Cuando Jesús comenzaba a difundir la palabra de Dios hizo una especie de proceso de selección de personal para escoger a sus discípulos. Pedro y su hermano Andrés eran pescadores, Mateo era un hombre rico que lo dejó todo para estar con Jesús, Felipe era predicador, y Judas Iscariote un Mario Conde de la época con contactos en casi todas partes y un patológico exceso de codicia. Los resultados son incalculables, incluso pasados 2.000 años. Ha sido motivo de las guerras más espantosas (en el mejor de los casos, en otros sólo era avaricia) y de la inspiración de muchas personas de buen corazón que salvaron la vida de millones de personas y que formaron parte de las raices de nuestra civilización.
El problema de mitificar a la gente es que te impide ver con un poco de objetividad lo que realmente pudo haber ocurrido. Un ateo malpensado y cínico como yo pensaría que Mateo fue víctima de una especie de secta de las que te saca el dinero por un Dios que no existía, Felipe un predicador que se creyó su propia mentira y Judas un claro exponente de la mentira de Jesús. Huelga decir que una cosa es ser ateo y otra bien distinta empezar a decir idioteces basándose en algo que no se parece en nada parecido a la palabra rigor.
Dos milenios después, el nuevo hijo de Dios repite el proceso. Barack Obama ha decidido que la palabra del gran Dios Socialdemocracia (al cuál le recomiendo encarecidamente que se cambie el nombre por otro más comercial) se difunda y ha puesto a sus discípulos (a fin de cuentas, los embajadores son los representantes de la «palabra» de los Estados en el extranjero) a trabajar. Y, cual seguidor de las enseñanzas de Jesús, ya ha escogido a personas aptas para su causa. Por ejemplo, ha seleccionado a un teólogo como su apóstol en el Vaticano, a un experto en crisis y estados fallidos para México… y a un ex-militar y alto ejecutivo de la industria armamentística norteamericana para Arabia Saudí.
Lo bueno de estar en el siglo XXI es que la razón se impone a la religión. Si, por poner algunos casos, Aznar, Sarkozy, Berlusconi o incluso Bush hubiesen puesto en el cargo a uno de los militares responsables de las acciones de la Guerra del Golfo y alto ejecutivo de una multinacional armamentística como embajador en Arabia Saudí, estaríamos hablando del chanchullo y la corrupción en el mundo de las relaciones internacionales. Pero viendo la escasa repercusión que ha tenido este hecho en los medios, igual es que Obama sí tiene algo de mesías.
Es aún peor…
Crispal: A tí por el post. A fin de cuentas, es lo que ha servido de inspiración. Y sí, momentos intereasntes nos va a dar, de modo que mejor que recarguemos las baterías del buen humor antes de tirarnos de los pelos.
Juano: No seamos tan así. Una cosa es, por ejemplo, España, y otra muy distinta Estados Unidos. Siempre puedes reirte un rato con los cachondos de The People’s Cube. No hay que ponerse así. Me preocupa mucho más que casi todo el mundo se tome a Obama como «la gran esperanza». Que se sepa, no ha conseguido resolver ninguno de los problemas teóricos de la socialdemocracia, por no hablar de los prácticos.
Les dejo esto hasta que tenga más tiempo para estar por aquí…
Si fueran frases de Bush estarían por todos los rincones de la red con fotos graciosas…
Gracias por el enlace. Creo que Obama nos va a dar muchos momentos interesantes a los blogueros.
Yo creo que el Hijo de Dios tiene su propio plan. No desvariemos: Zapatero es sólo un mediocre con suerte.
Lo que no sabe Obama es que ZP le ha nombrado apóstol para asuntos estadounidenses. Y lo esta haciendo bien, el muy cabrón.
Saludos!!