Los derechos de todos

Hay motivo. Lo dicen Sheij Munir, Imam de la Mezquita de Madrid; Jacobo Israel, de las Comunidades Judías de España; José María Baena, de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas, Dimitri Tsiamparlis, vicario general en funciones de la Catedral Ortodoxa Griega en Madrid, José Ramón Losana, Presidente de la Federación Española de Familias Numerosas, Inmaculada Núñez-Lagos, presidenta de FAPACE, Josep Miró, Presidente de E-Cristians, Fernando Cortázar, miembro del Pacto por los Derechos y Libertades, Ignacio Arsuaga, Presidente de Hazteoir.org, Ezequiel Puig-Maestro, Secretario ACdP, Eduardo Hertfelder, presidente de Instituto de Política Familiar, Antón Peña, presidente de la Plataforma Cívica en Defensa y Promoción de la Familia, José Antonio Sánchez Magdaleno, Presidente del Instituto de Iniciativas de Orientación Familiar, Carlos Cremades, Presidente de Unión Familiar Española, Daniel Arasa, Presidente del Grup d’Entitats Catalanas de la Familia y Mercedes Coloma, miembro de la Asocación de Familias Numerosas de Madrid.

Si en España, pais de egoístas a lo que parece, se unen asociaciones católicas, protestantes, judías, musulmanas y laicas es que tienen algo realmente importante que decir:

«Hasta el momento, el Gobierno se ha negado a escucharnos y pretende consumar la aprobación de una ley que consideramos un gravísimo atentado a los derechos de los menores y de la familia. En este sentido, la manifestación pretende ser un paso más en el clamor de una parte importante de la sociedad española para que sus ideas y convicciones sean tenidas en cuenta a la hora de legislar.

Asimismo, la movilización social tiene como objetivo defender el derecho de los menores a tener un padre y una madre, y el matrimonio como institución específica para la unión entre un hombre y una mujer, y apoyar, en consecuencia, la Iniciativa Legislativa Popular del Foro, que ya ha presentado más de 600.000 firmas.»

La manifestación tendrá lugar el sábado 18 de junio y recorrerá las calles de Madrid, desde la Plaza de Cibeles a la Plaza de Colón.

Desde aquí nuestro apoyo más absoluto. Yo, por mi parte, me sentiré representado por los lectores de «Desde el exilio» que decidan acudir a la cita.

Para más información: HazteOir.org

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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15 comentarios

  1. Marzo,

    es obvio que la generalización de la homosexualidad en una sociedad la haría desaparecer. Intentar salvar la vida de un amigo no hace desaparecer sociedades, que yo sepa, salvo que el intento sea suicida de necesidad.

    Pues eso, una sociedad ocn déficit de nacimientos y que se dedica a proteger la homosexualidad está afectada por una falsa conciencia suicida.

  2. Spanish Expatriates: vale, no hubieran nacido. ¿Y?

    Porque tampoco hubieran nacido si sus padres hubieran muerto jóvenes por salvar la vida de un amigo, y no por eso vamos a estar en contra de salvar la vida de los amigos; digo yo.

  3. Todos somos hijos de un hombre y una mujer; Zerolo , Lopez-Aguilar y Almodovar no se dan cuenta de que si sus padres hubiesen seguido sus doctrinas ellos no habrian nacido. Y no quiero pecar de radical.

  4. El matrimonio es una institución social que tiene como fin proteger la reproducción de la vida (y por tanto de la sociedad) cosa que lleva actualmente unos 20 años de crianza.

    Lo que nunca podré comprender es que haya gente tan mentecata (del latín: mente captus) que crea que se trata de proteger el amor romántico (un invento del otro siglo) o el placer sexual. Creo que solo hay una decision legal peor que institucionalizar el matrimonio homosexual: penalizar la homosexualidad.

    Ya veréis cómo después de todo este ruido no se casa ni uno de estos.

    En fin, les pongo el epitafio sugerido por Quevedo: «si honrar quieres su memoria, dí que goce de mierda y no de gloria».

  5. Pero aun si fuerais la mitad, Manu, no cambiarías de opinión, ¿verdad?

    Pues eso.

