No es buen día para Israel

La Comisión Electoral del Knesset (Parlamento israelí) ha decidido prohibir a los partidos árabes participar en las próximas elecciones.  Un minoría importante dentro del estado israelí se ve así excluída del sistema democrático y pierde su voz política. Y ello no es bueno para Israel, ni fuera, ni dentro de sus fronteras.

Es cierto que, más frecuentemente de lo deseable, los representantes de los partidos árabes son para el resto de parlamentarios una contínua provocación, y más en tiempos de guerra como los que corren.  Defienden posturas segregacionistas, denunciando cualquier intento de integración de la población árabe en Israel.  Se dedican a la propaganda pro-palestina y anti-israelí, recibiendo el aplauso y el eco de los paísies árabes del entorno. Se sabe que están integrados en la maquinaria panárabe que domina el oriente próximo y medio. En ocasiones dicen cosas que en otros países democráticos serían tildadas de incitación al levantamiento armado. Durante la sesión de la Comisión Electoral el presidente del partido «Balad» no tuvo reparos en decirle a un  colega parlamentario del partido moderado  «Kadima», «bebeis sangre palestina. Eres un racista». Ahmad Tibi, de la «Lista Árabe Unida» no quiso ser menos y añadió: «Todo voto para Kadima es una bala en el pecho de un niño palestino». La guerra en Gaza es para él un «genocidio».

La grandeza de la democracia israelí se debe en buena parte a que recoge en su seno a la minoría árabe, dándole ese espacio político del que carece cualquier minoría en los países de su entorno. Legitimando declaraciones que en cualquier país árabe costarían la cabeza de quien las profiriese. Por eso ayer no fué un buen  día para Israel, por eso la decisión de la Comisión Electoral es un error grave.

Como ha ocurrido en otras ocasiones, el Tribunal Supremo israelí revocará esta decisión. Es la magia de la democracia y de la separación de poderes. Del respeto a las normas que un pueblo ha elegido para sí mismo. Pero cuando esa decisión llegue será demasiado tarde. La maquinaria propagandística ya habrá dejado bien claro en la conciencia de todos aquellos que viven de titulares pomposos que la democracia en israel es un farsa. Sobre la decisión del Tribunal Supremo leeremos poco. O nada.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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22 comentarios

  1. Llama la atención que escandalice el apoyo de los EEUU a un estado democrático y de valores occidentales y no lo haga en la misma medida el apoyo de los petrodólares de varios países musulmanes al terrorismo y a un no estado de valores totalitarios y contrarios a los nuestros. Si desapareciera el respaldo norteamericano, los que así se expresan ¿qué harían? ¿Aplaudir y ver con gusto el exterminio de Israel?¿Abogarían por abrir las fronteras para asimilar a toda la población judía que tuviera que huir?

  2. Toma ya. Qué huevos tienen. Se habrán quedado a gusto. Desde luego, si ya gozaban de pocas simpatías a nivel internacional, ahora van a ganar más amigos. Pero, claro, como papi Sam les respalda, pues hacen lo que les apetece. Qué verguenza.

  3. La intolerancia de Israel tiene que ceder.

    Dejarse matar, vaya. Con opiniones así, y generalizadas por el mundo entero, no estoy yo seguro que sea un mal día. Me refiero a que Israel es el malo, siempre, haga lo que haga, cuando mata y cuando no mata y cuando no se deja matar y cuando se deja pero no lo suficiente. No hablo de esta prohibición en concreto, sino de la guerra contra sus enemigos (que son los nuestros, aunque campen por nuestras capitales), de lo que hacen y la imagen que da. Da igual, da lo mismo. A veces uno se pone aún más cabrón, y viendo las barbaridades que se dicen, acaba pensando: si da igual, los van a llamar genocidas tanto si matan a un terrorista a balazos como si bombardean una ciudad entera. Ya son, para medio mundo, unos criminales, y lo seguirían siendo aunque arrojaran diamantes sobre Gaza. La propaganda está perdida, el Holocausto, lejos de aplacar odios los aviva, como si el mayor delito de Israel fuera existir, y el de los judíos haber sobrevivido. Son los malos de todas formas, y van a quedar mal de todas maneras, así que por qué no arrasar, por qué no acabar a lo bruto con el enemigo, si las consecuencias van a ser las mismas: alguna resolución de la ONU, y algún millón más de progres en las calles llamándolos genocidas, sólo que al menos entonces tendrían razón. Y qué. A esa gente le importan un carajo los muertos, lo que quieren es tener razón. La única diferencia entre Fatima y yo, es que yo al menos lo reconozco: deseo que, en una guerra, los muertos los ponga el enemigo, que los míos ganen. Y ella también, por eso le exige a un bando que no se defienda.

