Esta semana que termina hoy era la semana en la que yo debería haber escrito un artículo para el grupo PEZ. Soy un desastre y me he plantado en el fin de semana sin ideas que desarrollar sobre el tema que nos ocupa: Zapatero y su circo mediático. Digo que lo que nos ocupa es Zapatero y su circo mediático pues, poco a poco, va cristalizando en mí el convencimiento de que el Consejo de Ministros es como el consejo de redacción de un periódico sensacionalista. De hecho, a las ruedas de prensa de los viernes sólo les falta la chica semidesnuda cruzando tras de la Vega y mostrando un cartel enorme que diga «Gobierno de España».
Ver en primera plana a Carme Chacón profiriendo unos interdentales «Viva España» y «Viva el Rey», tan falsos como hirientes me recuerda a los anuncios de crecepelo de las portadas del Bild Zeitung. Si de grandes titulares se trata, baste con traer a la memoria los anuncios de trasvase (perdón, de aporte urgente) de agua a Barcelona o las medidas para reactivar la economía anunciadas a bombo y platillo. El país ha entrado en una fase tal de hipnosis colectiva que nadie, apenas cuatro gatos, ha denunciado la profunda asimetría de la medida adoptada en la cuenca del Ebro. No crean que me molestan las asimetrías (generan compentencia), me molesta que no se presenten como tales, que no se les dé carta de naturalidad. Abundando en la hipocresía, los responsables del Gobierno (en este caso de la mano y en la voz de la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa) tiran de narcótico justificando la medida en nombre del cambio climático y el aumento de la población. Noten la ausencia de palabros más serios como «solidaridad interterritorial», concepto éste decididamente descartado del lenguaje gubernamental como gesto inequívocamente servil a los intereses del PSC.
Escondido en una esquina del tabloide nos encontramos el asunto del plan económico. 10.000 millones para incentivar una economía que va viento en popa! Señores, por favor! Digan que el Gobierno reinvierte o retribuye los beneficios de la buena marcha económica. Digan que son medidas encaminadas a aumentar el bienestar de los administrados, digan …. pero no diga que quieren reactivar algo que, según sus propias palabras, va bien. Al final va a resultar que los malpensantes, como yo, terminaremos creyendo que no, que la economía no va bien.
En la página 7 (de 8 que tiene el rotativo gubernamental) nos encontramos una noticia de esas que deben pasar desapercibidas: resulta que ETA no está vencida y sigue poniendo bombas. El comentarista, un tal Rubalcaba, lejos de extenderse en las consecuencias del acto criminal, aprovecha la esquinita que le concede el redactor jefe para reafirmarnos en lo que debemos creer: «ETA sabe que está ya derrotada»
Y yo también, querido. Yo también.
¿ETA?. ¿Qué es eso?.
Ahora mismo te pongo un enlace en el blog… Muy bueno, Luis.. XDDD