Las ceremonias inaugurales y de clausura de estos Juegos olímpicos de Río de Janeiro, sobre todo la ceremonia inaugural, nos ha dejado grabadas en las pupilas las imágenes de la campaña de intoxicación mental más espectacular desde, probablemente, los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936.
En un alarde coreográfico espectacular se nos mostró cómo nuestro uso «enloquecido» de combustibles fósiles provoca un calentamiento global catastrófico, Groenlandia se derrite y Amsterdam, Dubai, Miami, Shanghai, Lagos, y la propia Rio son tragadas por los océanos en una especie de castigo divino. Efectivamente, si la temperatura global media se disparase realmente unos 4º centígrados , y si todo el hielo de Groenlandia se derritiese, los océanos podrían subir 6 metros (por poner una cifra) y ocasionar, sin duda, serias alteraciones en nuestro quehacer diario. Pero la coreografía alarmista, ávida por obtener una buena puntuación de los cientos de millones de televidentes, olvidó por completo que no vivmos en Pandora y que la realidad del planeta tierra es algo diferente.
En el mundo real, la temperatura media del planeta tierra apenas se ha movido durante los últimos 18 años. Después de subir, con gran fanfarria mediática, 0.55º C en 2015, un fuerte año de El Niño, se ha desplomado 0,5º C los primeros siete meses de 2016, algo que ha ocurrido casi en secreto, pues aquí no ha habido fanfarria ni titulares. Estamos tan lejos de los 4°C con que los coreógrafos de Río nos «deleitaron» en la ceremonia, que, o bien se trataba de una fábula bienintencionada, o de un ejercicio muy malintencionado de manipulación mediática gigantesco. Y temo que fuese lo segundo.
Los exégetas de la ceremonia inaugural de Río también nos recuerdan lo magníficamente representado que quedó el hecho de que Brasil ya es víctima del Calentamiento Global Acojonante. En concreto, más de 97.000 hectáres habrían sufrido deforestación debido al Cambio Climático. Si están hablando sobre la sustitución de los bosques tropicales con plantaciones de biocombustibles, con el fin de evitar el uso de los «malvados» combustibles fósiles, entonces sí, hay una clara conexión climática, vía erróneas políticas para «salvar el clima». (Nota: siempre que oigo a alguien lo de «salvar el clima» imagino que, o está hablando del aire acondicionado de su casa, o realmente cree que es Dios)
Viendo la pintoresca ceremonia carioca empecé a pensar en las cosas que, probablemente, los organizadores no deseaban que ocupasen los pensamientos del televidente: petróleo y petroquímica. Y casi de forma automática empecé a generar una lista de cosas…. más allá de que casi TODOS los deportistas, sus entrenadores, masajistas, funcionarios, amiguetes de estos y políticos llegaron a Río en AVIÓN y abandonaron el lugar en AVIÓN, quemando una cantidad que me niego a calcular de KEROSENO, me puse a imaginar unos Juegos Olímpicos sin:
- trajes, gafas y gorros de baño; kayaks y cascos de kayakista y sus palas; piraguas; cascos, ropas y zapatos de los ciclistas, los cuadros de fibra de carbono de sus bicis; pelotas de baloncesto, pelotas y raquetas de tenis , balones de fútbol y espinilleras; arcos y flechas; las redes del voleibol y el hockey sobre «hierba» (la hierba…); balones de baloncesto; asientos y souvenirs para los aficionados; prótesis y sillas de ruedas para paralímpicos, ….
- … y mientras ordenaba esta lista, nacía otra: cómo hubiese visto yo la ceremonia ésa sin plásticos para ordenadores, cámaras, monitores, teléfonos móviles, antenas parabólicas, … y otros equipos indispensables para grabar y transmitir los eventos.
Lo siento, pero por más vueltas que le doy al asunto, más cerca estoy de la tesis «gigantesca manipulación mediática».
Y usted, qué opina, estimado lector?
Pues ayer y hoy, ya se ha encontrado relevo. Los lagos azules de Antártida. ¿Conoce algo de este tema?
Es obvio que hay mucha politica y sobre todo mucho negocio detrás. CO2 EL GAS DE LA VIDA
Amén
¡Ya tardabas! Estaba pensando en dónde metería yo un comentario denunciando la borreguil manipulación de la ceremonia de apertura (la de clausura me la he ahorrado -suficiente con una dosis-). ¡Puro populismo buenista! A ver quién no está convencido ahora de que los polos se están derritiendo a marchas forzadas por culpa -adivinenlo- del corrupto Occidente explotador, sin el cual, como demuestra la historia, todos los demás pueblos del mundo serían ricos, felices y sostenibles.
Claro que en realidad, es lo que toca creer, aunque todo el que puede consumir consume. Mientras tanto, los sacerdotes de la nueva religión viven de coña a su costa (que es de lo que siempre se ha tratado).
Ya lo dije una vez: crecer es vida y esperanza, decrecer, dolor y muerte. No hay término medio. Hasta la Biblia lo dice: -¡Creced y multiplicaos! -Necesitamos miles de veces más de energía por individuo para pasar a otro nivel, mejor y más justo, como lo hicimos para pasar de la Edad Media a nuestros días (que son mejores y más justos). Deberíamos estar conquistando el Sistema Solar, y la energía de fusión debería ser el principal objetivo actual. ¡La energía está en el átomo! Allí hay que ir a buscarla. Lo demás son parches. Si cuando se acabe el petróleo económico no tenemos una alternativa, la Humanidad sufrirá un ajuste del tipo del que sufren las nubes de langostas cuando se acaba el verde. ¡El triunfo final de la ecología!
¡Cuidado con el pensamiento pequeño!
«El espíritu de cada época» es el conjunto de creencias mayoritariamente aceptadas por una sociedad en un momento determinado de la Historia y cuya discrepancia pública se considera completamente fuera de lugar, incluso un delito la mayoría de las veces, aunque en muchos de los casos, la inmensa mayoría de la propia sociedad que las mantiene actúe de facto en contra o ignorando lo que propugnan dichas ideas.
No hace demasiado y durante muchos siglos, la existencia de Dios, erala creencias básica del espíritu de los tiempos, aunque a la hora de la verdad, la inmensa mayoría de humanos se comportara según sus propios intereses, y muy alejados de lo que propugnaban las distintas doctrinas religiosas.
Durante todos esos siglos y milenios, un ateo era algo peor que un criminal. Afortunadamente, en Occidente parece que esa creencia ya no forma parte del espíritu de nuestros tiempos, pero sin duda ha sido sustituída por el tipo de necedades que denuncia el art.: un espectáculo puramente lúdico y propagandístico como los JJOO, que en sí mismo es un gigantesco despilfarro de energía, anunciando el apocalipsis de nuestros tiempos, el CGA (Calentamiento Globla Acojonante) causado por el ser humano pecador consumidor de petróleo.
Un acontecimiento que es únicamente posible gracias al consumo masivo de petróleo, (que además nos ha proporcionado el mejor nivel de vida de toda la Historia para toda la Humanidad) cuyo mensaje es: «Pecadores, dejad de consumir petróleo para salvar El Planeta».
Afortunadamente a los herejes actuales no nos queman en las plazas públicas como parte del espectáculo, lo que implica cuando menos, que «el espíritu de nuestra época» es algo menos bestia que el de anteriores. Así que algo hemos mejorado, aunque las falacias que los conforman sean equivalentes, intelectualmente hablando.