  4. The Knesset recently passed a new law based on clause 7A of the Basic Law: The Knesset, which outlaws candidates who deny the right of Israel to exist as a Jewish and democratic state

    Imaginemos una ley en cualquier país que no sea Israel que dijera algo así como:

    Queda fuera de la ley un candidato que niegue el derecho de (España, Francia,…) a existir como un Estado Cristiano (o Budista, Musulmán, …) y democrático. Como habrá quien diga que un estado judío no implica ninguna confesionalidad, entonces sustituyamos por Queda fuera de la ley un candidato que niegue el derecho de (España, Francia,…) a existir como un Estado de etnia española … y democrático.

    Estáis tan manipulados por el sionismo que sois incapaces de daros cuenta que aceptáis para Israel lo que nunca aceptaríais para un país occidental. Dais risa cuando defendéis al mismo tiempo el laicismo y a Israel. No os enteráis de lo que Israel representa. Dais risa cuando rechazáis el racismo pero apoyáis a Israel.

    Por cierto Luis, ya pareces adivino, ¿seguro que el Supremo de Israel anulará la decisión de la comisión electoral? Ya veremos.

    • Tiempo al tiempo, Jose María.

      Estooo, en Alemania esa ley existe. Qué cosas, verdad? Sigue el enlace que le pasé al principio de hilo a Gaspar y verás lo «sionistas» que son los alemanes cuando de su democracia se trata. (Lógico, por otro lado)

  5. En viendo argumentaciones expuestas, a priori el titular parece incorrecto, pues no se ilegalizan los partidos pos su condición árabe, sino por sus posturas (y entiendo que actos) filoterroristas…

    Lo que sí sería preocupante es que no haya ni un solo partido árabe en las instituciones, pues si no me equivoco estamos hablando de un 20% de la población que se identificarían sólo con posturas contrarias a la construcción de una convivencia pacífica.

    • No, muchos musulmanes no votan a esos dos partidos árabes, Juano. De todos modos, es un mal día por lo ya señalado: pocos se van a tomar la molestia de analizar las razones de la prohibición.

  6. Cuando su pueblo vivi en condiciones terribles, tiene que hacer algo. Mas Luis, esa guerra puede salir de cualquer controle. Basta para eso que los paises arábes se unan contra el Israel. Ese es el motivo que hablo. Lo diálogo es fundamental para cambiar esa situación.
    Saludos

    • Es que las «condiciones terribles» son las impuestas por Hamas, no por Israel. A los países árabes no les interesa una guerra abierta con Israel. Es mejor mantener a la población de Gaza en la situación actual … con los resultados que todos vemos: nadie señala al verdadero culpable, todos apuntan a Israel. El diálogo sólo es posible con quiere dialogar. Fruto del diálogo se retiró Israel de Gaza … pero Hamas no quería eso, Hamas quería sangre. Ya la tiene.

  7. Luis – Tú no entiendes – No soy favorable al Hamas. Soy favorable a la paz. La intolerancia de Israel tiene que ceder. Eso puede cambiar para una guerra en todo el Oriente Medio.

  8. «Durante la sesión de la Comisión Electoral el presidente del partido “Balad” no tuvo reparos en decirle a un colega parlamentario del partido moderado “Kadima”, “bebeis sangre palestina. Eres un racista”. Ahmad Tibi, de la “Lista Árabe Unida” no quiso ser menos y añadió: “Todo voto para Kadima es una bala en el pecho de un niño palestino”. La guerra en Gaza es para él un “genocidio”.»
    Israel mostra al mundo su verdadera cara.

    • Fátima, realmente lamento que parezca que no lo entiendes. Sí, el rostro de Israel, con la ley en la mano discuten si prohibir o no un partido político. Los pobrecitos de Hamas, con el fusil en la mano, no discuten si deben asesinar a los participantes de una boda por cantar, lo hacen.

  9. Yo la verdad es que no se hasta que punto esto es algo negativo. Me refiero a la idea de que existan partidos políticos que sean abiertamente «genétistas». Lo digo por un caso de extrapolación a la española… Aquí existen partidos similares a los que en Israel defienden el terrorismo o simplemente simpatizan con la destrucción del Estado el cual les paga y protege con una legislación a la que odian y subvierten.

    ¿Se debería permitir que un partido que incita a la sedición contra la legalidad de su propio país sea representativo? ¿O se debería exigir que todos los partidos políticos marquen en sus bases la lealtad al sistema y la legislación de las instituciones a las que se presentan?

    Sinceramente me queda la duda. Lo cierto es que en España los nacionalistas son la versión ibérica de los partidos musulmanes en Israel.

