El sr. Eduardo Garzón nos explica en su blog que imprimir dinero no causa inflación y que es la solución para salir de la crisis:
«En primer lugar, ¿es cierto que la velocidad del dinero es constante, aunque sea a corto plazo? La evidencia empírica nos dice que no lo es. Todo el mundo sabe que en época de recesión, como la actual, la gente consume mucho menos. Algunos porque no pueden consumir más, y otros porque prefieren ahorrar dinero en un período de malas expectativas económicas. En nuestro país, por ejemplo, la velocidad del dinero se ha visto rápidamente reducida en cuestión de meses (el consumo ha caído a niveles muy reducidos, debido precisamente a la mala coyuntura económica).
Por lo tanto, la evidencia empírica nos demuestra que la opción A sí sería posible. Es decir, si se creara dinero nuevo no tendrían por qué aumentar los precios porque la ecuación podría quedar igualada a través del descenso de la velocidad del dinero (en nuestro ejemplo 10 x 1 = 1 x 10); el precio quedaría intacto a pesar del aumento de la masa monetaria).»
Evidentemente que la velocidad del dinero no es una constante. Pero igual que puede bajar puede subir.Si la velocidad del dinero ha bajado, o dicho de otra manera la gente ahorra más dinero, y si creamos más dinero, se lo damos a la gente y la gente se lo gasta y se lo gasta en las mismas cosas en que se lo gastaba la gente antes de que el ahorro aumentase entonces, y sólo entonces, se mantendrán los precios.
Y es que por mucho que agreguemos la producción en P en realidad la producción está dividida en distintos productos que fabrican diferentes empresas y que tienen diferentes mercados, y los consumidores tienen diferentes patrones de consumo.
Para que el sistema de crear dinero y dárselo a la gente funcionase bien habría que entregar a cada persona una cantidad de dinero igual a la que han aumentado su ahorro y que además la destinasen a consumir las mismas cosas que hubieran consumido si no hubieran ahorrado.
Así que no es tan fácil como imprimir dinero y dárselo a la gente.
Si el nuevo dinero se gasta en cosas diferentes en las que se gastaba entonces puede aparecer inflación en determinados bienes. Pero vamos a aceptar que el nuevo dinero no cambia la estructura de precios que existía antes y que efectivamente no hay inflación. Pero ¿Y si después la gente disminuye su ahorro? Pues entonces nos encontraríamos con que el dinero procedente de los ahorros de la gente, que ahora gastarían, provocaría inflación.
Dado que el objetivo de imprimir más dinero es aumentar el consumo y evitar la crisis, y que la gente ahorraba más dinero en previsión de la crisis (por lo menos eso asegura el sr. Garzón), lo que nos encontramos al final, cuando la gente se gaste el dinero que se ahorró, es que la inflación es inevitable.
Pasemos a la segunda aseveración del sr. Garzón:
«En segundo lugar, ¿las empresas producen todo lo que pueden y venden todo lo que han producido? Este supuesto es todavía más absurdo que el anterior. Basta echar un vistazo a cualquier economía para descubrir que no es así. La inmensa mayoría de empresas nunca producen todo lo que le permiten sus instalaciones, ni venden todo lo que han producido. Las economías capitalistas suelen tener un índice de utilización de su capacidad instalada situado entre el 60% y 90%. Esto quiere decir que las empresas podrían producir 100 pero lo hacen como mucho a 90 (la explicación se encuentra en que no tienen tantos clientes como para poner a pleno rendimiento todas sus máquinas y recursos, como queda reflejado en el informe del BCE sobre las pequeñas y medianas empresas donde se constata que el mayor problema de las empresas es la falta de clientes). Solamente en épocas de guerra, cuando las economías estuvieron prácticamente dirigidas por el Estado, este índice estuvo cercano a 100%. De hecho, en la actualidad este índice referido a la industria en la economía española ronda un reducido 67 %. Esto quiere decir que si a las empresas españolas llegaran más clientes no subirían los precios sino que producirían más productos para vender más y obtener más beneficios. Pudiendo hacer eso no tendría sentido que aumentaran el precio de sus productos porque podrían de esta forma empujar a sus clientes potenciales a comprar en alguna empresa competidora que tuviese los precios más bajos. Además, no poner en funcionamiento sus máquinas y recursos tiene un alto coste, por lo que sería más rentable ponerlos a producir. Es decir, que la opción C es perfectamente factible y de hecho es la más probable que se diese en el caso de un aumento de la masa monetaria. En otras palabras, si se creara dinero nuevo no tendrían por qué aumentar los precios porque la ecuación podría quedar igualada a través del aumento de la producción (en nuestro ejemplo 10 x 2 = 1 x 20; el precio quedaría intacto a pesar del aumento de la masa monetaria).»
