El socialismo lerdo. Hoy: el ejemplo francés

El Presidente de la República, Nicolas Sarkozy, decide nombrar Ministro de Asuntos Exteriores a un socialista reconocido: Bernard Kouchner. El cofundador de Médicos Sin Fronteras ha tenido que justificarse en público (lean su artículo en Le Monde – el enlace sobre su nombre-) y todo porque el PSF ha reaccionado como sólo cabe esperar de un partido socialista y pueblerino: lo han explusado del partido (invitado a marcharse, dirán otros). Es el socialismo lerdo europeo.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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3 comentarios

  1. Es la diferencia entre los demócratas de verdad y los de boquilla. A los señores de arriba en los corrillos socialistas se les ve el plumero antidemocrático pocas veces (lo disimulan muy bien), pero cantan de vez en cuando. En estas cosas, por ejemlo.

  2. La pregunta que hay que hacerse es ¿por qué siempre hay socialistas nombrados por gobiernos de derechas -por ejemplo, Múgica por Aznar o los famosos anuncios protagonizados por Ana Belén para la Comunidadde de Madrid- y nunca al revés? Y ¿qué pasaría con el Presidente socialista que nombrara a alguien de derechas frente a sus votantes? 😉

  3. Eso es verdadero talante y ejemplo de pluralismo y no el de otros socialistas lerdos del sur, que firman el Tinell para echar a la derecha a los cocodrilos!
    ¡Que elegancia y generosidad monsieur Sarkozy!
    Cómo escuece a los sectarios una medida así.
    ¿Cuántos buenos socialistas en España podrían formar parte de un gobierno liberal de derechas?
    La lista sería muy larga y estaría repleta de lo mas honrado e inteligente de este partido partido que tanto daño está haciendo a España.
    Pero, ¿ qué hemos hecho para merecer esto?

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