  6. Yo iré al Orgullo de este año. Me da a mí que vamos a ser el doble que en la del 18 de Junio. 😉

  7. Vamos a ver. ¿Por qué un matrimonio tiene, en su conjunto como pareja o como familia, ventajas fiscales y legales? Esa es la principal pregunta que nos tenemos que hacer. Y la respuesta es sencilla: el matrimonio se entiende con una finalidad última, la de crear descendencia. (Y no solo cearla, sino alimentarla, educarla y prepararla para que algún día sean entes independientes y productivos). Todo ese engranaje es imprescindible para que una sociedad siga funcionando tal y como la conocemos. Y todo eso lo hacen el papá y la mamá de gratis, sin que nadie les pague nada por sus servicios. Por eso, la sociedad gratifica en forma de exenciones fiscales, simplificaciones, facilidades, pensiones de viudedad, pensiones de orfandad, descuentos fiscales a familias con hijos, transmisiones hereditarias con lógica legal, y un largo etcétera, a esa pieza imprescindible de la sociedad y a ese trabajo que realiza, y que por otro lado nadie le obliga a hacerlo. Huelga decir que yo formo parte de esta sociedad, que estoy de acuerdo con esa gratificación-agradecimiento y que parte de mis impuestos se dedican a ello.
    Siguiente pregunta: ¿Por qué coño una pareja de homosexuales tiene que recibir todas estas ventajas? Ni matrimonio ni mismos derechos. Que registren su unión, de la misma forma que la puedan registrar dos compañeros de piso, y que si quieren puedan realizar la declaración conjunta de la renta. Y basta. Porque la razón principal por la que deberían tener los mismos derechos que un matrimonio pasa por tener los mismos deberes, y estos no los pueden cumplir por estricto impedimento biológico. El caso de una lesbiana inseminada entraría en un criterio personal de opinión: puede realizar biológicamente la descendencia pero, en mi opinión, no puede, junto a otra mujer, dotar de los elementos necesarios para un correcto desarrollo del individuo, con lo que a la postre nos encontraríamos no con ente útil y capaz, sino con una célula social desestructurada y desestructuradora.
    Caso 2: familia monoparental por viudedad o divorcio. En el caso del divorcio, la sociedad ya se encarga de retirar todos lo derechos que, como familia, les habían sido concedidos. Por viudedad: las familias en esta situación caen en una debilidad potencial de facto, más allá de su voluntad. Caben incluso más ayudas y gratificaciones (por ejemplo pensiones de viudedad).
    Caso 3: matrimonios que no pueden tener descendencia. Esto no contradice el concepto natural de matrimonio. Se produce una dramática situación más allá de la voluntad de las partes. Por eso no se les pueden restringir derechos (sí evidentemente los que tienen relación con los hijos).
    Caso 4: matrimonio que no quiere tener hijos. Sigue sin influir en el concepto, puesto que es una excepción. Habría, en todo caso, que buscar una razón por la que esta pareja se une en matrimonio, incluso verificar si se está cometiendo un fraude (hay diferentes finalidades fraudulentas: conseguir la nacionalidad, comprar un piso con bonificaciones fiscales, etc)

  8. Luis I.Gomez,
    Creo que eres un poco iluso si crees que esta movida del matrimonio gay(que pena que se hayan apropiado de esa palabra)se ha producido debido a la intromision del estado en los asuntos fiscales del matrimonio.Esas intromisiones estaban garantizadas a las «relaciones de analoga afectividad».Te recuerdo lo de los famosos registros de «parejas de hecho».
    Tal y como esta el concepto de matrimonio y de adopcion es completamente irrelevante la cuestion del matrimonio homosexual para mi.
    Tampoco entiendo como reivindican los evangelicos junto a los muslimes.Hay evangelicos homo que siguen siendo sacerdotes.Creo que los wahabis lapidan aun a los sodomitas.

  9. como bilbaino trabajador incluso en sábado, dudo que pueda ir a la manifestación. pese a ello todo mi apoyo a los convocantes y asistentes. El matrimonio es la unión sexual de dos personas de distinto sexo. Lo demás son experimentos sin sentido y sin necesidad alguna existiendo la ley de parejas de hecho, que quizá deba ampliar sus ventajas.

  10. Muy buena réplica, Luís, la suscribo. Lo único que te matizo es la ligera falta de claridad en el planteamiento básico: creo que hay que decir claramente que el derecho a que se reconozcan sus uniones (para defender sus derechos) no les da derecho al matrimonio, la institución tradicional de unión de hombre y mujer. Digamos claro que están con el discurso demagógico de mezclarlo todo como método de lucha contra sus enemigos políticos: les importan un pimiento los derechos de nadie, pero como la derecha está por la defensa de la institución matrimonial ellos están por derribarla «para que se note» que son diferentes, eso sí, insultando y haciendo insinuaciones groseras y falsas de que los que no les damos la razón estamos contra los derechos de cierta gente, los homosexuales en este caso.

    El asunto es tan viejo como la propaganda. Y no tienen ideológicamente otra cosa que el humo de la propaganda.

  11. No es que no lo apoye, es que lo niega. No lo digo porque hable en su nombre sino porque se deduce: muchos creemos que no tienen derecho al matrimonio. A lo que tienen derecho es a que en sus uniones, los miembros de la pareja tengan algún tipo de defensa contrato mediante. Defiendo, seguramente como Luís, su libertad de elección en materia sexual y la defensa de los derechos derivados de ejercerla. Esto no tiene que ver con el matrimonio, institución tradicional que tiene determinadas características, excepto para mentes confusas o que tienen ganas de confundir al personal con demagogia barata.

    Es esa manía progre de confundir derechos con libertades, con contratos y con el culo y las témporas.

  12. Aeri, no es cierto. Yo apoyo al 100% el reconocimiento legal de los derechos de las parejas homosexuales. Con lo que no estoy de acuerdo es con la denominación de «matrimonio», tampoco con la de «familia». Para mí un matrimonio y una familia son el fruto de la unión voluntaria de una mujer y un hombre. Ocurre que el estado se autoarroga la autoridad de premiar con ventajas fiscales y legales a quienes declaran su situacion matrimonial y familiar ente él. Esta intromisión intolerable es la que nos ha llevado a la actual situación. Por eso, para que no exista discriminación, apoyo TOTALMENTE el reconocimiento de los derechos fiscales y legales de los homosexuales que viven en pareja. Pero no es un matrimonio ni una familia.

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