No voy a entrar en la teatralidad de las últimas horas en Bali, con un Presidente de la Conferencia llorando, representantes de países pobres asumiendo su papel (poco podía ya decir la delegación de la UE), chinos e indúes callados tras haber solventado sus problemas «en privado», Rusia dando la nota y USA cediendo al final para asegurar el éxito de la Conferencia: aplausos, fiesta, cierre. La prensa se regocija, nos felicitamos todos y pasa página.
Qué es lo substancial de lo ocurrido en la última semana? The Boston Globe nos hace el mejor resumen de cuantos leído esta mañana (es pronto, les traré más cosas a lo largo del día):
Emissions goals: The European Union dropped a key demand that guidelines for a new global climate pact include an explicit reference to cutting greenhouse gases by 2020 in wealthy countries. The accord instead was expected to include a reference to findings by the UN’s Intergovernmental Panel on Climate Change, which recommended a 25 to 40 percent target.
Mandates put off: Indonesian Environment Minister Rachmat Witoelar proposed the revised language dropping explicit mention of emissions cutbacks. His draft «Bali Roadmap» would not require binding commitment.
US response: The United States, the world’s top emitter of greenhouse gases and the only industrialized nation that was not a party to UN’s Kyoto Protocol, was satisfied with the compromise, according to American negotiators.
Developing nations: The draft would instruct negotiators to consider incentives and other means to encourage less developed nations, including China and India, to voluntarily curb growth in their emissions.
Future negotiations: The substitute language would provide a basis for two years of negotiations to reach a mandate on cutting emissions by 2050.
En otras palabras: las cifras de reducción de emisiones lejos de las propuestas de la UE, y ni siquiera son parte de un compromiso: el documento final sólo compromete a negociar durante los próximos dos años. China e India harán lo que «buenamente puedan».
La rueda «trágala» no ha hecho más que empezar a girar. Tengan las manos cerca de la cartera, nos van a robar mucho dinero. Pero, y esa es la buena noticia, será menos que el que los prebostes de la UE pretendían robarnos hace una semana.
será menos que el que los prebostes de la UE pretendían robarnos hace una semana.
Siempre es una buena noticia que nos vayan a robar menos de los esperado jj.
Propongo una idea, para dar ejemplo podian ir todos sin ropa en plan ecologista radical.
Un saludo