Desperdicio la primera frase para recordarles uno de mis principios fundamentales: nada es estático, nadie posee la verdad ad absolutum. Lo hago por coherencia, más que nada por mantener el grado de sinceridad conmigo mismo y con ustedes en el que me esfuerzo cada día. Y dejo esto dicho de antemano, porque es posible que en un ataque de visceralidad cambie mi opinión. Y no vote en blanco.
A día de hoy soy un convencido de esa opción. Soy demócrata convencido y por eso creo en la democracia y su ejercicio. No adolezco de principios éticos ni morales y por ello creo que todo derecho va ligado a una responsabilidad : el derecho a voto va siempre acompañado de la responsabilidad de ejercerlo. No me vale quedarme en casa.
Pero también soy profundamente crítico con el sistema actual. No es una democracia la que vivimos, es una partidocracia oligárquica. No es un sistema de libertades el nuestro, es un sisterma correccional, un sistema de sobreprotección, un sistema que vive de la negación de las capacidades individuales para protegernos de sus defectos. Es, por ello, un sistema profundamente inmaduro.
Permítanme que les refresque la memoria. Escribí en su día:
La obligación por ley, el engaño y la desinformación han sido siempre armas rentables para no pocos déspotas a la hora de garantizarse las mayorías respectivas, para realizar sus intereses personales y los de “su grupo”. Recuerden que más del 50% de los representantes políticos en nuestra pseudo-democracia ya está decidido mucho antes de ustedes puedan votar: es la magia de los partidos y sus listas de candidatos. Los políticos y los funcionarios dominan nuestra “democracia” exactamente igual que lo hacian antiguamente los barones, condes y marqueses. Sólo hay que ver la “legitimidad democrática” de los estatutos catalanes o andaluces, la “legitimidad democrática” de la negociación con ETA o de cualquier otra decisión que alguien toma por nosotros sin más justificación que números paupérrimos de participación o párrafos escondidos en remotos lugares de un programa electoral. Sobre la capacidad cognitiva y profesional de muchos de nuestros “representantes democráticos” a la hora de tomar decisiones prefiero no hablar ahora. Estoy de buen humor.
Puesto que siempre habrá más pobres que ricos, más arrendatarios que proprietarios, más empleados que empresarios, mas miedosos que valientes, más colectivistas que individuos responsables y más personas incultas que cultas, resulta facilísimo para los numerosos héroes políticos – pues heróicas son su falta de escrúpulos, de sentido de la responsabilidad y su avidez por todo lo que huela a poder – ADUEÑARSE de la correspondiente mayoría para expropiar, recortar en sus derechos a la minoría sometiéndola por vía democrática a su voluntad. Si prefieren que lo exprese de forma más polémica: “Hazte con la masa de los estúpidos mediante promesas populistas y agitación demagógica y excluyente contra las minorías, y será fácil dominar de “manera legítima y democrática” la voluntad de los grupos minoritarios”.
Nada ha cambiado desde que traje al blog esas palabras. Vean la campaña electoral (lo que llevamos de ella, y la cosa no hace sino empezar), revisen los programas de los partidos, analicen los comentarios de los medios. Asusta, verdad? Y por ello protesto. Voto, declarándome demócrata responsable. No voto a ningún partido, declarándoles a todos cómplices de aquello que denuncio.
Dedicado, con cariño, a Mary White
Ostras! ellroy, eso no lo sabía yo…
Pues si es así me temo que he de votar nulo (o esos también se los quedan?)
No, no he votado aún. Abuso del blog para pensar en voz alta, decir lo que creo, ponerlo en discusión y dejar que me den palos hasta madurar. Unas veces me mantengo en mis trece, otras no (las menos, he de reconocer. Soy un cabezón?)
Saludos, y prodígate más, por favor.
Hacia mucho que no ponía ningún comentario en un blog, pero creo que merece la pena.
Si áun no has emitido el voto (por correo, supongo), yo que tu me lo pensaría dos veces antes de votar en blanco.
Según la ley electoral, los votos en blanco se computan y se reparten según los resultados de la elecciones, proporcionalmente. Es decir, la mayor parte de tu voto irá a parar al partido que gane las elecciones. Y a mi, eso me parece ya el colmo: Votar a alguien a quien no quieres votar.
Yo por mi parte sigo decantandome por votar a la contra. Quiero expulsar a Z. Votaré al PP.
