Javier Marías se asombra en un artículo escrito para El País de que el PP gane votos en sus feudos, en las elecciones europeas, a pesar de las acusaciones de corrupción que han recaído sobre sus líderes. Para parecer moderado comienza por lo tremendo:
¿Qué significaría esto? ¿Que a los votantes del PP les parecen bien la corrupción, el soborno y el latrocinio disimulado? ¿Que, si no bien, les parecen normales en política, una especie de “impuesto bajo mano” que nos cobran quienes nos gobiernan? ¿Que, por lo tanto, cada uno de esos electores obraría de la misma forma -corruptamente- de tener un cargo en un ayuntamiento, una diputación, una Junta, una Generalitat o el Gobierno central? ¿Significaría que cuantos han votado al PP, al menos en sitios como Madrid o Valencia, son timadores en potencia, puesto que aplauden y dan el beneplácito a quienes tienen todas las trazas de serlo? ¿Que son gente intrínsecamente inmoral, y que en el fondo envidian a los listillos que han sabido aprovecharse de la política para engañar, rapiñar, colocar a parientes y hacer y recibir favores ilícitos o en todo caso sucios, muy sucios? ¿Que una considerable parte de los españoles son aspirantes a ladrones y admiran y premian a quienes ya han alcanzado esa meta?
Después de ello pasa a sugerir, para parecer imparcial, pero sin nombrar partido alguno, que también en otros pasan estas cosas:
Incluiría entre ellos a numerosos votantes de otros partidos: pertenezcan al que pertenezcan los alcaldes y concejales a los que en cualquier localidad se acusa de corrupción, la reacción de los vecinos suele ser de apoyo incondicional al encausado -o ya condenado- y de ira contra el fiscal, juez, periodista o policía que hayan destapado el caso.
Finalmente, para parecer un fino analista, un profundo psicólogo y una persona cabal, equilibrada y madura, así como crítico, da su brochazo final con la brocha gorda:
Es lo propio de muchos niños y de muchos ancianos: niegan la realidad adversa y prefieren no enterarse. Aún es más: precisamente para contentarlos y no darles disgustos, los adultos tienden a ocultarles las malas noticias y a engañarlos. Para los políticos no existe nada mejor ni más cómodo que esto: un electorado infantilizado o ancianizado, que pide a gritos que se le mienta y anuncia que se creerá las mentiras.
Mira Javierín, sé que te costará entenderlo, pero algunos somos críticos, enormemente críticos, por eso preferimos cien veces las corruptelas y liberticidios menores del Partido Popular a la gran corrupción y desmesura en el gasto y en la imposición de los socialistas, de ese partido que tú no nombras que es el PSOE. Como no tenemos elección en las elecciones, ya que no hay ningún partido que nos represente ni medianamente con la más mínima posibilidad de ganar, elegimos el mal menor, el mal MUCHO menor del PP.
Infantil y gagá será, en todo caso, votar a quien vende aire, utopías, resentimientos históricos, gastos faraónicos, y liderazgos sociales. Si, infantil y gagá serás tú.
Amigo querido, tienes un bonito premio ( http://inesdecuevas.blogspot.com) bien merecido por tu trabajo. Puedes pasar por él cuando quieras.
Enhorabuena, que lo disfrutes.
Abrazos.
Tienes un premio en mi blog
http://occidentealaderiva.blogspot.com/2009/07/premios-dardos-y-letras-magicas.html
Pablo, me alegro de que coincidamos tanto y tan bien.
Amiga Anónima, le ha salido un hijo tonto, como a Marco Aurelio.
Noel, Chávez tiene varias carreteras distribuidas por todaaaa su famila. Y unos cuantos centros de Salud. En estepaís lo que no se ve es lo preocupante, aunque lo que se ve, esa puntita de iceberg de incompetencia y corrupción sea a la par hilarante y deprimente.
Hay un «chiste» famoso sobre políticos..
Va un ministro español a ver a su homólogo alemán. Cuando llega a la casa del ministro alemán, el español se sorprende.
– ¿Cómo puede ser que tengas esta casa con el sueldo que tienes? – le pregunta.
