Si hay algo que me ha quedado claro con la polémica organizada desde que el presidente Rodríguez Zapatero anunciara la subvención a la compra de coches es que los representantes del Estado deberían hablar únicamente por el Boletín Oficial que le corresponda. Se anuncia la tarde antes y problema de propaganda resuelto. Los responsables de concesionarios se han tirado de los pelos hasta quedarse calvos por eso de anunciar a bombo y platillo una subvención ocurrida un par de afeitados antes del debate sobre el estado de la nación y se han aburrido como ostras esperanado a que se anunciaran las subvenciones. El cliente, digno heredero de la histórica tradición picaresca hispana, ha esperado pacientemente hasta que se ha publicado oficialmente la medida y se comprará el coche (no confundir con ese usuario pardillo y desinformado descrito en El País).
Ahora que tenemos toda la información gracias a que ha sido publicado en el BOE podemos hablar del tema con un mínimo de rigor. Para empezar: los números: 100.000.000,00€. Cien millones, que se lee mejor. ¿Y de dónde va a salir ese dinero? Pues de la deuda pública:
Artículo 1.2: El crédito extraordinario que se concede en el apartado anterior se financiará con Deuda Pública.
Y es que así, la vida es maravillosa. La única idea que tiene el Estado par llevar a cabo sus planes es, a estas alturas, tirar de deuda. Al menos, tenemos el consuelo de que lo que sobre se lo quedará el Estado para los presupuestos (Art. 2). No obstante, esta Ley viene acompañada de un Real Decreto para leerlo. Empezando por las justificaciones:
El Plan 2000 E tiene por objetivo incentivar, junto con el esfuerzo comercial de los fabricantes o importadores, la adquisición de vehículos, mantener el empleo en el sector de la automoción y estimular la sustitución de vehículos antiguos por otros menos contaminantes, así como contribuir a aunar los criterios de apoyo al sector entre las diferentes comunidades autónomas, el Gobierno de España y el propio sector de fabricantes y concesionarios de automóviles.
El Artículo 2.2 plantea los requisitos necesarios:
Para las ayudas a la adquisición de vehículos de las categorías M1y N1 será requisito necesario que el beneficiario dé de baja definitiva, mediante certificado de achatarramiento por parte del centro autorizado, un vehículo de categoría M1 o N1 respectivamente de una antigüedad mínima de diez años o un kilometraje mínimo de 250.000 kms, si se adquiere un vehículo nuevo o de una antigüedad de doce años si se adquiere un vehículo usado de hasta cinco años de antigüedad.
Asimismo será requisito necesario que el precio de adquisición de los vehículos de categoría M1 y N1 antes de aplicar ninguna ayuda de las contempladas en este real decreto, no supere los 30.000 euros, IVA incluido.
Es decir, que lo primero que hay que hacer es jubilar el coche viejo. Y yo, que no he tenido un coche en mi vida, no puedo beneficiarme de esta «ayuda». Pues vaya. Me pregunto si esto concuerda con la justificación planteada anteriormente. Menos mal que le han puesto un límite a todo esto:
Art. 3.3: El número máximo de vehículos de categoría M1 y de categoría N1 a financiar no podrá superar la cifra de 200.000 para las dos categorías señaladas.
Ésto es tirar el dinero. Y tirar el dinero, por mucho que se esfuerce el presidente, no es sostenible. Da igual que la ley diga que colaborarán las Comunidades Autónomas y los fabricantes. El aumento del precio por parte de los concesionarios es implacable. Estos cien millones son cien millones con los que no vamos a poder contar para negocios que sí serían productivos. Cien millones más el dinero que se gaste la gente en comprar un coche, algo con lo que la gente quedará todavía más endeudada. Desde 2007, el nivel de deuda de las familias se ha reducido su deuda del 130% al 125%, lo cual es, en mi opinión, insuficiente. ¿Es que pretenden endeudarnos todavía más?
PD: ¿No hay ayudas para Pirelli?
Eso pispo me preguntaba yo.
Saludos. E.
Burrhus, querido camarada paquidérmico, ¿habemus bar?
¡Saludos revolucionarios!