Por otro lado, cada uno es libre. Y hagas lo que hagas, seguiré tu blog, que es de lo mejor que se puede leer por aqui.
Un saludo
Como «metaforizaba» Fernando Minguez hablando de Kosovo, «el día» y «la noche» no tienen sentido más que como momentos dialécticos por referencia a una totalidad.
Realmente no tenemos que elegir entre blanco y negro, voto partidario y voto en blanco, tesis y antítesis, sino que hay buscar humildemente la síntesis y darle al país el empujoncito que aquí y ahora podemos darle. Y mañana será otro día.
¿No habrá también una «fatal arrogancia» del votante? La mayor humildad, escribió Unamuno, es obrar, hacer lo menos insensato, sin mayores pretensiones de eficacia ni perder la esperanza.
Aleccionadoras metáforas, Don Pablo. El día 10 no será lo que yo quiera, ni lo que usted quiera. No serán los optimistas, ni los pesimistas quienes decidan el ahora del día 10. El día 10 será consecuencia de lo ocurrido en los últimos 70 años de las vidas de todos y de la percepción que cada uno haya obtenido de esa «su historia» La suma de subjetividades, sinceras las menos, dictadas las más, dispondrá la decisión que dé el pistoletazo de salida al primer segundo del día 10 de Marzo. No soy determinista, pero sí ferviente observador de los errores repetidos hoy, inevitables progenitores de las desgracias de mañana; y de los aciertos también, únicos capaces de abrir ventanas de futuro para que ustedes y yo sigamos creciendo. Yo no quiero equivocarme, pero tampoco acertar. Sólo quiero dormir mi fatiga de hoy para poder volver a fatigarme mañana.
Mary:
Con ZP o contra ZP, no es blanco o negro. No lo he explicado bien.
Con ZP te mantienes directamente en el negro y contra ZP te puedes librar del negro y optar a la gama de grises. El blanco, incluso algún gris claro, de momento queda fuera del alcance de cualquier ciudadano bien del mundo, especialmente español.
Profesora Blanco, muy audaz, para luchar contra la partitocracia ha de serlo. Anoche dejé otro comentario saturado de amenas metáforas. Un saludo.
Pablo… en el PP hay más gente que Otero Novas(¿audaz?¿me he perdido algo?) y en UPD más gente que Iracundo, espero por su bien (de ellos). ¿Tu crees que si voto UPD él se borraría del encono que me tiene? Sólo por eso no lo haré, dejémosle que siga su camino… y yo el mío.
Clandestino,genial ¿eh? te ha quedado genial lo del tablero, el cuadradito blanco,el negro… y cuando estaba yo ya en plena sinfonía de grises y me tenías casi convencida… me vienes con lo de CON ZP o CONTRA ZP, es decir, o blanco o negro, o Solan de Cabras o la muerte… francamente, desolador.
Se diría que el estepaisano está más dotado para el sufrimiento que para la dicha y si alguien no me cree observe, mientras se acerca el lunes, lo que nos ocurre en lo tocante al amor. El amor a “estepaís” y los “estepaisanos” no nos hace dichoso, pero el desamor sí que nos hace desdichados. La desaparición de una comunidad política hace sufrir mucho más de lo que su presencia permite gozar. Y es que en términos generales, el dolor suele ser la prueba más elocuente del amor: nos damos cuenta de que amamos lo mismo que nos damos cuenta de que existen compatriotas desamparados o de que existe el esófago: sólo porque duele, sólo cuando nos duele. Observación esta que podríamos hacer extensiva a cualquier otro tema. Sólo sabemos que es el trabajo cuando falta, sólo sabemos que es la ingenuidad cuando la perdemos, sólo sabemos que es una madre cuando desaparece.
Verdaderamente, somos más conscientes de lo que nos quitan que de lo que poseemos. Nadie se siente feliz por tener dos piernas, pero todos nos sentimos desgraciados si el tren llega con retraso. No pretendo, claro está, que se pongan a dar gritos de júbilo todos los viajeros del tren que tienen dos piernas en buen estado; soy más bien modesto en mis exigencias con la gente. Pero no me negará usted, lector de mis desvelos, que existe una común propensión a fijarse en lo deficiente más que en lo normal, en lo adverso más que en lo favorable, en lo inaceptable más que en lo…usted ya me sigue.
