No importa la abominables que fueran los crímenes de la Inquisición, yo estoy convencido de que los inquisidores no eran delincuentes de acuerdo a su propia comprensión de lo que era delincuencia. En opinión de sus contemporáneos no lo eran en absoluto.
El espíritu de aquella época les dictaba que el rescate de un alma inmortal era infinitamente más importante que un corto sufrimiento temporal en este mundo.
Una vez aceptado este punto de vista, y establecido el consenso general de que la brujería es muy real y uno de los mayores problemas que enfrenta la humanidad, la idea de disidencia queda anulada: el disidente es un brujo y su alma ha de ser salvada.
Por supuesto que hubo actos secundarios motivados por sentimientos censurables incluso entonces: sadismo, el odio, la codicia, la ambición … Pero no eran esos los verdaderos motivos del inquisidor, aunque se activasen de forma oportunista. Este es un procedimiento muy común: en todos los regímenes totalitarios el conjunto de seguidores se forma gracias a motivaciones predominantemente egoístas que, de forma oportunista, se legitiman mediante una ideología. En cualquier otro caso los mismos comportamientos serían inaceptables. Pero son lo que son: seguidores, no creadores o diseñadores de ideas. Son la masa crítica conveniente que cada predicador totalitario necesita y con la que, una vez generada, puede contar de forma indiscriminada e incondicional para llevar adelante sus propias ideas.
El inquisidor honesto podrá en todo caso haber visto personalmente su trabajo como una pesada carga, pudo haber detestado toda aquella sangre, aquella suciedad, aquella angustia y crueldad, pero se mantuvo fiel a su deber, porque sus actos estaban legitimados por su sistema de valores, aquél que le habían enseñado. Él pudo haber sentido desprecio, incluso repudio ante algunos informadores cuyos motivos corruptos estaban claramente escritos en sus rostros, pero si la acusación era plausible, si se correspondía con dogma imperante, sentía naturalmente la obligación de juzgar y torturar al acusado. Al final del día se reconfortaría pensando que el informante también debería responder ante el juicio divino por su pecado. Sí, podría incluso ser capaz de decir que luchó contra los excesos de barbarie y arbitrariedad ya que actuaba dentro de la ley y de los procedimientos establecidos.
La caza de brujas era algo lógico en su tiempo y congruente con el paradigma imperante.
Pero ¿qué pasa cuando un nuevo conocimiento pretende consolidarse como verdadero y paradigma de los tiempos que corren?
Generar el espíritu de una época es un lento proceso. Lo que se nos presenta como una revolución y repentino cambio requiere largos plazos de entrega durante los que, primeramente, debe mostrarse cómo el paradigma dominante va dejando de ser apto para la solución de los problemas de la época.
Si no se cumple esta condición, es muy difícil aplicar nuevos descubrimientos científicos, y ello debido a varias razones:
– En general, si los paradigmas dominantes funcionan, se considera que no hay necesidad de investigación, por lo que también serán pocas las personas que se ocupen de ello, y mucho menos dinero habrá para financiarlo.
– Dado que todo nuevo paradigma supone también la aparición de nuevos perdedores, éstos plantearán – desde su punto de vista bastante justificado – fuerte resistencia, armados de su reputación y su autoridad ininterrumpida.
– Aunque la idea penetre en principio, si los depositarios de autoridad la consideran inservible parasus fines, permanecerá sin consecuencias y carente de relevancia social.
Si, por el contrario, una nueva teoría científica, como la frenología o su hermanastra, la homeopatía, cuadra en el espíritu de la época, su recepción es posible, e incluso probable, aunque sea absolutamente absurda, ya que encaja en el proceso legitimador: satisface el deseo emocional de cambio. En términos generales, ayuda a ajustar la visión del mundo al estado de ánimo general.
En este caso aparecen los adeptos, el dinero, la fama, la atención del público y, no menos importante, los profesionales que saltan al tren en marcha con el fin de promover sus propias carreras.
En cuanto surge una cierta capacidad latente para aceptar ciertas tesis, ésta puede ser explotada deliberadamente mediante el uso de las herramientas de la propaganda en apoyo de una (pseudo-)ciencia haciéndolas tan populares que se eleven, al menos durante un cierto tiempo, como paradigma dominante.
