Poco se puede decir. Habrá quien tenga tiempo de barruntar sobre «derechos históricos», «pueblos mancillados» y «dignidad recuperada» (y sobre si existen esos derechos, se puede mancillar un «pueblo» o si la dignidad es cosa de la ley). Yo no tengo tiempo ni la energía que supongo sería necesaria para contraargumentar tanto desatino. Es lo que tienen los colectivismos -todos los colectivismos-: al final siempre perdemos las personas. Hoy toca constatar la impune afrenta a la libertad individual que se perpetra a diario en nombre de las «identidades nacionales» de vete tú a saber qué naciones en nombre de la conservación e implantación de vete tú a saber qué idiomas ancestrales.
Sí, es justo y necesario documentar y conservar la herencia cultural. Nuestra herencia cultural. No, no es ni justo ni necesario obligar a las personas a comunicarse en un idioma determinado. La percepción de nuestro entorno y la capacidad de compartir lo que percibimos mediante el lenguaje son características tan profundamente individuales, esencialmente particulares, que cualquier paso que el legislador de para obligarnos a cambiar el medio que usamos habitualmente sólo puede calificarse de profundamente liberticida. Es la lacra de la democracia mal entendida: la voluntad de unos pocos se convierte, gracias a la pasividad cómplice de unos muchos, en el yugo de todos.
Creíamos estar a salvo de ciertos totalitarismos por mor de nuestra castrada Constitución. Errábamos. Una Ley Magna sólo lo es si es la de todos. Y ésta que tenemos no es siquiera la de la mayoría. Los usos y abusos que de nuestra Carta Magna o en su nombre se cometen ya sólo son reparables mediante su profunda revisión. Los principios de igualdad ante la ley en ella reflejados han sido tantas veces pisoteados y ninguneados que -desde la perspectiva de los hechos- la lectura de sus primeros títulos apenas logra arrancar una sonrisa condescendiente del lector: «pobres ilusos!»
La Constitución está derogada «de facto». No sirve, es papel mojado, abalorio barato con que disimular nuestra absoluta falta de fe en nosotros mismos, en nuestro futuro. Y si no creemos en nuestro futuro, si lo hipotecamos contínuamente en aras del pasado nostálgico, no queda otra que romper el pacto. Buscar uno nuevo. Uno que permita hablar en euskera a quien lo desee y en castellano al de enfrente. Uno que permita que sea la competencia entre lenguas la que termine por convertir a una u otra en vehicular y habitual. Uno que evite los bochornos neocomunistas y las zarandajas neofascistas.
Sólo queda el consuelo de saber que una sociedad que se autoarroga el derecho de usurpar hasta lo más íntimo de sus miembros (en qué idioma sueño?) es una sociedad profundamente enferma. Caduca. Putrefacta. Insostenible. La agonía no será larga.
Estos fascistas, que intentan imponer el catalán contra todos los criterios que se puedan imaginar, tienen los dias contados. Se enfrentan a su propia estupidez, su estulticia y su ignorancia y contra ellas se estrellaran como la mosca contra el parabrisas…
No me dan ninguna pena… mas bien asco y repugnancia por la falta de respeto que tienen y que se volverá contra ellos.
¿Quién escucha emisoras de radio en catalán?
Si hubiera libertad de emisión no quedarian mas que una o dos…Diciendo sandeces ‘nazionanistas’…
Noel, es que he escrito un par de artículos sobre el tema ya. De todos modos, va tocando darle otra vez al asunto, cierto. 🙂
Si te ineteresa, tienes alguna cosa aquí y aquí.
En tal caso, Luis, tu postura frente a la inmersión lingüística es coherente.
Siempre que me encuentro a gente que ataca a la obligatoriedad de aprender catalán en el sistema educativo catalán, les pregunto lo mismo: ¿estás en contra de la educación obligatoria?
Naturalmente, la gran mayoría de veces la respuesta es un no, y acaban teniendo que huir de la conversación o bien aceptan sus contradicciones.
