En este caso cuando digo todos me refiero concretamente a los habitantes de este país en el que vivo y trabajo: Alemania.
Ya hace unos días comentaba aquí mismo las estúpidas declaraciones de Müntefering al acusar al capitalismo de los males del país, olvidando por completo que el verdadero responsable de tal miseria no es otro que el sistema intervencionista germano, impulsado por Schmidt(SPD) en los 80, consolidado por Kohl(CDU) en los 90 y llevado a su máxima expresión por la coalición socialdemócrata-ecologista en los últimos 6 años.
No han pasado 70 años y ya estamos olvidando (es el Alzheimer, seguro) las enseñanzas de la historia. Hace dos días se le ocurrió al historiador alemán Michael Wolffsohn decir justamente eso, que las declaraciones de Müntefering le recordaban a las consignas nazis de no hace tanto tiempo.
Le ha caido el cielo encima!
Las críticas le llueven cual monzón subtropical. Pero los hechos empiezan a darle la razón.
Todo parece indicar que uno de los responsables nazis de la política de propaganda contra los judíos ha abandonado la tumba en la que descansaba para alistarse en las filas de los diseñadores de márketing del sindicato alemán del metal, IGM. Se trata de Julius Streicher, en su día uno de los mayores instigadores del odio hacia lo judío y que hoy puede considerarse padre espiritual de la siguiente panfletada:
«Wie Mücken saugen sie aus den Betrieben das Geld, um dann nach dem gleichen Muster weiter zu schwärmen. (…) Sie haben unscheinbare Namen: Blackstone, KKR, Carlyle, Lone Star, Terra Firma, Apax, Cinven, Investcorp, Permira. So nennen sich «Finanzinvestoren» in New York, Houston und London. Man kennt sie kaum, aber sie haben eines gemeinsam: viel, viel Geld. Und mit diesem Geld krempeln sie die deutsche Wirtschaft um.» Traducción: Como mosquitos chupan el dinero de las empresas,(…) Tienen nombres nada llamativos: Blackstone, KKR, Carlyle, Lone Star, Terra Firma, Apax, Cinven, Investcorp, Permira. Así se llaman «inversores financieros» en Nueva York, Houston y Londres. Apenas conocidos, tienen dinero, mucho dinero. Y con ese dinero destrozan la economía alemana.
La panfletada va acompañada, claro, de «soporte visual». Esta vez la portada de la revista del sindicato IGM.
Pueden disfrutar del despropósito completo en la web del sindicato IGM.
Lo sé, Wonka 🙂 Leí tu entrada hace unos días. Volverán a caer en los mismos errores de entonces? Aquí ya hay quienes dicen que sí. Malo.
En realidad, los alemanes no es que dominen demasiado su propia historia (http://wonkapistas.blogspot.com/2005/04/la-historia-est-para-conocerla-o-no.html).