Nacionalismo versus patriotismo

En más de una ocasión me he definido en este blog como un patriota. Es cierto que no le doy tanta importancia a los símbolos (Himno, Bandera, …) como mis cobloguers Aleon o AMDG, pero creo sentir mi patria igual que lo hacen ellos. Andaba yo buscando las palabras precisas para expresar esta y otras cosas, cuando me encuentro con un magnífico artículo en Bye, Bye, Spain (vía Alianza de Mamones):

El nacionalismo español que todos los que hoy vivimos en España hemos conocido directa o indirectamente es el que forjó el franquismo para poner el pie su partido único, el Movimiento Nacional, y la consiguiente sociedad única que impuso durante décadas.

Tomando ideas de aquí y de allá, recogiendo principios del pensamiento europeo más reaccionario, tomando prestados fragmentos deshilvanados de las corrientes peninsulares más tradicionalistas y conservadoras, recurriendo a grupos como Falange y todos los que apoyaron al bando “nacional” durante la guerra, se conformó un seudopensamiento con el que justificar el régimen.

El nacionalismo del franquismo (el españolismo en su peor acepción), seguía las corrientes de la época y se fundamentaba en la idea étnica de nación, una concepción teórica propia del siglo XIX que sirvió para construir la retórica del régimen. Lo español, la raza, las esencias identitarias primigenias servían para justificarlo todo.

(…)

Hoy nada es igual que hace 30 años salvo… el nacionalismo. Mientras los nacionalistas españoles se han quedado reducidos a cuatro gatos mal contados que no representan ya a nadie y no tienen el menor peso en nuestra vida colectiva, los nacionalismos periféricos han renacido con fuerza sostenidos exactamente por los mismos principios que sustentaban al nacionalismo españolista del franquismo.

Frente a los nacionalismos étnicos decimonónicos como el franquista, o el nacionalismo catalán, o el vasco, o el gallego, o el canario, o tutti quanti, ligados a la identidad de lo diferente, del territorio, de la lengua, en definitiva de la raza, quienes nos declaramos no nacionalistas hemos adaptado un patriotismo cívico que se fundamenta única y exclusivamente en las leyes. Nos da igual los metros que tenga una bandera. De hecho no es imprescindible bandera alguna. Pero reivindicamos los derechos y deberes en igualdad de condiciones y la ley decidida por todos y por encima de todos como fuente de legitimidad. A eso le llamamos Constitución. A eso le llamamos patriotismo.

Si añado que la Constitución y sus posibles alteraciones son exclusivas de la voluntad de todos, ya saben ustedes lo que pienso.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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6 comentarios

  1. Alberto Octubre 13th, 2005 2:13 :

    ¿Centralista? ¿Has oido hablar de las comunidades autónomas?

  2. > defensa de unas libertades y derechos que llevo mucho tiempo recuperar

    Yo no estoy de acuerdo. Considero que la constitución española es demasiado centralista. ¿Qué libertades recupera? Hace siglos que se perdieron en este país algunas libertades y la constitución aún las niega. España es un país al que los primeros Borbones le impusieron un centralismo a la francesa. El centralismo no es típicamente español. Desde cierto punto de vista no hay cosa más antiespañola que ser centralista en lugar de federalista o confederalista. Y la constitución es centralista. Es muy antiespañola, en mi opinión. Todas las concesiones autonomistas que se hacen son con cuentagotas.

    Entonces no sé porque tanto revuelo con la reforma del estatuto catalán (que puede gustar más o menos, a mí no me gusta nada que tenga que ver con las leyes de Estados) pero que está más en consonancia con la tradición política genuinamente española que lo que tenemos ahora que es una mezcolanza de un estilo francés con algo de autonomismo conseguido a base de mucha presión.

    Si existe el patriotismo español, lo lógico es que sea federalista y multiculturalista, no centralismo en torno a Madrid.

    Los catalanes no todos son independentistas (cosa que también me parece legítima pues reconozco el derecho de autodeterminación). Simplemente muchos quieren volver a la situación pre-borbónica. Son grandes patriotas españoles desde mi punto de vista. En mi opinión mucho más que algunos que habitualmente presumen de españoles cada día.

    Hay que aprendeder a diferenciar entre nacionalismo y patriotismo. Por aquí se habla de ello en una parte (aunque el artículo va de otra cosa). Los catalanes serían patriotas y gente como Franco nacionalistas.

    Después está el independentismo, tema más complejo ciertamente, porque igual unos quieren indepencia y otros no. Pero muchos catalanes no creo que quieran llegar tan lejos.

    No soy catalán. Esa es un poco mi opinión. Y puedo decir que cuanto más descentralizado esté algo mejor. Para mí una descentralización a nivel de comunidad autónoma es poca, por gustarme me gustaría una segunda descentralización desde las autonomías a los municipios que son las amdministraciones más cercanas al ciudadano.

  3. Alberto, sabes lo duro que es defender según que principios sin que te coloquen una etiqueta. En esta casa imagino que la etiqueta de «fascistas» está grabada a fuego. No importa. Acaso hemos de renegar de lo que sentimos, de lo que pensamos? Sabemos que las nuestras no son posturas fascistas, pues creemos profundamente en la democaracia, en la libertad individual y en el principio de justicia para todos.
    No creer en las asimetrías a la hora de estructurar un estado…es fascista? Antiliberal?

  4. Te comprendo perfectamente. Es lo mismo que pienso yo. Con la diferenciade que no tuve ocasion, por mi edad, de conocer la epoca de la dictadura. Para mi, la defensa de España y la Constitucion no tiene nada que ver con la defensa de «media España» alguna, sino la defensa de unas libertades y derechos que llevo mucho tiempo recuperar. Es la representacion mas cercana a la libertad para aquellos que vivimos en España con independencia de nuestros sentimientos e ideas mas personales,sobre todo si se compara con los movimientos politicos y sociales que tratan de asaltarla, que en ningun caso buscan mejorar lo presente sino destruir todo aquello que ha sido positivo para la convivencia.

    Y sobre los simbolos. No son mas que representaciones o alegorias de elementos facticos. Frente al asalto de estos simbolos bien para subvertirlos o destruirlos, podemos hacer dos cosas: a)inhibirnos o sustituirlos por otros b)luchar para que representen libertad y justicia.

    Esta ultima es mi eleccion y es por eso que en la carrera me ido decantando por el derecho constitucional, al observar como progresivamente desde el mundo intelectual universitario se trata de tirar por tierra todo lo conseguido. No se si sera un poco tarde para salvar algo pero creo que merece la pena intentarlo.Y si eso supone ganarme el calificativo de «nacionalista» español por parte de mis oponentes, pues me da igual. Si por liberal ya soy un «fascista».

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