En este caso el sr. Garzón se olvida que el dinero se creo para evitar los problemas que tenía el trueque pero no para sustituirlo. El problema del trueque era que yo podía tener pan y necesitar un bolígrafo y otra persona podría tener un a bolígrafo y necesitar aceite. Sin dinero el intercambio en esas condiciones sería imposible. Pero si se pudiera vender al pan a otra persona a cambio de dinero entonces con ese dinero se podría comprar el bolígrafo y el que tiene el bolígrafo con ese dinero podría comprar aceite a otra persona.Pero obsérvese que el dinero se intercambia porque previamente las personas tenían bienes que han intercambiado por dinero. Lo que pretende el sr. Garzón es que ese paso de tener que intercambiar un bien por dinero se salte, y se pase a intercambiar papelitos de colores por bienes. ¿Qué ocurriría si se hace eso?
Pues bien, imprimimos los papelitos y se los damos a la gente. En una situación normal el tendero ha comprado la mercancía a la fábrica y espera en su tienda a que la gente venga a comprar. La empresa reparte el dinero que ha obtenido vendiendo la mercancía al tendero entre los trabajadores y los accionistas y estos con el dinero se van a la tienda.
El problema es que además de los trabajadores y los accionistas en la tienda se van a presentar las personas que han recibido los papelitos recién impresos y el tendero se va a encontrar con mucha más demanda de las mercancías que había comprado. Una vez que se produce ese desfase inevitablemente tenemos que los precios van a tener que subir a no ser que queramos que se produzca un desabastecimiento al haber más compradores que mercancía.
El sr Garzón nos dice que si las empresas tuvieran más clientes fabricarían más cosas. ¡Claro! El problema es… ¿Qué comprarían los trabajadores de las empresas cuando cobrasen los billetes recién impresos? ¡¡Porque los bienes que han fabricado se los han llevado los clientes a cambio de los papelitos!!
A no ser que vuelvan otra vez al trabajo y fabriquen más bienes pero el problema es que, si quisiesen cobrar ese trabajo extra, cuando fuesen a comprar con el dinero obtenido de los compradores con papelitos y con el dinero extra cobrado sólo se encontrarían con lo que han producido en el trabajo extra, no lo que han producido en el trabajo normal y en el trabajo extra. Al final hay dos opciones o los trabajadores trabajan más cobrando lo mismo (es decir el trabajo que han realizado para los compradores con papelitos no lo cobran) o los precios suben para que los trabajadores sólo puedan comprar los bienes que han producido en el trabajo extra.
Incluso la afirmación de que las empresas pueden producir mucho más de lo que producen no deja de ser una falacia. Las empresas no tienen contratados a trabajadores para que no hagan nada, a no ser que quieran quebrar en poco tiempo o sean televisiones públicas. Una cosa es la capacidad de producción de las máquinas y otra la capacidad de producción del personal de la fábrica y no siempre las empresas pueden conseguir el personal con la cualificación y el salario como para tener beneficio.
