Germanico

Germanico

No hay aprendizaje sin error, ni tampoco acierto sin duda. En éste, nuestro mundo, hemos dado por sentadas demasiadas cosas. Y así nos va. Las ideologías y los eslóganes fáciles, los prejuicios y jucios sumarios, los procesos kafkianos al presunto disidente de las fes de moda, los ostracismos a quién sostenga un “pero” de duda razonable a cualquier aseveración generalmente aprobada (que no indudablemente probada), convierten el mundo en el que vivimos en un santuario para la pereza cognitiva y en un infierno para todos, pero especialmente para los que tratan de comprender cabalmente que es lo que realmente está sucediendo -nos está sucediendo.

¿Crisis? ¿Dónde está la crisis?

La constitución que nos dimos a nosotros mismos los españoles, hace ya tres decenios y pico, no ha cumplido su función: poner freno al poder que se deriva del juego electoral en democracia. Se tiende a considerar erróneamente, como señalan los hacendistas Buchanan y Brennan en algunos de sus trabajos, al ciclo político democrático como una adecuada cortapisa de los excesos gubernamentales: si un gobierno se pasa, el electorado “le bota”. Por contra, lo que sucede en nuestro país, dramático ejemplo del despotismo ejercido por las mayorías, es que los excesos del gobierno, que se convierten en abierta manipulación de la realidad, no hacen que el electorado cambie sus preferencias. Esto se debe a lo que podría denominarse en términos económicos como una gran inelasticidad del voto respecto a la gestión gubernamental de los asuntos públicos, que sería debida a una fatal falta de seguimiento crítico por parte del electorado del trabajo desarrollado por sus representantes electos. A esto se le puede añadir que el voto se ejerce cada cuatro años, lo que impide un control exhaustivo y cotidiano de la cosa pública por parte de los ciudadanos.

El legado de Descartes

Descartes cometió varios errores, que hoy la ciencia está poniendo de manifiesto. Primero trató de contradecir la fórmula socrática del solo sé que no se nada con una certeza que nadie pudiera atacar: su pienso luego existo. Después dividió la…

Smolensk y la memoria

Traud Junge, la que fue secretaria de Adolf Hitler en el período final del nacional socialismo, escribió y reescribió las memorias en las que más tarde se basaría la polémica película El Hundimiento. Los historiadores han encontrado en sus escritos…