Nuestro vocabulario resulta sintomático. Literalmente “fatalidad” es aquello que viene impuesto por los hados, lo que ocurre al margen de nuestra voluntad, sea bueno o sea malo; de hecho, sin embargo, fatalidad significa siempre una desgracia. Decimos “sufrir” un cambio, como si toda transformación tuviese que ser necesariamente a peor. Cuando alguien asesina a otro, decimos que le ha “hecho sufrir un accidente mortal” -los socialistas- o que lo ha “despenado” -los demás-, como si su corazoncito sólo pudiese albergar penas. Y la palabra “suceso”, que en inglés o francés quiere decir éxito, entre nosotros quiere decir lo contrario, algo siniestro o al menos lamentable, como ir de suceso en suceso hasta el desastre final.
No me extraña que prevalezca el pesimismo. Historia de la humanidad, historia del mal, escribe Cioran. Un mundo finito de tormento infinito, sentencia el otro bajo los efectos de la resaca. Lo positivo es insignificante o, mejor aún, es sólo aparente. Únicamente lo negativo es real, lo otro es ilusorio. El Estado es un paraíso imaginario con una serpiente de verdad dentro. He aquí la asombrosa, patética, irrefutable conclusión del club Mensa.
Pero permítame decirle, lector, que los optimistas no me convencen más. Simplemente, me molestan menos. Optimista es aquel quien exclama el 10 de marzo de 2008 “¡Sólo quedan cuatro años de Segunda República!” Mi reacción ante ese señor es más bien de ternura. Un chaval preparando el temario de romano por sexta vez, se entera de que las herraduras traen suerte y cuelga una en la puerta del piso de estudiante. Un día, al cerrar la puerta, se cae y fractura la clavícula a un futuro notario. El amigo comenta: “Qué suerte he tenido, si este hubiera puesto dos herraduras en vez de una, ahora tendría ambas clavículas fracturadas”. Sinceramente, creo que se puede llegar a ser optimista a fuerza de pesimismo, cuando uno descubre que nada es tan malo como creía. Instalándose en la desesperanza, uno evita caer en la desesperación. Si le confieso, en esta hora de la verdad, que votar unas siglas es lo mismo que votar en blanco y usted me pregunta que por qué no imito a D. Luis, yo podría responderle: porque votar en blanco es lo mismo que votar unas siglas. Me parece, sin embargo, que lo más frecuente es el camino inverso, pasando del optimismo al pesimismo a través del escarmiento.
¿Se trata pues de estados de ánimo fluctuantes, reversibles? ¿Dejamos la decisión para el 9? ¿Y si no llueve, votamos? Bueno, lector, hay quien es del Atlético de Madrid de una manera estable, contumaz e irrevocable. Hay quien nace cetrino y morirá cetrino. Lo que sí que hay que tener presente es que no se trata nunca de posiciones absolutas, por muy obstinadas que sean. Realmente no se trata de creer que todo va bien ni de creer que todo va mal; no tendría sentido, sería como decir que todo está a la derecha o la izquierda. Cierto inglés matizaba mucho más: Optimista es quien piensan que todo está bien salvo ese de ahí y pesimista, el que cree que todo está mal salvo él mismo. ¿Quién dijo que el pesimismo es clarividencia? Quién que el pesimismo es la lucidez de los cobardes, mientras que el optimismo es el coraje de los lúcidos? No son horas.
¿Y usted, lector? No me diga que ni una cosa ni la otra. Los que iban a decir “realistas” intentan decir que son apolíticos: se engañan lamentablemente. Merece la pena o no merece la pena. O una cosa o la otra. La verdad es que ambas son ciertas, eh. Meros entes de razón, actitudes personales y arbitrarias. Así, el realismo podría estar en todo lo contrario, sería la convicción de que el mundo real nada tiene que ver con visiones extremadas, unilaterales y subjetivas. ¿Cómo conseguirlo? Las pasiones enturbian nuestra percepción de la realidad y no permiten otra cosa que una constante aproximación por arriba y por abajo, una infinita serie de decimales. El único ideal de objetividad, de equilibrio, al que puedo aspirar es ser optimista y pesimista alternativamente. Trato de ser optimista los lunes miércoles y viernes, pesimista los martes jueves y sábados; los domingos debo descansar de tanto trajín …
Pues qué quieren que les diga. Yo mismo he pensado muchas veces votar en blanco, así que comprendo perfectamente a don Luis. Y si he de decir verdad, viendo cómo Saramago, autor de Ensayo sobre la Lucidez (que va precisamente del voto en blanco), pide el voto para el PSOE le tengo una cierta envidia a nuestro anfitrión.
