No me gusta hablar de noticias. Lo bueno que tienen el BOE y otros documentos oficiales es que no se basan en comentarios políticos ni globos sonda para ver qué ocurre, sino que es cierto. Supongo que de ahí se podría sacar la máxima de que «nada es oficial hasta que sale en el BOE». De hecho, los rumores se extienden casi sobre cualquier cosa. Sin embargo, para el caso, seremos pardillos y picaremos.
Según podemos leer hoy en El Economista:
Trabajo bonificará hasta el 100% los contratos a tiempo parcial
El único requisito es que la persona contratada debe de estar en desempleo «absoluto», según recoge el documento. Aunque con la nueva modificación también se considerarán desempleados a efectos de este programa los trabajadores a tiempo parcial con jornadas muy reducidas, como la del 33% de la completa.
El porcentaje de bonificación será un 30% más que la jornada pactada en el contrato, sin que supere el cien por cien. Así, un empresario que contrate a un trabajador al 70% de la jornada completa no pagará absolutamente nada en cuotas a la Seguridad Social. En cambio, si el mismo empresario contrata a ese trabajador, pero en jornada a tiempo completo, no recibirá ningún tipo de ayuda en la cuotas sociales a pagar.
Otra medida que ya se ha consensuado y está lista para su aprobación es la de reponer la prestación por desempleo a los trabajadores afectados por un Expediente de Regulación de Empleo de suspensión temporal que finalmente sea despedido.
Supongo que esto será para incentivar la oferta de empleo. Oferta que no hay porque casi todas las empresas están cayendo. Baste con ver la marcha del IBEX 35 o los despidos de multinacionales. Pero no por ello deja de ser interesante. ¿Qué consecuencias podría tener esta medida en el caso de que se aplicara? Hay que diferenciar lo que ocurre para las empresas y lo que ocurre para el Estado.
Para las empresas es bueno porque podrán contratar gente sin que les salga por un ojo de la cara. Sin embargo, dudo que esto suponga una solución a los problemas de las empresas. Salvo que lo hagan a lo bestia. Es decir, yo tengo una empresa con 30 trabajadores a jornada completa, los despido y contrato a otros 45 que trabajen lo que me pide la ley para no tener que pagar a la Seguridad Social (que es lo que un servidor haría: todo aquel que no sea totalmente imprescindible fuera y sustituido por dos a tiempo parcial). Ya digo que esto no tiene porqué ser así. Hay otros factores, tales como política de empresa, convenios, importancia de las personas en la compañía y un largo etcétera que lo pondrían bastante difícil, pero en muchas empresas el personal de recursos humanos puede ponerse las botas para hacer políticas retributivas y de selección.
Para el Estado esto puede ser malísimo. Es cierto que la Seguridad Social sigue estando en superávit, pero eso se debe, entre otras razones, a que están más teniendo más paciencia de la normal con los morosos privados y públicos y a las partidas que cada año destina el Estado al Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Pero el paro está creciendo de manera agigantada y las prestaciones aumentan. Si esto aumenta (es decir, el aumento en la cantidad de las prestaciones), puede llegar un momento en el que la Seguridad Social no de a basto. Y si la medida tiene éxito, la Seguridad Social va a recaudar todavía menos dinero. Y el problema no es que quiebre la Seguridad Social, que no es posible por todo el empeño que ponen los políticos y las garantías legales. El problema es que lo que puede quebrar es el resto de instituciones estatales.
En mi opinión, sería una medida muy buena si no fuera porque dudo que el partido en el poder lo llegue a aplicar algún día y a los gastos que tendría que soportar el Estado. Y el Estado no está para tirar cohetes.