Este no es tu caso, tu eres coherente, como la mayoría de veces… Pero me sorprende ver como crticas tanto que se obligue a aprender catalán a los niños, y casi no verte criticar con la misma intensidad e indignación (si yo no voy por el tema) , el hecho de que el estado (en toda Europa) decida que se tiene que aprender en los colegios y que, además, obligue a ello. Parece como si te indigne más el conocimiento del catalán que los demás conocimientos impuestos. Es raro.. nada más. 😉
LLegamos a un punto en el que ya no sabemos si existe “un” credo “progresista” hispano, ni uno “faesiano”, más allá de la ocupación del poder.
Las facilidades de difusión por los medios de masas ha producido el fenómeno de que cualquiera pueda irresponsablemente exponer sus concepciones más fantásticas y subjetivas, donde se asocian anarquismo emocional con positivismo lógico, humanismo gorilista y ecologismo con abortismo; parapsicologismo con materialismo; inmanentismo cientifista con libertarianismo individualista, lucro y arribismo psicopático con técnicas orientaloides de meditación; catolicismo conservador con pena de muerte, revanchismo, inmovilismo y guerras justas, todas hasta nuevo aviso; situacionismo radical con marxismo socialista; democracia con prepotencia de un partido o de una minoría de intelectuales, que además no lo son…y ahora viene Obama, el gran hombre de paja de la izquierda, a reducir prestaciones sociales en América y repartir auténticas hondonadas de hostias fuera de América….
Estas confusiones son índice cierto de que casi nadie comprende nada en el fondo. Solo se emiten mensajes como los psitácidos, hablando en eco de otros. Lo políticamente correcto deja en un estado de flacidez inservible todo lo que toca y especialmente las meninges, pero a todos conviene y parece razonable y cómodo suponer que toda la gente es buenísima y que cada uno puede hacer y decir lo que le plazca si no transgrede ciertos límites penales.
La realidad es la arbitrariedad y la violencia. “Bonjour anomia”, que dijera Santiago Navajas. Ya veréis, ya, majaderos.
Menudo cínico el Ramoneda, otro como Egócrata y los Ivy Escolares. El multiculturalismo es maaaalo pero decantar España en diecisiete o más nacioncitas, elevando a dogma las leyendas e inventando idiomas si es preciso, para estafarse unas a otras el dinero de la Seguridad Social y hasta el agua de los ríos no sólo no es «multiculturalismo» sino que además es la hostia de bueno (I, II, III).
Yo me hago lesbiana.
Lo malo es que cuando esas palabras provienen de alguien de derechas no se escuchan, se salta directamente a la descalificación: que si eso es racismo, que si xenofobia, que si facha… Pero lo dice uno de izquierdas y ahí tienes a los medios exponiendo esas ideas como un gran descubrimiento…
A ése (Ramoneda) lo que le ocurre es que no se ha enterado de que el primer valor absoluto es el relativismo.
Algún intelectual asesor de Zapatero debería re-educarle con urgencia.
Qué bueno el enlace, Juano 🙂
Es curioso ver como un filósofo de la izquierda empieza a llegar a conclusiones lógicas de la derecha. Al final no falla, la madurez te lleva al liberalismo pragmático…
Noel, mi pequeño saltamontes provocador, no es esa la pata de este gato. Recuerda: homeschooling, enseñanza privada. Este gato pasa de lo que el estado dice que es bueno o malo para los niños. Y está en contra de la enseñanza obligatoria.
El estado obliga a los niños a aprender matemáticas. ¡Malditos totalitarios!
Es España un país de nivel cultural bajo, de gentes que entienden la política como odio y que, por si fuera poco, se han creído, durante unos años decisivos, los señoritos o los nuevos ricos de la Historia. En tales circunstancias, hubieran sido necesarias mucha claridad moral en los intelectuales católicos y muchísima fe en el pueblo creyente para no llegar a la presente situación, aparentemente adaptativa pero entrópica. Allá cada uno con sus obsesiones.
Al final vamos a tener que coger a Baltasar Gracian y seguir sus técnicas al pie de la letra para hacer algo. Lo que está claro es que esto de ir de frente sólo sirve para que te lleves cogotazos.
