Durante años de lecturas y escrituras sobre la libertad y la condición humana me he preguntado en voz alta y en la soledad de mi despacho cómo era posible que las personas pudiesen aceptar regímenes totalitarios, vivir bajo ellos y no salir cada día a la calle a protestar. Me he preguntado cómo era posible que hubiesen existido dictaduras de todo pelaje, dictablandas «generosas con la gente» y democracias monstruosas lanzando llamas desde las torres de babel de sus oficinas ministeriales.
Nos han quitado la moneda y quieren quitarnos el dinero en efectivo, y nadie sale a la calle. Nos han obligado a pagar el 50% (no se olviden del IVA cuando hagan la cuenta!) de lo que ganamos a cambio de servicios en su mayoría de mala calidad y nadie sale a la calle. Nos roban vía corrupción, cajas «B» y nepotismos varios buena parte de lo que creemos que es de todos, y nadie sale a la calle. Han hecho imposible que una familia viva de un solo sueldo, nos han obligado a digitalizar los secretos más íntimos, nos han prohibido fumar y nos obligan a pagar por «arte» que no deseamos. Nos han obligado a que los controladores de calidad medioambiental visiten nuestras casas a extender certificados, nos hacen pagar dos veces por usar la calle con nuestros vehículos, una por transitar, otra por aparcar. Nos cuentan historietas sobre cambios climáticos asesinos con el fin de manipular a su antojo el mercado energético y aumentar el coste del recibo de la luz a final de mes. Nos obligan a usar un tipo determinado de bombillas en nuestras casas y un tipo determinado de combustible en nuestros coches. Si hay que elegir «representante», nos dicen cómo hacerlo y a quién podemos elegir. Si queremos emplear a alguien, o vender nuestra capacidad de trabjo, nos dicen en qué condiciones y bajo qué precio. Nos …
… Y nadie sale a la calle …
Lo voy entendiendo.
Y cuando nos morimos, nos vuelven a robar. O, dicho de otro modo, roban a nuestros deudos :S
Nos obligan a ir con el coche por el carril derecho ¡serán sinvergüenzas!
Bueno, será más o menos fácil de entender, pero yo, repasando la historia un poco a vuelapluma, me limito a plantear solo una pregunta: Revolución Francesa aparte… ¿Cuantas veces ha salido un pueblo a la calle con la intención de «llegar hasta el final» pase lo que pase…? Pues eso. Y «ellos» (todos) lo saben.
Yo si lo entiendo: son décadas de educación socialista o socialdemócrata, da igual, junto a una poderosa máquina propagandística diaria en favor de todo lo que sea público, estatal, social, etc, etc. Eso cuesta mucho romperlo, la idiotez perpetua en la que han caído millones de personas es abrumadora. En fín, de todos modos para romper esa piedra de granito llamada ignorancia , estamos los libertarios con nuestra labor de hormiguita, con nuestras ganas de incordiar y con nuestro ánimo por persuadir al que quiera oírnos de que es mejor un gramo de libertad que mil kilos de servidumbre.
Buen artículo. Pero, qué quieres que te diga, Luis, yo no lo entiendo. No sé la carga impositiva media final aquí, en Estados Unidos, pero sí te diré que debe ser mucho menor de la que se gastan en Europa. Porque si fuera esa del 50% que mencionas los americanos sí salían a la calle. Y es que, aunque no venga a cuento, mira como Obama tiró de reservas petroleras para ponerlas en el mercado y bajar así el precio de la gasolina. Era eso o los del Partido Demócrata iban a salir de todos los gobiernos (federal, estatales, condales, de las ciudades y hasta de las comunidades de vecinos). Ahora, con la gasolina barata, la gente está tranquila y todo apunta a que los del Partido Demócrata seguirán en la Casa Blanca (con la ayuda de Trump, claro está). Pero perdona, ese no era el tema. Lo que te quiero decir es que si la gente votara en Europa a partidos que defienden bajadas de impuestos (y que cumplieran la promesa, claro está), eso no pasaría. Por eso, no entiendo que puedan votar y que voten a los que les están robando.
Pues yo sí lo entiendo: les da igual. Venderían sus almas con tal de «quedarse como están» que no es otra cosa que lo que ellos creen que es bueno, porque así se lo enseñan. El buen vasallo ….