– ¡Jajajaja! ¿Ves esa carretera? – el alemán abre la ventana y señala una carretera próxima a su casa.
– Sí, la veo – responde el ministro español con curiosidad.
– Pues… ¡toma comisión!
Un año más tarde, el ministro alemán le devuelve la visita. Gran sorpresa se encontró cuando llegó a la casa del español: tenía una casa aún más asombrosa que el, y eso que el español aún cobraba menos.
– ¡Vaya! ¿Y esta pedazo casa que te has montado? ¿Cómo la has podido pagar?
– ¡Jajajaja! ¿Te acuerdas de la carretera que me enseñaste cuando te visité?
– Jejeje, sí, me acuerdo de esa conversación.
– Pues bien, mira -el ministro español abre una ventana, y señala con el dedo a un territorio lleno de hierbajos.- ¿Ves la carretera?
– Mhhh… pues no, no la veo. -responde el alemán con cierta confusión.
– ¡¡JAJAJAJAJA!! ¡Pues claro que no la ves! ¿Para qué voy a cobrar una comisión si puedo llevarme la carretera entera?
Pues eso, que todos roban. La diferencia está en si al menos hacen algo, o si simplemente no hacen nada.
Con el gran hombre y pensador que fue su padre, Julián Marías, este hijo Javier no le llega ni a la suela de los zapatos.
Es básicamente lo que yo pienso.
La presunción es de culpabilidad desde el principio, desde que se levanta el primer dedo acusador, el primer dedo sicofante, para todo aquel que «huela» a derecha, y de inocencia más allá de toda evidencia para todo aquel que se venda a si mismo como de izquierdas.
Así son las cosas y así se las hemos contado.
De todas maneras, sin dudar que el Bárcenas sea un chorizo, que Camps un capullo por jugarse su carrera por 5000€, y Mariano un lerdo por no zanjar el tema en el minuto uno, lo que no se puede es CONCULCAR la PRESUNCIÓN de INOCENCIA! Que a mí es lo que me molesta de todo… Hasta que no se demuestre lo contrario, la persona no debe ser linchada. Y si no, apaga y vámonos.
Creo que no es cuestión de pedir igualdad en el linchmiento público previo, si no, como medida preventiva, al político que detente cargo y sea acusado de cosas así, se le aparta temporalmente del cargo, hasta que la causa se dirima. Pero eso sí, que se dirima en un mes, no en 6!!!!
Y sí, sin duda, el caciquismo rampante Chavesí, Bonil e Ibarrense, junto con la reciente adición del nazi Montillero, debe ser criticado más duramente que estas otras cosas. Y lo que es de todo punto inaceptable es que se me niegue el pan y la sal por no hacer caso a «los argumentos de autoridad» y las decisiones de «mayorías cualificadas».
Si, creo que pones el ejemplo perfecto, Spartan. Lo de Chavez apesta a kilómetros, pero los receptores olfativos de los progres patrios no lo huelen ni a milimetros.
Si es que….. tenemos Barcenas y Camps del desayuno a la cena. Hasta la «nueva COPE» dice que el asunto hiede …….. aunque luego en las entrevistas no les de mucha caña, la verdad. Pero lo de Chaves….. ¿que? No veo yo a nadie muy escandalizado, ni a PSOE ni a PP.
Bueno, también tiene culpa el PP por andarse con chorradas. Si tuvieran la casa limpia, se podrían dedicar a denunciar estas cosas…. o no.
Mejor no llevar la lógica de Marías hasta sus últimas consecuencias…..pues incurriremos e flagrantes e insalvables contradicciones.
Y además robó, roba y robará a manos llenas, o sea el PSOE.
El caso es que yo veo cierto sentido en el razonamiento del prohombre del régimen, siempre que llevara hasta el final sus consecuencias lógicas. Es decir, cabe atribuir al votante pepero infantilismo o ancianidad….si atribuimos al votante sociata una deficiencia mental profunda, acorde a lo robado y asesinado (con sentencias judiciales firmes, no con «trazas» como el mismo dice).