Aparecerán suficientes seguidores en bata blanca que voluntariamente juegen su papel previsto, algunos desde las falsas creencias, otros desde el oportunismo cínico, otros por razones políticas.
Las ideas políticas, especialmente aquellas con un fondo totalitario, son abundantes: el antisemitismo, el anti-capitalismo, anti-alcoholismo, el miedo a los extraños, miedo a lo nuevo, miedo al mañana… todas ellas buscan una justificación para ciertos sentimientos humanos y quien logre ofrecer en el momento adecuado (el movimiento prohibicionista surge con éxito en un momento de desorientación general después de la guerra, del mismo modo que en otros estados se ofertaban el comunismo y el fascismo como «soluciones») un corpus pseudo-racional, puede construir un nuevo paradigma y hacer del mismo una nueva doctrina de Estado.
No pierdan de vista hasta qué punto la ciencia del clima se asocia con una agenda política diseñada para justificar ciertos objetivos y acciones extremadamente radicales (de raíz). Lo que se promociona como «alternativa», «gran transformación», es profundamente anti-democrático, totalitario y lastrado con un enorme riesgo financiero. Al final, aparecerá (se mantendrá) una pequeña minoría con enorme poder y enorme riqueza, pero la masa de personas quedará sin derechos, uniformada y pobre. Para tener una idea de lo que realmente está en juego, de lo grande que es es el pastel:
The World Economic Forum projects that by 2020, about $5.7 trillion will need to be invested annually in green infrastructure, much of which will be in today’s developing world.
!5.7 BILLONES de dólares! !Al año! Eso son aproximadamente 630 € al año por cada persona en el mundo – ¡el proyecto financiero más gigantesco de todos los tiempos!
Dado que casi nadie aceptaría voluntariamente dicha política, solo existe un medio para llevarla adelante: ¡el miedo!
El miedo al Apocalipsis, el miedo al Diluvio, la “caída de civilizaciones como la conocemos hoy en día” (Schellnhuber) son de nuevo las marcas de los profetas, como tantas otras veces. Y aparecen los «modelos» que no son más que pura especulación, pero revestidos de un manto «científico» que les da plausibilidad.
Las debilidades y los fracasos de la politizada ciencia del clima son bien conocidos y empiezan a ser discutidos en la calle.
Pero ¿por qué se ofrecen los científicos como ayudantes voluntarios?
Los científicos no son supermanes, algunos son débiles a la tentación y tienen vicios y cometen errores como los demás humanos y alguno de ellos son francamente estúpidos, aunque tengan títulos académicos. Sus mecanismos de autocontrol ofrecen dudas, que aumentan si pensamos que en algunos casos se “revisan” entre “amigos. Ni siquiera el modelo experimental es neutral y apenas hay un método científico con el que mejor cometer prestidigitación imaginativa como las estadística.
La mayoría de ellos son seguidores del espíritu de los tiempos que corren. Unos pocos dictan lo que debe ser el nuevo paradigma. Los demás seguimos, como siempre hemos hecho, presas de nuestros miedos y nuestra inseguridad.
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A ver Plaza, es que no me he explicado bien, a lo que parece. O que me lees con malos ojos 😉 :
Vale, no les he llamado manada.
La imagen del inquisicion gha sido distorsionadacon fines intersados.
Primero. Cuando se funda la Insisicion estamos en la Edad Media recuerdas? Y hay que comparala con la justica mediavel no cuna la nuestra. Pues caudno se funda es mucho mas garantista y que la justicia ordinaria. Por ejemplo el reo puede rdar una lista de personas con las que esta enemistado y no se admite su testimonio. Y la Inquisicion no practica la tortura a mansalva al contrario. Uno de sus principales teoricos (no puedo darte el nombre no tengo mi documantacion a mano) escibe una especie de manual en el que advierte de las falasas confesiones si se usa la tortura. Es verda que en las decadas y siglos que le siguierpn el «redescubrimiento» del dercho romano va a conllevar un mayor uso de la torura (te recuerdo que la justicia ordinaria la practiac tanto o mas). Pero sin ir mas lejos Juana de Arco no fué torturada.
