«Dais más valor a un puto conejo que a la vida de las personas»
Exactamente. Es así. No debe dar rubor decirlo. Del mismo modo que no debe dar rubor decir estas otras cosas:
«Estáis influidos por intereses políticos, sois peor que la carcoma y cuatro gatos. Sois cerdos parásitos y estáis financiados por los mismos de siempre. Sois unos sinvergüenzas y más vagos que los cerdos y los parásitos, que dais más valor a un puto conejo que a la vida de las personas», dijeron varios alcaldes a los provocadores ecologistas.
Pero tampoco hay que ponerse incondicionalmnente del lado de los alcaldes. Ya va siendo hora de que se hagan las cosas de forma razonada y no con la demagogia en los labios. Que tenemos derecho a disfrutar de un campo con conejos, puede ser. Habría que ver qué es primero: comer o ver conejos. Que los conejos tengan «derecho» a disfrutar del campo a costa de evitar que los individuos aumenten su bienestar, no es de ninguna manera. Una cosa es el respeto al medio ambiente, otra la esclavitud a los principios de ciertos cavernícolas.
Y ojo! puede ser que se trate de un paraje que necesite protección medioambiental (no lo conozco). Lo que sí conozco es, por ejemplo, cómo plantear una alternativa a un vertedero-sumidero, obligando a que se construyese una planta de reciclaje. Aquí, por lo que he podido leer, la alternativa es volver al camino de cabras.
En realidad los jefecillos ecolojetas dan el mismo valor al puto conejo que a la vida de las personas: ninguno.
A lo que dan valor es a las jugosas subvenciones de dinero público y a las cuotas que les sacan a los pringaíllos bienintencionados que les engordan.
Ceo que desde el principio de la industriualzacion ha habido un movimiento de resentidos y envidiosos que buscan pretextos par a hacer descarrrilar el ssitema. dede los luditas que saboteaban las maquinas
(o mas bien los que los aconsajaban que no eran obreros), hasta el ecologismo, padando por buena parte del movimiento socalista.
Y desde que leí 194 de Orwell temo todavia mas a los incorruptibles. Esos a los que le dinero no les importa sino el poder por el poder. O esos que incluso cuando no buscan el poder para ellos mismos estan dispuestos a que mueran millones para que se realize su vision del mundo lo que se sintiza muy bien en esta frase no se si de Lenin o Pol Pot: «Vale la pena que muera ale ochenta por ciento de la poblacion si se realiza el socialismo», frase significativa porque implica que no es por el bien de la humanidad que quiere el socialismo sino par que se realizen sus fantasias. Recordemos que dentro del ecologismo hay un «Moviemiento para la extincion voluntaria de la raza humanaé.
Pero aún vamos a tener efecto colaterales con el ecologismo: Como Kioto es tal ruina para los países industrializados, ahora tenemos ya empiezan los aranceles en función de las emisiones.
Juano, esta mañana he oido a los Ecolojetas en Acción en la radio diciendo a los alcaldes que no tenían de idea de medioambiente. ¿Por qué no se presentan a las elecciones estos ecolojetas?. Porque saben que no sacarían nada. Por eso necesita coaccionar a los demás.
En realidad los jefecillos ecolojetas dan el mismo valor al puto conejo que a la vida de las personas: ninguno.
A lo que dan valor es a las jugosas subvenciones de dinero público y a las cuotas que les sacan a los pringaíllos bienintencionados que les engordan.
Ante datos y argumentos la puerta siempre está abierta. Lo que ya produce hartazgo es el «noismo» repetitivo y vacío de los ecologetas.
Recuerdo un ejemplo, entre mil, en Fuerteventura: No a los combustibles fósiles, no. Se pusieron generadores eólicos. Respuesta: No a los generadores eólicos, que estresan a las cabras.
Como decimos por aquí: Híncate un tuno mi rey…
La propiedad pública es lo que tiene,que hay que disputársela por la fuerza; y si encima se mete gente que ni vive ni tiene tierras allí, entonces ya es un cachondeo.
Si conozco es carretera. Y es peligrosa. Mal asfalto, curvas – el correspondiente radar de tráfico para recaudar -. Independiente o no de que haya que desdoblarla, hay que reasfaltar una carretera que en tramos tiene baches de consideración. Por último, las personas que viven en esa zona se merecen poder acceder a Madrid, en especial si viven allí por las circunstancias.