El halago y el reconocimiento son el combustible del blogger. A todos nos gusta que nos lean, pero nos encanta que nos digan lo bien que lo hacemos. Quién no busca cuatro aplausos, cuando menos condescendencia, al subirse a una tarima? Ya sé que desde las tarimas y los púlpitos también se puede perseguir sólo satisfacción de la propia egolatría, dar rienda suelta al homo narcisus o experimentar con la propia capacidad de generar poder. «Me dicen que soy un blogger influyente» me comenta un amigo, incapaz de ocultar su inmensa satisfacción.
Y yo? Empecé este blog porque creía tener algo que decir y quería decirlo. Sigo escribiendo en él porque se qué tengo que decir y voy aprendiendo cómo hacerlo. La censura, la amonestación -no siempre amables- cuando caigo en la pedantería o la grosería vehemente, van moldeando mis posts. Los premios gustan, pero tú, lector, que acudes a diario a compartir conmigo tres minutos de tu tiempo eres quien me obliga a esforzarme cada día en mi empeño por transmitir valores culturales, éticos, literarios o personales. No pretendo que asumas mi particular visión de la cultura, la ética, la prosa o las personas, pero al compartirla contigo, al discutirla contigo, maduro y me enriquezco.
Gracias Minneconjou (Minne en esta casa) por tu premio Dardo.
– Kantor.
– CrisisHoy.
– BlogBis (es mi forma de premiar de un golpe al Leprechaum sonriente, Carlos, Sine Metu, Iván y Rubén)
Y los libros? Precisamente la peligrosísima Berti (no por ancap, por guapa) nos hablaba antes de las vacaciones de su «plan de lectura«. Wow! «plan de lectura»! Soy incapaz de planificar lo que voy a leer, pues soy un lector absolutamente compulsivo. Cuando acabo un libro, voy y compro otro, sin saber casi nunca qué es lo que quiero leer. Me encanta pasarme horas en las librerías buscando, aunque no siempre tenga tanto tiempo. Sí os puedo decir que últimamente estoy pasando una época thriller-histórica, con paréntesis costumbristas y algún best-seller norteamericano. El 70% de mi tiempo de lectura, sin embargo, se lo llevan los artículos y papers que me llegan desde las revistas especializadas a las que estoy suscrito. No creo, pues, que mis recomendaciones sean precisamente «interesantes». Lo mejor que he leído últimamente: Extremely Loud and Incredibly Close de Jonathan Safran Foer. No dejen de leerlo!
Está la cosa como para apagar luces! Y más si hay partidita 😀
¡Gracias Luis!. Como bien sabes hoy hay una propuesta super-verde para apagar en todo el mundo las luces a las 8 pm hora local (y volver a la Edad Oscura). Mi propuesta es que adelantemos los relojes a las 8pm (comienza el horario de verano) y así saltar esta estupidez de los que quieren dictarnos nuestra forma de vivir mientras nos mantenemos a la vez políticamente correctos dado que la policía climática seguramente apunta el nombre de los vecinos que mantienen las luces encendidas. Y yo he quedado con los amigotes para la partida semanal en casa. Muchas luces y cerveza. ¡Qué difícil es ser verde!, 🙂
b
Pero sí para la ética y la política. Los valores de BB son los que son y los defendeís a uñas y dientes… a pesar de los intentos de chantaje de la «jefa» 😛
Hombre, Luis que no nos lo merecemos. Por lo menos no en los últimos tiempos, en que el combate cotidiano contra el avance del Estado sobre la propiedad privada en Argentina no nos ha dejado mucho tiempo ni para libros ni para cultura.
igual, agradezco en nombre de toda la banda de blogbiseros.