Los Mullahs quieren la bomba

Apenas un puñado de gobiernos dudan que la República Islámica de Irán contemple la fabricación de armas atómicas. Es de lamentar que el nuestro, el Gobierno Español, se encuentre precisamente en ese grupito de « inocentes ». La contundencia, sin embargo, con que los Mullahs debaten en todos los foros internacionales para asegurarse el derecho a enriquecer uranio (por supuesto, y según ellos, sólo con fines pacíficos) refuerza las sospechas sobre el régimen iraní.

Los Iraníes ocultaron durante años una parte de sus actividades nucleares ante la Organización Internacional de Energía Atómica, hasta que no les quedó más remedio que reconocer su desprecio hacia el tratado de control de armas atómicas. El enriquecimiento de uranio apenas si puede ser justificado en la necesidad de la construcción de centrales termonucleares, ya que Irán puede importar las barras de combustible y, además, gracias a sus yacimientos de petróleo, no depende en absoluto de la energía nuclear.

Los EE.UU querían citar a Irán ante el Consejo de Seguridad, que es quien puede decidir sanciones. La UE sin embargo no tiene prisa. Ofrece una cooperación económica y tecnológica a Irán a cambio de su renuncia al enriquecimiento de uranio. El margen de maniobra en las negociaciones es pequeño; no creo que haya apenas posibilidades de alcanzar un compromiso. Teherán se lo juega todo a una carta. El Parlamento iraní acaba de dar el espaldarazo definitivo a la amenaza del Gobierno de los Mullahs de retomar «definitivamente en un próximo futuro» la construcción de una instalación de separación isotópica parada desde noviembre en el Isfahan. Eso significaría probablemente el final de las negociaciones con occidente.

¿Ha funcionado mal la estrategia de la UE? Una respuesta definitiva a esta cuestión sería prematura. Los iraníes han sido siempre negociadores duros de pelar, y no tienen pudor a la hora de utilizar cualquier truco.

Una vez más resulta fácil para quien está al otro lado de la mesa reconocer la debilidad negociadora de quien está, se supone, en el «nuestro». Es la misma política cobarde y condescendiente que aplica nuestro gobierno en el tema ETA. Diálogo, comprensión democrática, política de manos tendidas. Todo muy hermoso en su humanismo hasta que yacen los primeros muertos.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

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Un comentario

  1. Espero que el Consejo de Seguridad de la ONU no olvide su deber de actuar e imponga las debidas sanciones a un país que amenaza a sus vecinos con armas nucleares.

    Y no me refiero a Irán que no tiene armas nucleares. Me estoy refiriendo a Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India y Pakistán que sí suponen un riesgo para la supervivencia de la humanidad. Y también a Israel, que es el verdadero poseedor de armas de destrucción masiva de una región tan inestable como Oriente Medio.

    ¡Vaya! Se me había olvidado que los miembros permenentes del Consejo de Seguridad son precisamente los que están armados hasta los dientes de armas atómicas. Y claro, no se van a sancionar a sí mismos, ¿no? Mejor meterse con algún otro paisillo que tenga la increíble desfachatez de querer entrar también en el club de los nucleares sin ser amiguete de la superpotencia hegemónica.

    Saludos

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