Podrías poner en el encabezado un punto diario del manual 😉
En cuanto al motivo por el que la gente permite todo lo que ocurre con pasmosa pasividad, yo creo que es algo tan simple como el síndrome del niño rico. Mientras tengan teta de la que mamar o expectativas de que puedan hacerlo, todo les parecerá secundario. Creo que ya comenté en alguna ocasión lo de la pirámide de las necesidades de Masllow. Al estar lo primario cubierto la gente flota en las escalas altas y lo que importa no es la verdad, ni la razón, ni nada, sólo la posición social y el placer. Ya cuando pasen hambre a lo mejor hay suerte y las neuronas vuelven a su sitio…
O cuando veamos que Asia nos supera y empecemos a depender de ella, con suerte la soberbia sale corriendo y empezamos a ponernos las pilas para trabajar…
Querido Juano, si seguimos por estos derroteros nos llamarán derrotistas, antipatriotas, conspiranoicos, … incluso fascistas! A lo que se ve, la gente está encantada con que se la metan doblada día sí y día también. No lo entiendo.
Encantado de poder leer a un pelagatos como tú casi a diario 🙂 Saludos de otro pelagatos.
Algo tan grave como lo que comentas debería movilizar a las masas. Lo deprimente no es que ni se inmute la mayoría, es que la imposición lingüística es sólo un pequeño botón de muestra de todo el daño que se está causando a esta sociedad. La inexistente separación de poderes clama al cielo. La corrupción y el establecimiento de castas privilegiadas es desesperante. El mantener un estado de «bienestar» ya sea puliéndonos la riqueza generada evitando que se invierta en bienes de capital, ya sea financiándonos con deuda externa a costa de riqueza futura es asfixiante. El exceso reglamentario empieza a llegar a niveles del corán, hasta el punto en el que en nuestro país hoy en día le sería imposible investigar a un Edinson o a un Benz sin saltarse la normativa vigente. El sistema partitocrático dificulta cualquier opción alternativa en igualdad de condiciones.
Y los que esto vemos somos cuatro pelagatos…
Con el oligopolio de los medios de comunicación defendiendo y aprovechándose del status quo y con un marco legal poco propenso a facilitar alternativas políticas, no sé hasta qué punto puede valer la pena intentar parar la caída en picado. Tal vez en el caos surjan más posibilidades, o no…
Ciertamente. Nunca entendí qué es eso de la «lengua obligatoria». Cada uno habla en lo que le da la gana… si le entienden bien, si no… ya aprenderá otros idiomas, descuida.
En Toledo es obligatorio hablar castellano. ¡Malditos totalitarios!
Pues sí, exacto. Estamos de acuerdo.
Off-topic: h estallado una bomba en la Universidad de Navarra:
http://anghara.wordpress.com/2008/10/30/urgente-explosion-en-la-universidad-de-navarra/
Al parecer hay 17 heridos.
A riesgo de constiparme, me quito el sombrero. Nada que añadir (I, II).
Plas, plas, plas…….Su artículo es para enmarcar.
La Constitución tiene un sistema de reforma muy complicado, que obliga a votaciones mayoritarias en el Congreso y Senado, convocatoria de elecciones, nueva votaciones mayoritarias en Congreso y Senado…Dada la composición del parlamento, vamos, lo que los portadores de la soberanía popular votan, no cabe esperar que sea posible otra reforma constitucional que la que efectúan socialistas y separatistas a la espalda del espíritu que da vida y sentido a la Constitución. Ese espíritu realmente no existe hoy, no se busca obtener el poder de forma pacífica, fingiendo moderación para obtener acceso a la representación. Ahora que tienen el poder gracias a la demagogia y la propaganda que permiten la libertad y la democracia, por un lado, y la ignorancia debida alimentada con sistemas educativos nefandos por otro, los destructores de capital y valores socialistas y secesionistas-fascistas vuelven a la carga sin temor a ese papel, puro expediente hecho para salir del paso, para ganar terreno y oportunidades, en la transición. Lo traicionarán tantas veces sea preciso, porque nunca creyeron en él.