Pues sí, pero sigue siendo triste.
Yo también lo entiendo. Se hace campaña, te votan y así de fácil, con engaños, estafas al pueblo y ejerces la dictadura.
Me engañaron. Yo era joven, ignorante, aunque me creía importante porque era universitario, siempre sin dudas, en posesión de la verdad como cualquier joven chulito de ayer y hoy, culto y además «progre».
La idea de la Ley para la Reforma Política aprobada por abrumador resultado en noviembre de 1976 decía que nos íbamos a europeizar a base de… Un hombre-un-voto, eso sí, sin carnet para votar y sin certificado médico. Todos iguales, sin condiciones. Tuvimos grandes discusiones previas y leímos al dedillo antes de votar. Dijimos Sí. Enorme participación y las dos Españas dijeron sí. Y les dimos… ¿Carta blanca?
Sin embargo la aplicación de la Ley de la Reforma Política fue muy otra cosa, porque desfiguró su significado en medio año, para finlmente abolirse con la Constitución del 78, sin que nunca hubiera sido seguido su espíritu. Las elecciones del 77 hicieron válidos todo tipo de disparates, como ese de que un hombre de Vizcaya tuviera un voto, el hombre de Guipúzcoa 3, el de Álava 4, y el de Palencia tuviera nueve-votos-nueve, como en los toros.
Y así seguimos, alimentando una enorme y siempre creciente casta de parásitos patógenos que viven en su nube por encima del bien y del mal con el beneplácito de TODOS, en esa nube donde no llegan los recortes ni siquiera desde los nuevos partidos que emergen ahora.
¿Todos iguales, sin condiciones? ¡Los cojones!
Nos engañaron para su beneficio y en nombre de la sacro-santa democracia y usando su nombre en vano, siguen engañándonos con su despreciable propaganda mentirosa.
La propaganda funciona. Hasta se pagan burradas por unos segundos de publicidad. ¿Cómo no van a funcionar las muchas horas diarias de adoctrinamiento?
Cómo no va a funcionar el VAMOS A CONTAR MENTIRAS «por el mar corren las liebres y por el monte las sardinas, trialará».
Desde las octavillas hasta los contínuos «SERVICIOS» informativos. Todos engañados.
Así de sencillo. ¡Jodidos, y sin embargo contentos!
Es que lo suelen saber hacer muy bien,
“El arte de los impuestos consiste en desplumar al ganso de forma tal que se obtenga la mayor cantidad de plumas con el menos ruido.”
― Jean Baptiste Colbert
Genial lo del ganso, de verdad 🙂
Bueno a bote pronto se me ocurre que, por un lado, raras veces las movilizaciones de masas son espontáneas y por otro que esas cuestiones que mencionas a la mayoría de la gente les importan bastante poco.
Personalmente de todas las que has mencionado, la que más me escandalizan es que sostener nuestro bastante ineficaz y mal llamado «Estado del bienestar» nos cueste la friolera del 50% del sueldo bruto de un ciudadano de clase media junto con la evidencia de lo mal que funcionan servicios básicos como la sanidad pública y sus sempiternas listas de espera,
La cuestión es que cuando se lo he tratado de poner de manifiesto a otras personas estos fallos evidentes y garrafales de nuestro sistema, en general es como si les afectara o preocupara bastante poco, cosa que siempre me sorprende dado lo popular que es quejarse del Gobierno (de cualquier gobierno).
Un ejemplo: es un tópico actual quejarse de los «recortes» así en general, y en particular los «recortes en sanidad» y sin embargo a nadie parece indignarle que absolutamente ningún gobierno haya conseguido reducir las listas de espera que es algo concreto que todos padecemos en un momento dado.
¿Por qué?. Pues porque lo de los recortes es el slogan de los progres que repiten una y otra vez mientras que sobre lo de las listas de espera prefieren correr un tupido velo porque es un tema que les perjudica ya que en todos los años que han gobernado no han conseguido solucionarlo ni mucho ni poco ni nada.
Ya veo que tú también lo vas entendiendo 🙂
¡¡¡ Que bueno !!!
¡ Como me gustaría no estar tan de acuerdo con usted, Don Luis , aunque yo no lo voy entendiendo !
Querida Viejecita, es lo que hay. Me alegra saber que no estoy solo 😉