Basta ya de alarmismo

Tras un dramático debate final, los representantes de los 180 países participantes en la Cumbre Mundial sobre Clima en Bali han aprobado una declaración conjunta. El acuerdo se alanzó en el último segundo. La lucha dialéctica se vió enturbiada, en todo momento, por una especie de alarmismo climaproteccionista que sólo puedo calificar de irresponsable.

Los retrasos y las discusiones, incluso los desacuerdos, son inevitables cuando más de 180 países intentan en dos semanas alcanzar un acuerdo para regular las emisiones de CO2 después de 2013 . No se puede reprochar a la Conferencia de Bali que tras esas dos semanas llegase al Viernes sin un documento final que reflejase el acuerdo de todos los participantes. Cada estado bloqueó la Conferencia de una u otra forma en algún momento de la misma, China y la India lo hicieron poco antes de firmarse el documento final, Rusia justo antes, USA durante todo el proceso. El resultado final es tan sólo un compromiso. Cuando se enfríen los ánimos comenzarán los lamentos, pues, desde un punto de vista político, el compromiso alcanzado es una derrota de las premisas con que comenzaba la Conferencia. Desde un punto de vista técnico, no es el fin del mundo.

El debate climático sufrió en Bali las consecuencias de los desaforados y estridentes gritos de los alarmistas. No todo aquel que se ocupa de las tareas de protección del clima es un alarmista, pero casi todos los alarmistas del planeta han encontrado en la protección del clima un terreno perfectamente abonado para sus expúreos fines. El primero que abandonó la seriedad del debate fué Al Gore: «hemos comenzado una guerra contra la tierra», dijo durante la ceremonia de entrega de su Nobel. «Nos enfrentamos a una situación de emergencia planetaria: una amenaza para la supervivencia de la civilización». Es una exageración, no sé si más pedante que absurda. Al poco, nos brindó el colmo de la estulticia: «Quien duda hoy sobre el tema del Cambio Climático comete el mismo error que las potencias occidentales ante la amenza de Hitler«.

Cómo dice? Hitler asesinó a seis millones de judíos y algunos millones más perecieron en la guerra por él iniciada. El Cambio Climático, por el contrario, no amenaza de forma directa a ningún ser humano, ni hoy ni en los próximos cien años. Incluso en caso de que el aumento de temperaturas fuese más rápido, queda tiempo de sobra para elevar los diques, cambiar de sitio ciudades enteras, adaptar nuevas zonas de asentamiento. No podemos contabilizar cada víctima de una tormenta como una víctima del Calentamientio Global. Las catástrofes naturales siempre ha costado vidas humanas, con Calentamiento o sin él. En este año a punto de terminar son ya 24.000.

Toda muerte es una tragedia y, sin embargo, esa cifra es, en comparación con los 6,6 mil millones de habitantes de este planeta, extremadamente pequeña. Apenas el 0,00036 %. Cientos de miles mueren cada año de hambre, violencia, Malaria, SIDA … Miles de niños son vendidos a redes de prostitución. Miles de millones viven con menos de un dolar al día. Pero Al Gore, sus seguidores y los políticos ávidos de los votos de estos (faltos de propuestas para otros menesteres), nos dicen que la mayor amenaza para la humanidad es la subida del nivel del mar en unos cuantos centímetros (no se sabe cuántos), o de la temperatura en en unos pocos grados (tampoco se sabe cuántos) y nos exigen la entrega incondicional de inmensos recursos materiales y humanos para combatir estos «peligros».

Alarmismo irresponsable y peligroso.