    • Hmmm, ya veo que el tema da mucho de sí. A ver si luego tengo un rato, escribo un post sobre ello y lo discutimos a fondo.
      En este caso concreto, hablo de un error estratégico, de imagen. Es un muy mal momento para aplicar la nueva ley, precisamente por que el mensaje que envíen sus «enemigos» no será tan matizado como lo hacemos nosotros.

  10. Hola Luis,

    Te recomiendo el editorial del Jerusalem Post sobre este tema. Los dos partidos árabes que han sido prohibidos están acusados de apoyar el terrorismo, incitarlo y oponerse a la existencia de Israel como estado judío. El Knesset aprobó una ley hace poco condenando estas prácticas, lo que hace más probable que la decisión del Supremo sea distinta esta vez.

    On Monday, the Knesset Central Elections Committee, comprising 25 politicians and one jurist, disqualified Balad and the United Arab List from running in the February 10 elections. The consensus was that both support terrorism, incitement and reject Israel’s right to exist as a Jewish state. (…)

    The Knesset recently passed a new law based on clause 7A of the Basic Law: The Knesset, which outlaws candidates who deny the right of Israel to exist as a Jewish and democratic state; engage in incitement, or support violence against Israel by an enemy state or terror organization. The amended legislation adds that anyone who illegally visited an enemy state in the past seven years can be banned.

    Creo que la medida es bastante equiparable a la Ley de Partidos y a la prohibición de Batasuna, algo que en teoría me parece defendible y compatible con la democracia, pero estratégicamente puede ser contraproducente, sobre todo en el caso de Israel, que tiene mucho que perder dando una imagen de intolerancia y sesgo anti-árabe (así es como será interpretada esta decisión por la comunidad árabe y el resto del mundo). Por el contrario, tolerando estos partidos árabes radicales (que al fin y al cabo representan solo un puñado de parlamentarios) dan menos excusas a sus detractores y contrasta más con los otros regímenes de Oriente Medio, lo cual suscita admiración.

    Un saludo

  11. Gracias por la referencia.

    Como dices, la grandeza de Israel frente a sus enemigos queda patente en el funcionamiento de su sistema democrático. No obstante, considero lógico que surja la duda: ¿Es lógico que una democracia permita en su seno la concurrencia y participación de partidos políticos que buscan su desaparición? En cierto modo, no es muy diferente a construir un castillo de arena entre unos cuantos y al mismo tiempo proporcionar al que quiere destruirlo las herramientas necesarias para que, en un momento dado, pueda hacerlo. En este sentido, enlazo la pregunta lanzada antes con el modelo alemán, que podría entenderse como una respuesta ante esa adversidad.

    ¿Qué es más acertado? Ahí ya, de buenas a primeras, no sabría que responder.

    • Considero que la democracia no debe delimitar los «qués», pero sí los «cómos». Me explico. En mi opinión, es perfectamente legítima la presencia de partidos políticos que, bajo el amparo de una Constitución, dedican su acción política a cambiarla, incluso a abolirla. No es lícito ya, que utilicen para ello medios que no están previstos en dicha Constitución o las leyes que de ella se derivan. En otras palabras: las ideas no se pueden prohibir, ni su manifestación, pero los actos que de ellas se derivasen, si atentan contra la vida, la libertad o los acuerdos de las personas (entre ellos las, leyes por las que se rigen) son persegibles por la justicia. Precisamente por ello, y para garantizar que nadie obtenga ventajas abusivas de una situación de sobre-poder, es tan importante la absoluta separación de poderes en una democracia sana.

  12. Aun estando plenamente de acuerdo con tu análisis, la cuestión acerca de la concurrencia de cualquier tipo de postura política o ideología es, según creo, un tema bastante delicado y sobre el que no existe un consenso total desde el punto de vista jurídico.

    Ya que Alemania te pilla más cerca que a nosotros, podrías aprovechar la ocasión para, enlazándolo al mismo tiempo con esta entrada, ilustrarnos un poco sobre los embrollos constitucionales alemanes en torno a esa cláusula que me parece viene a decir que sólo los partidos que acaten los principios políticos recogidos en la Constitución son legales, y que desembocó en la ilegalización del Partido Comunista Alemán.

    La verdad es que se agradecería enormemente, al menos por mi parte.

    • Bueno, lo de los alemanes lo encuentras muy claro y bien explicado (en francés) aquí. La cosa es más simple de lo que parece: hay una serie de supuestos declarados como anticonstitucionales. Si se da uno de ellos, el partido (o agrupación, o particular) que lo promueva comete un delito.

      Saludos!

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