Me gusta la literatura de Saramago, pero en este asunto llevarle la contraria y hacer lo que se supone que él pedía antes de loquesea… señor, qué gozo.
Bueno Luis, habrás observado que los reproches son jodidamente cariñosos.
Ciertamente el PP no ofrece gran cosa para ser votado, pero el PSOE lo ofrece todo para ser castigado. Entre la certeza de más de lo mismo del Z, y la incertidumbre del PP, prefiero esto último, pues cualquier variación será un alivio, ante la imposibilidad de que pueda ser a peor.
Sabes que votar en blanco, o como dices ‘por Gómez’, no es posible. Como apunta Crispal, sabes que hacerlo es votar por ZP. No hay más que dos opciones: O a favor de Z, o en su contra. Para votar en contra solo es posible votando al PP o a cualquier grupo no afín a Z, a izquierdas o nacionalistas. Votar por Z son todas las demás opciones. En blanco, abstención, nazionalismo, regionalismo, autodenominados izquierdas en general.
Particularmente estoy convencido que Rajoy no es mal tipo. Más inteligente, más honesto, más leal a la nación y su legalidad, más trabajador y más sensible a los problemas de España en general. Otra cosa es el equipo de colaboradores y lo que se le deje hacer, pues en ese aspecto le falta algo de ‘mala uva’, para poner orden.
Vale, a ver qué le parece ésta: la posición del escéptico me recuerda a ese rabinmo que, despues de leer el Talmud: «¡YHVH guarda del peligro al ignorante!», salió a pasear preguntándose obsesivamente si sería ignorante o inteligente y distraído con tales cavilaciones, tropezó, cayó a una zanja y se rompió una piera; entonces dedeujo, radiante de júbilo «¡soy inteligente!». Piense en ello, profesora Blanco, láncese a la zanja y vote usted por el PP del audaz Otero Novas o por la UPD de Isidoro «Iracundo» Lamas, que ya verá el alegrón que le da al muchacho.
Es mi mentalidad premoderna.
(*) por favor, busca urgentemente más metáforas…los abstencionistas y los del voto en blanco las necesitamos. Una de las cosas que más me gustan es dejarme convencer por una buena metáfora:)
Pero recuerda que una metáfora no es un argumento (Popper dixit).
No mire, D. Luis, el capitán estará en su camarote contemplándose en el espejo y el piloto no tendrá ni zorra idea de dónde atracar el barco, pero con una tempestad en el horizonte nosotros, los marineros, podemos ajustar las velas. Es eso o arriar botes. O nadar. Tengo la reserva de metáforas en amarillo…
Votar en blanco es una tentación muy fuerte para decirle a los políticos que estamos hartos de ellos, pero pienso como Clandestino que, en estas elecciones, el voto en blanco favorece al gobernante actual que no recibe su merecido voto de castigo. Yo sí creo que hay que votar contra ZP. No porque el PP lo vaya a hacer mejor o peor, sino para decirle a la cara a ZP que no se puede gobernar contra media España, pactar con la ETA, aumentar el paro, etc…, y luego irse de rositas tan tranquilo volviendo a ganar. No. Otra victoria de ZP nos puede situar a la altura de Zimbawe en el panorama internacional y meternos directamente en la Liga Árabe o la Conferencia Islámica. No. Creo que hay que taparse la nariz y votar CONTRA ZP. Y hoy por hoy eso sólo puede significar votar al PP.
Perfecto. Mientras yo disfruto el domingo con la familia, ustedes se lo pasan bomba en el blog. Así debería de ser siempre 🙂
La única parvada es votar a cualquiera de este atajo de robagallinas advenedizos que conforman la clase política española. La abstención no me sirve, pues la indiferencia, o el hastío (que son las interpretaciones que nos venderán grandilocuentes los políticos y sus voceros intelectualoides desde los papeles) no van conmigo. Que elija gris? Que hay que largar a Zapatero? Mi conciencia quedaria muy tranquila hoy votando en blanco. 8 años tuvo el PP para cambiar la Constitución, la ley electoral, el sistema judicial y fiscal … y no hizo NADA. Estos últimos 4 años de zapaterismo sólo han sido posibles por la negligencia del PP mientras estuvo en el poder. Es que eso no lo ve nadie? (Hay una excepción dolorosa: lo de ETA, miserables)
Yo no les hablo de trocitos de cielo, ni de libertades a plazos. La piruleta de la libertad o te cabe entera en la boca o no te cabe. Que con ZP será peor? Ya, pero con Rajoy no será mejor.