Segundo. Es falso pensar que la Inquisicion se pasaba el tiempo ejecutando a la gente. La mayoria de los acusados eran condenados penas leves como durante X domingos tener que ir por la ciudad llevando un traje especial; el San Benito. Es lo que le ocurrio al abuelo de Santa Tersa. Y la Inquiscion no puede condenar a muertre por la primera infraccion. A la «heretica» y «bruja», o sea archicriminal a ojos de la Inquisicion, Juana de Arco la condenaron a una vida de penitencia (lo que llamariamos cadena perpetua). Solo si el acusado vuelve a caer en el «error» puede ser condenada a muerte. Que es lo que ocurrio con Juana de Arco que declaro haber vuelto a oir vices de santos y que estos le habian ordenado renegar de su retractacion. Hay quien piensa que las voces que oyo eran debidas a un complot de los ingleses los cuales la querian ver muerta.
Tercero: En una sociedad que cree masivamente en las brujas es muchismo peor caer en las manos de una turba de campesinos presas de panico porque, debido a alguna hierba toxica, han muerto cuatro vacas a pocos dias de interval, o que caaer en manos de inquisidores los cuales al creerse protegidos por su habito mantienen la cabeza fria y de todas maneras estan constrenyidos por el inmenso papeleo y formalismo del procedimiento inquistorial. Hoy en dia los que dan las estimaciones mas altas evaluan el numero de victimas de laInquisicion a doce mil para toda la peninsula. En tres siglos. O sea cuarenta al anyo. Y hay historiadores que lo rebajan a tres mil. En la Europa protestante, donde los campesinos se toman la justicia por su mano, ardieron cuarenta mil brujas y brujos en cuarenta anyos.
Lo que si se puede decir de la Inquisicion es que siguio practicando la tortura y la quema de reos cuando ya no era considerado acceptable y cuando la gente ya no creia en brujas.
Con toda la cordialidad que nace del respeto que te tengo, JMF. Vuelve a leer el artículo 🙂
Y con toda la cordialidad del mundo y aunque lo de la inquisicion sea solo un punto de partida esa parte esta lleno de topicos. Por ejemplo el inquisidor obligado_ de acceptar testimonios que sabe falsos es una figura altamente improbable. Primero porque como te dije el acuasado podia producir una lista de gente cuyo testimonio no seria tomado en cuenta. Segundo. Porque nada onligaba al inquisdor a tomar en cuenta un terstimonio que le pareciese sosnechoso. Tercero: Porque se esperaba de él que buscase pruebas tanto de culpabilidad como de inocebcia. y Cuarto;: porque huboo inquisidores aparatados s e incluso encarcelados por severidad excesiva.
Lo quie dices se aplicaria mejor al sistema policial y judicial sovietico entre el momento en que los tribunales fueron» bolchevizados» mas o menos por 1920 y la muerte de Stalin. Bajo Lenin lios tribunales debian juzgar por criterios de clase y tenemos un parricida puesto en libertad tras alegar que habia actuado por odio de clase. Bajo Stalin el numero de prisioneros en el Gulag estaba detreminado por los objetivos economicos que el Gosplan le habia asignado y a la policia de cada distrito tenia un cupo de «contrarevolucionarios» que arrestar. o sino eran ellos los que iban al Gulag. Y arrestan por los motivos mas futiles. Por sonrerir leyendo la Pravda, por ser el primero en dejar de aplaudir, por estar esperando un trén un dia en que la checa local necesitaba imperativamente hacer arrestos. Pero los inquisidores no tenian cupos.
Otro detalle muy olvidado es que la Inquisición dependía de la corona, no de la Iglesia…
Pues yo debo ser un elefante, no salgo en la foto.
Seguro. Pero es que no se trata de explicar lo que ocurre, a través de cómo eres tú. En ese caso no tendrías que explicar lo que quieres explicar. No ocurriría. Aunque tampoco sabemos cómo sería el mundo.
😉
Añado soporte gráfico, para que se entienda mejor. 😉 :
Está muy bien, pero te falta lo de siempre, mi querido liberal «alegre». El viejo detalle clave de que el hombre es básicamente un animal de manada. Y así, los mecanismos que describes funcionan mucho mejor. Es la forma de pasar de «algunos» (son débiles, son estúpidos) a (casi) «todos» son parte de la manada.