Uno se cansa de ver cómo los políticos de todos los colores se gastan inmensas cantidades de nuestro dinero en solucionar problemas inexistentes o menores y los necesarios aparatos burocráticos para tal desempeño. Mientras, problemas reales como la desnutrición, la falta de centros y recursos sanitarios para CASI TODO el mundo o la contaminación con plásticos pasan prácticamente desapercibidos. Hoy les voy a hablar de los plásticos.
En el año 2050, la cantidad de plástico en los mares (masa total) podría exceder la cantidad de peces. Esta es la conclusión de los investigadores de la Fundación Ellen MacArthur en un estudio que había encargado el Foro Económico Mundial. Probablemente la predicción sea algo exagerada o inexacta, como casi todas las predicciones. Lo que sí está relativamente bien medido es el montante actual de plásticos que arrojamos anualmente a los océanos: ocho millones de toneladas. Estamos hablando de un camión de basura por minuto.
Actualmente, y según los cálculos y medidas de los investigadores, flotan en los océanos acerca de 150 millones de toneladas de plástico. Esto corresponde a una quinta parte de la biomasa total calculada para todos los peces oceánicos. (click en imagen para ampliar)
Debemos buscar de nuevo las soluciones en la omnisciencia estatal? Si las encontramos, debemos necesariamente hacer uso del poder del estado para imponerlas? No, y no.
Las soluciones ya están inventadas y en NUESTRAS manos. A mí se me ocurren:
- Utilice bolsas de papel en lugar de polsas de plástico
- No compre productos envasados en plásticos no reciclables, los productores se verán obligados a cambiar sus envases
- Asegúrese de que recicla siempre (no sólo usted en sus cubos de basura, también las empresas o centros de recogida de su comunidad)
- Ayude a sus hijos a aprender a focalizar problemas frente al aluvión de consignas: el del plástico sí lo es
- … y si lo que necesitan es una acción «estatal», pidan a los gobiernos que dediquen el 50% de los dineros malgastados en «salvar el clima» para pagar en los países del tercer mundo a quienes se dediquen a recoger plásticos. Ése sí que sería un dinero bien empleado.
Me gustaría que los lectores de Desde el Exilio nos contasen en comentarios cuáles son sus ideas al respecto, qué soluciones proponen. Espero su iniciativa.
Aunque parezca una contradicción leí recientemente en una revista de agricultura que hay un plástico que se degrada sin contaminar…
No es una contradicción. Y sí, hay plásticos biodegradables.
Ver: http://porquebiotecnologia.com.ar/index.php?action=cuaderno&opt=5&tipo=1¬e=48
El problema no es el plástico ni ningún proiducto que use la gente para empacar sus productos ahorrando energía, espacio. El problema es que la gente no tira la basura en su lugar. Bastaría conque todos la tiraran en su lugar, en el basurero, para evitar este problema causado no por le plástico sino por el mismo ser humano. El papel en vez del plástico tampoco es la solución porque si la getne lo sigue tirando en cualquier parte menos en el basurero resulta que el papel también contamina y peor aun, no es inerte como el plástico sino que incrementa la demanda biolgógica de oxígeno matando la vida en las fuentes de agua. Reciclar sólo es bueno cuando se crea valor. Hay que analizar el ciclo de vida completo de cada producto. Hay mucho que decir pero basta ahora con esto. Recoger lo que está tirado es buena idea. Educar a la gente para que tire la basura en su lugar es un proceso que toma tiempo pero hay que hacerlo. Muchas culturas implican tirar la basura donde sea, especialmente en los ríos (lo decía un alcalde en un pueblo de Guatemala, «el problema que tenemos con la basura es que no tenemos un río que pase por el pueblo para que se la lleve»). Y certeza ante la ley en cuanto a que se se encuentra a alguien tirando la basura en la calle se le multe adecuadamente.
Dices: «Educar a la gente para que tire la basura en su lugar es un proceso que toma tiempo pero hay que hacerlo.»
Y no puedo estar más de acuerdo. Gracias por comentar.
No creo yo tampoco que el problema sea el plástico en sí mismo, sino lo que hacemos con él. Por eso mis medidas apuntan al uso y no a su «prohibición». En cuanto al papel, si bien es cierto que somos unos «sucios» y lo tiramos en cualquier sitio, éste sí es biodegradable, con lo cual el problema es mucho menor en comparación con el de los plásticos no biodegradables. Con educación, creo que es una buena alternativa.
Saludos!