Luego está el Luis que siente, ese que se queda jodido cuando lee los reproches de los «Clandestinos» de al lado. Ese que sigue buscando, no un argumento para votar al PP (no lo hay), sino un argumento definitivo para votar contra ZP. La campaña es larga y, aunque estoy seguro que del PSOE no saldrá ninguna propuesta seria (sólo alegría, patriotismo y bilis escupida) tal vez cometan el error de anunciar una de esas medidas que me obligase a cambiar mi intención de voto. De momento, entre votar socialista y socialista (los oportunistas, los fascistas y los marxistas no merecen mención) prefiero votar Gómez.
Ya sé, soy un egoista-capitalista-liberal-inmoral-… pero me permito enviarles un abrazo a todos.
Judas, gracias a ti también.Escribí cuando solamente había salido el comentario de Minneconjou.
¿En serio me váis a decir que son tan irreconciliables las diferencias que van a dejar pasar esta enorme oportunidad de crear un frente común a los dos grandes dragones? Qué españoles ambos dos… cada español pide el café de una manera distinta.
No tenemos solución.
Soy fiel al agua Solans de Cabra, pero si alguna noche no queda, no me acuesto sin beber. Cogo un vaso y bebo agua del grifo. Duermo feliz como un tronco, saciada mi sed y sin remordimiento por deslealtad a mi «querida Solans».
Frente a la corrupción de la clase política, soy partidario del voto en blanco. Pero no estoy dispuesto a convertir mi vida en un tablero de ajedrez con las únicas opciones del blanco o del negro. El voto es libre y se ejerce o no o se ejerce a favor y en contra de nadie, haciéndolo en blanco. Pero no puedo votar en blanco en el convencimiento absoluto de que esto me lleva irremisiblemente al ‘cuadro negro’. Que provoco llevar al ‘cuadro negro’ a millones de personas que prefieren un gris, aunque sea algo oscuro.
Puedes votar en blanco, pero te voy a joder poniendo en tu conciencia el daño que me harás con esa decisión, a mi y a millones de ciudadanos cuya única esperanza de sentir un pequeño rayo de luz y de brisa fresca, es que TÚ y los demás votemos contra ZP. Todos tenemos derechos y responsabilidades. Nuestra conciencia decide si ejerces el derecho hacia tu rigidez ideológica individual o lo aplicas como un ejercicio de responsabilidad civil colaborando a mejorar los minimos de tu comunidad. Tienes derecho legal a votar como quieras, pero moralmente no lo tienes a joder a tus vecinos, sabiendo que los jodes.
Ciutadans/Ciudadanos contó con mi voto, esperanzado, en las autonómicas catalanas. En las municipales tiré una moneda y por dos veces salió ir a votar (la otra opción era abstenerme).
En C’s no hay democracia interna, han remedado el funcionamiento sectario del resto de la partitocracia. En estos años, los parlamentarios autonómicos no han hecho nada de nada, salvo mirarse en el ombligo.
Yo juzgo en base a trayectorias pasadas, de ahí que no vaya a darles una nueva oportunidad.
No veo del todo claro UPyD, pero creo que merecen tener una oportunidad. Si la desbaratan, en el futuro no contarían conmigo.
Quedan dos semanas, que aprovecharé para informarme. El problema es que en Cataluña UPyD y C’s se van a repartir el voto, con lo que probablemente no consigan representación. Fuera de aquí, C’s no pinta nada, así que la opción clara (entre esas dos) es UPyD.
Por otro lado, el incremento de la abstención (que probablemente será histórica en Cataluña, al menos en las generales) perjudica claramente al PSOE.
El PP de Aznar ya nos traicionó en 1998, pero el PSOE de Zapatero nos ha traicionado recientemente. En otras palabras, si algo tengo muy claro es que no pienso votar al PSC-PSOE, porque no olvido.
Vamos, un asco el panorama político español. Así que prefiero centrar mis energías en salir lo más indemne posible de lo que se nos avecina.
