Malos tiempos para la música. Sobre todo para los cantos de sirena que nos llenan los oídos, un día sí y otro también, desde los acantilados por los que pasean los socialdemócratas europeos. La socialdemocracia, el macro-estado del bienestar, las políticas igualitaristas, las medidas de control estatal de los mercados nos acercan cada día más al borde de ese abismo llamado desconfianza (pobreza?).
Los alemanes ya han perdido la confianza en una próxima recuperación de la economía y en las posibilidades de una reforma fundamental del Estado de bienestar. Casi dos tercios temen que las condiciones de vida sigan empeorando. Además, una gran parte de la población no cree que los políticos y las instituciones nacionales puedan generar el cambio de dirección necesario. Los ciudadanos entienden la necesidad de los recortes presupuestarios, incluso un 85% están dispuestos a afrontar reformas de fondo en el sistema. Son los principales resultados de la encuesta realizada en Alemania por la empresa McKinsey & Company, AOL, ZDF y la revista Stern para el gobierno germano. En la encuesta, desarrollada desde octubre del 2003 a principios de enero del 2004, participaron más de 450.000 personas. Los resultados se acaban de publicar.
Una mayoría abrumadora del 85% de las personas encuestadas se muestra sobre todo preocupada por los sistemas de seguridad sociales, tanto de enfermedad como de pensiones. El 75% teme que su situación financiera empeore aún más. La situación en el mercado laboral es también explosiva: un 71% de las personas encuestadas creen que empeorará. Casi la mitad de los encuestados (el 47%) vive con el miedo a perder su trabajo. El Presidente de McKinsey, Jürgen Kluge calificó los resultados de advertencia clara: «el miedo al futuro de los alemanes pone de manifiesto que son conscientes de los problemas fundamentales de nuestro país y su profunda desilusión.»
Los ciudadanos aceptan recortes en las economías personales, si con ello se garantizan los puestos de trabajo. Dos tercios de los alemanes (67%) trabajaría una hora más a la semana sin exigir un aumento de sueldo, si pudieran así contribuir a la creación de nuevos empleos. EL 54% sacrificaría para ello un día de vacaciones. Más de una cuarta parte (26%) renunciaría a pagas adicionales como, por ejemplo, la extra de Navidad. La mitad de las personas interrogadas (48%) estaria de acuerdo en recibir un sueldo ajustado a la productividad. (Fuente)
Los jóvenes alemanes, no crean, tampoco son más optimistas. Los licenciados y estudiantes de estudios superiores en Alemania son conscientes de los problemas sociales actuales. Más de la mitad (56 %) de los estudiantes temen que deban emigrar durante los próximos años por razones económicas. El estudio lo presenta en este caso McKinsey & Company junto qon la revista “Manager”. Un análisis detallado de los resultados así como un retrato de esta generación pueden ser leídos en la publicación «Generation Good-bye – porqué la élite joven busca su futuro en el extranjero».
Es una pena que en los medios de comunicación españoles no se hable de estas cosas. No es que desde los medios liberales gritemos desaforados « que viene el lobo ! » porque seamos mentirosos crónicos, como el del cuento.
Es que el lobo viene, lo estoy viendo.
PD: Como siempre, si alguien tiene interés en una «traducción» aproximada de las fuentes, no tiene más que preguntar.