irak (tema político donde los haya) no, es que dice que si se hace así, la sentencia será "política". Maneja un cacao mental impresionante. Yo creo que es el psicoterapeuta que no termina de dar con las pastillas adecuadas 🙂

Este comentario, ya digo que mordaz y oscuramente humorístico, ha merecido la ira de Yop, quien no duda en abandonar el campo de la ironía para entrar de lleno en el del insulto, acordándose de mi madre a quien no conoce. No tiene la más mínima intención de preguntarme por los motivos que me mueven a hacer tal comentario. Ni por su significado. Ignora hasta dónde soy yo ignorante de las circunstancias de la señora Manjón o si la veo cada vez que viajo a España. Pero ello no le impide dictar sentencia y llamarme "hijo de puta".

Para Yop he dejado de pastar en el campo de lo políticamente incorrecto -se puede ser mordaz y usar el humor negro con el Che, con Zapatero, con Aznar, con Maleni, con cualquier homosexual, con el Papa, con Alá, con Bush, con Stalin, con Blanco, con Zaplana, … sin salir de la bufa- para entrar definitivamente en el lodazal de lo miserable. A Pilar Manjón no se le puede decir nada.

Soy perfectamente consciente de que esta forma aparentemente indiscriminada de repartir burlas y soflas me cuesta más de un lector y más de un enlace en otros blogs, preocupados todos ellos por no verse mezclados con el miserable de Luis, ese tipo insensible y maleducado de "Desde el exilio". Pero qué le voy a hacer. Desde el día en que decidí abrir el blog asumí las consecuencias que de ello se podían derivar.

Queridos (y no es una fórmula retórica) lectores, les pido un favor: no duden en amonestar a este que aquí escribe cuando lo crean necesario y oportuno. En privado o en público, como prefieran. Este viejo pellejo sabrá aceptar la crítica y estará, en la mayoria de los casos, agradecido por ella. Pero les ruego ignoren a mi madre. Ella no tiene la culpa de lo que ustedes crean mi insensatez.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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9 comentarios

  1. Pero a que a tí no se te ocurre insultarme?

    Seria algo asi como insultarte solo por el hecho de ser humano. Que te digo? Eres un pedazo de humano de cojones?

    En fin, gracias por la aclaracion… no estoy especialmente de acuerdo con esa forma de ver las cosas, puesto que la forma en que Alcaraz usa su posicion no me parece la mas adecuada ni acertada. Pero, claro, en mi caso, puede ser porque a uno lo he visto mucho mas en los medios que a la otra.

    Eso si, mantengamos la casa sin abrupteces, que es mas agradable asi.

  2. Jordi, probablemente no te equivoques. Probablemente sea mi subjetividad la que me traiciona. Probablemente mi aprendida tendencia a defender a quien todos atacan y despreciar a quien inmerecidadamente goza de los parabienes del «aparato». Me temo que las meadas fuera del tiesto de Alcaraz son menos corrosivas y más próximas a «su problema» que las de Manjón. Pero ya digo, es puritita subjetividad. Pero a que a tí no se te ocurre insultarme?

  3. Luis, hay una cosa que no me acaba de cuadrar de tu comentario sobre Manjón. Me da la impresión de que el espíritu que es defensa de una víctima como Alcaraz unas entradas más atrás se pierde cuando se trata de Manjón. Por lo poco que sé de ambos asuntos, no me parece que una haya meado más fuera de tiesto que el otro.

    ¿Me equivoco?

    Un saludo.

  4. [Recuerdando cierta emboscada que le tendí a uno de nuestros «educadores para la tiranía» peor humorados:]

    «Constantemente se ha dado la paradoja de que los modos más airados e intransigentes de reacción colectiva ante expresiones y comportamientos se suelen producir respecto de los que no son éticamente demasiado relevantes, [es decir, ni “buenos” ni “malos” y desde luego sin tener en cuanta la culpabilidad del agente, casi se considera peor no ser culpable y actuar de buena fe de tal modo…] o, a lo sumo ligeramente impertinentes o tenidos por indignos de tal persona o de su circusntancia según ciertas sensibilidades.

    Así, reciben una sanción social mayor que las actuaciones intencionadas gravemente destructivas, que a veces despiertan admiración y resultan de buen tono, y en algunos casos se hacen legalmente obligatorias, como sucedió en su momento con el duelo a pistoletazo limpio o con ciertos procedimientos “agitativos”, judiciales, financieros o de la administración pública actualmente…

    Pues bien, todo este rasgarse de vestiduras en personas – no digo ahora que Yop sea de esos – que se encogen de hombros ante las bobadas sectarias de lo suyos, de un Rorty, por ejemplo:

    «We are going to go right on trying to discredit you in the eyes of your children, trying to strip your fundamentalist religious community of dignity, trying to make your views seem silly rather than discussable.»

    …recuerda el cinismo de la buena sociedad londinense que abandonaba la ciudad para no respirar el mismo aire que el pobre Wilde.»

    [Je, je].

    Por otra parte, como espectador, reitero, hay que calcular muy bien cómo no herimos la sensibilidad o el amor propio del otro, a fin de dejar abierta la posiblidad de una conciliación estratégica.

    Cuando se ha producido un roce demasiado áspero con alguien, y a veces por muy poca cosa, su propio sentimiento de dignidad le impedirá ya en adelante avenirse con nosotros amistosamente para cooperación en intereses comunes.

    [Puede llegara preferir disminuirlos, o arriesgar su logro, antes de tratar con nosotros como si nada huibiese pasado.]

    Y lo peor es cuando ni siquiera quiere reconocer que se ha sentido ofendido o molesto, por lo que esto pudiera tener de susceptibilidad, que es un defecto.

    [Cierto tipo de gente nunca querrá reconocer que tiene el más mínimo defecto, siempre será el otro el que lo imagina o malévolamente se lo atribuye.]

    La cortesía no cuesta nada, a poco que uno se controle sin demasiada tensión; pero hay quien está acostumbrado a soltar su mal humor de inmediato, a veces sólo en los adjetivos y adverbios que inconscientemente selecciona, y así hiere sin necesidad al otro.

    PD.- … O hablar del otro en 3ª persona estando él/ella delante…hay tantas maneras de cagarla que una vez hice una lista :-P)

  5. Pues ha vuelto a montar el pitote la señora esta. Creo que más allá de la mordacidad puede tener algún sentido tu comentario.

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