El PSOE de Solbes simplemente ha mantenido la política económica del PP de Rato sin más, sin hacer reformas estructurales. Por tanto, ambos partidos son culpables de la mayor gravedad de la crisis económica que va a sufrir España, al estar nuestra economía mucho peor preparada, salvo por el colchón. EE.UU y otros países europeos saldrán mucho antes que España, donde temo que la crisis va a quedarse con nostros por muchos años, porque nuestro modelo de crecimiento económico no se ha adaptado. Y como no se puede devaluar como antaño, se va a pasar muy mal, porque las medidas para cambiar de modelo tardan muchos años en notarse, de ahí la responsabilidad del PP de Aznar y Rato.
Judas: así como la publicidad engañosa esta mal vista en productos comerciales, eso no aplica en política.
Creo que no sólo hay que ver el programa sino la praxis de quien lo presenta.
Mary
La abstención les importa un carajo. Esa es mi mayor objección.
Su visión es la de aquella historia en que un muchacho no hablaba y un día, a los 40 años, le dijo a su madre: «madre, la sopa esta fria». Ella, creyendo que era un milagro no atinaba con las palabras y los rezos, cuando él le explicó: «madre, hasta ahora todo estaba bien».
Eso es lo que siempre argumentarán. Que no votamos de puro contentos que estamos. Si a eso le unes su dominio (subvenciones) con nuestro dinero de los medios de comunicación y de la sociedad civil (asociaciones pesebristas) el panorama es desolador.
Por eso yo creo que empieza a ser hora de pensar en el voto nulo, bien sea escribiendo «chorizos» en la papeleta, bien sea metiendo una loncha de chorizo en el sobre).
Salu2
Minneconjou, en serio que te lo agradezco. Nadie habla claro y todos son la repera. Es decir, que no hay esperanza… abstención, de nuevo. 🙂
La democracia española ha transcurrido pareja a la autodigestión de la clase media que la hizo posible. Si quieren un futuro democrático y liberal, tapénse la nariz y hagan algo para merecerlo. No estamos ya en 1990.
Maty, ¿por qué en ningún caso a C’s? Si puede saberse, claro.
Mary, no sé cuáles son las diferencias, porque no he leído el programa de UPyD, y sí el de C’s. Lo cierto es que tras unas reuniones para acercar posturas UPyD terminó insultando a C’s: enlace.
Pero las ideas tras C’s no se limitan a ser alternativa al nacionalismo, sino que incluyen muchos más aspectos.
Por ejemplo, y dándote razones para no votarlos, son defensores del Estado de Bienestar, pero de un modo racional. Defienden el bilingüismo real. La eliminación de conciertos y fueros económicos. La asunción por el Estado de competencias estatales como educación. Una reforma profunda del sistema electoral para hacerlo más proporcional y con bolsa de restos.
Y para terminar, proponen que los votos en blanco computen y los asientos correspondientes del Congreso queden vacíos.
Ya sé que últimamente parece que me pagan pero es que me ha sorprendido mucho su programa. Yo quiero que el grito de Luis al votar en blanco se note en el Congreso. Y por ello, porque esa propuesta sí se encuadra en un marco de programa que me parece interesante en su conjunto, creo que votaré C’s.
Que la historia democrática del país venga siendo una especie de perpetua debacle no signifca que haya que desentenderse de ella. Evadirse, aislarse, fingir que la cosa no va contigo es absurdo puesto que la sociedad sigue presente con su característica esencial, que señalaba D. Luis, de temporalidad-caducidad. Se puede hasta votar con los pies, pero votar en blanco es una pavada, con perdón.
Aparte de ese ejercicio de «buen corazón», coincido en lo esencial con Luis.
Nuestra sociedad está (en lo político) aquejada de un mal que es la oligarquia burocratica partitocratica que se ha comido la capacidad de acción del ciudadano y la separación de poderes, por tanto la seguridad jurídica y la igualdad ante la ley.
En la denostada transición, una casta política se «suicido» aprobando la ley de reforma. Si la actual no es capaz del mismo suicidio cambiando la ley electoral a eleccion de personas revocables y prohibiendo que los politicos metan sus zarpas en la justicia y la educación, la cosa acabará como el rosario de la aurora, me temo.
Pronostico: muy pesimista.
9 de marzo: aun no lo se.
La primera diferencia, Mary, es que UPD nace como proyecto ESPAÑOL y Ciudadanos renunció a ello en su congreso de Hospitales (aunque hayan corrido a inagurar sedes vacías).
La segunda es que UDP nace como un proyecto de unas personas con un ideario al que puedes unirte o no. Cs nació como plataforma democratica que fue abducida por unos dirigentes que violaron sistematicamente los estatutos y la ley (documentado por la comisión de garantias del partido).
La tercera es que UPD puede que sea un submarino del PSOE para restar votos al PP; pero Ciudadanos es sin duda el arma del primo de Narcis Serra para mantener tranquilos a quienes se rebelan contra el Partido Unico Catalan.
La cuarta se la puedes preguntar a Carmelo Gonzalez (el padre que hizo la huelga de hambre) que te informara de cómo quiso presentarse a las primarias y ahora no puede andar de como le pusieron el cerito diodenal.
En mi opinión es importante tener algunas cosas claras de lo que pasó en Cs para evitar que demagogos populistas transmutados en dictadorzuelos puedan llegar a liderar el enojo de los ciudadanos. Miedo me da.
En los comentarios a este post de Voto en Blanco encontraras algunas claves.
A mandar.
Saludos
Maty, qué curioso,conozco gente no pepera que va a votar al PP porque le parece que el Pizarro va a resolver mejor la crisis que Solbes, tras las sucesivas bajadas de pantalones de Solbes.
¿Alguien de buen corazón me puede decir cuál es la diferencia de C’s y UPD? ¿No pretenden ser la bisagra alternativa al nacionalismo? Lo que propongan como zanahoria es otra cosa… venderán lo que la gente quiera comprar,como todos, claro…
Votar en blanco es un error, porque nadie lo tiene en cuenta, así que es mejor la abstención.
En mi caso, me debato entre la abstención y el voto a UPyD (en ningún caso a Ciutadans/Ciudadanos). Lo decidiré el mismo día.
PSOE y PP no dudarán en traicionar a los catalanes no nacionalistas, como ya hicieron en el pasado. Al llegar tan igualados, necesitarán pactar con CiU, y volveremos a las mismas. Todo porque son unos incapaces y sectarios quienes mandan en los partidos. Lo lógico sería una coalición PP+PSOE para reformar la Constitución Española y la ley electoral. Mientras no lo hagan, el sistema partitocrático irá pudriéndose y la abstención no dejará de incrementarse.
En fin, ya se verá. Mientras tanto, lo mejor es ir pensando cómo afrontar mejor la crisis económica que se nos viene encima a los españoles, independientemente de quien gobierne.
Es una verdadera pena que creas en la Democracia, amigo Luis.
A3!
Don Luis,muchas gracias, sobre todo por lo de «con cariño»,siempre viene bien 🙂
Ahora bien:
Hombre por Dios… yo no soy necesariamente demócrata o no. Soy partidaria del sistema que respete más la libertad individual,por eso, mientras transitamos este camino,estoy más cerca dela república y la democracia que de otros sistema.Otro tema es qué democracia, con qué mecanismos de ajuste del poder… Pero a lo que voy, es que al derecho de votar le corresponde la responsabilidad de hacerlo, o de no hacerlo. La abstención es una manera de participar, como la no-violencia es, de alguna manera, agresiva. Si tiene usted la desgracia de encontrarse como interlocutor un pasivo-agresivo entenderá de lo que hablo. Es la famosa resistencia pasiva. Es tan responsable como el voto en blanco pero con más cabreo.
Le repito lo de la anterior entrada. Si el voto en blanco se materializara en escaños vacíos me tiraba a la calle a conseguir adeptos.
Luis, a mí el voto en blanco me parece un desperdicio en cualquier caso. Y me explico. El voto en blanco se cuenta, pero no computa como si fuera un partido político. Así que si hubiera suficientes votos en blanco en una jurisdicción como para conseguir un diputado, eso no dejaría un escanho vacío, lo cual sería lo normal.
Además, el voto en blanco no tiene la imagen del voto protesta que la alta abstención sí tiene.
En conclusión, como desahogo personal vale, pero tiene utilidad cero como pataleo público.
Un saludo
Del mismo modo que el anaracocapitalismo me parece, en ocasiones, un juego intelectual para sujetos de altas capacidades, hay días que el liberalismo recuerda la ideología de los escarmentados por la Hª, los espíritus libres, los ambiciosos y, una vez más, los sujetos de altas capacidades. Queda el resto del país. Ninguna cadena es más fuerte que sus eslabones más débiles.