Claro que las empresas podrían producir más, sr. Garzón, pero podrían hacerlo con la condición de que hubiera clientes capaces de pagarles con dinero respaldado por otros productos. Conseguir clientes para los que trabajar gratis está al alcance de cualquiera, lo difícil es conseguir clientes que te paguen.
Si resumimos el pensamiento del sr. Garzón en su…
…si se creara dinero nuevo y se repartiera entre la gente,..
…iría a las tiendas y comprarían lo que quisiesen pero por el mismo precio al que estaban los productos antes de que se hubiese creado el dinero,…
no se ve mucha diferencia con lo de asaltar Mercadonas y llevarse la mercancia por la cara.
El añadido de:
…porque los vendedores en vez de subir el precio lo que harían sería vender los productos del almacén y producir más para satisfacer la nueva demanda.
No solucionaría el problema de la escasez de productos porque lo que se está haciendo es disminuir el capital del vendedor (lo que tiene almacenado) para poder satisfacer la demanda creada con dinero de la nada. Y además los tenderos tienen en el almacén el mínimo de productos necesarios para satisfacer variaciones mínimas de la demanda porque al fin y al cabo lo que hay en el almacén es capital (es decir trabajo suyo) que no produce.
Lo de
…producir más para satisfacer la nueva demanda.
es de traca ¿producir gratis para satisfacer la demanda de los que no han producido nada más que billetes?
De verdad jamás entenderé esa obsesión de los socialistas con el dinero, si de verdad todo se arreglase imprimiendo dinero bastaría con poner en cada pueblo o ciudad una impresora de billetes y los productos ya los sacaríamos del almacén del tendero o de donde sea.
Entonces ¿No hay solución?
Puede que ustedes se pregunten que si no podemos relanzar la economía imprimiendo billetes, entonces ¿Qué hacemos?
El problema de España es que nos especializamos en hacer viviendas artificialmente hipercaras que además comprábamos (en parte) con créditos del extranjero. Ahora no hay demanda de esas viviendas y menos a esos precios y lo que hay que hacer es buscar nuevos productos y nuevos mercados.
Eso es fácil de decir pero no tan fácil de hacer. Desgraciadamente no se puede poner al millón de albañiles que se han quedado en paro a producir bienes de alta tecnología o diseño que puedan ser vendidos a un precio como para mantener los altos salarios que disfrutaban. A corto plazo sólo nos queda competir en precio, por lo menos en muchas cosas.
¿Que la gente no quiere cobrar menos sueldo o tener menos beneficios? Pues nada, seguimos endeudándonos y acabaremos teniendo menores salarios y menores beneficios porque se tendrán que pagar mayores impuestos para pagar los mayores intereses de una deuda cada vez mayor debido a los continuados déficits.
Por cierto ¿Se han dado cuenta que llevamos décadas de inflación y no tenemos pleno empleo?
En mi opinión imprimir dinero en plan «inundación», por decirlo de alguna forma, ha de provocar necesariamente inflación por algo muy sencillo que paso a explicar.
Una persona que trabaja (sea un carpintero, un médico o un programador informático) crea con su trabajo una cantidad determinada de riqueza, que a su vez cambia por otros tipos de riqueza (comida, ropa, energía, etc.). Cada persona que trabaja suele haber encontrado aquella actividad en la que produce la mayor riqueza posible en base a sus capacidades profesionales, experiencia, medios, etc. Dicho de otra forma, toda persona tiende a conseguir el trabajo en que obtiene el mayor rendimiento.
Este trueque, entre riqueza que cada uno produce (muebles, muros o programas de ordenador) y riqueza que posteriormente obtiene (comida, ropa, gasolina, etc.) utiliza un medio de intermediación llamado dinero. Con indepedencia de la cantidad de unidades monetarias que una persona reciba por su trabajo, lo que está claro es que en una economía estabilizada, una persona no puede recibir a cambio de su trabajo una cantidad de riqueza desmesuradamente mayor; es decir, un carpintero con su trabajo malamente se podrá comprar un Ferrari en un mes.
Puesto que el dinero no es riqueza en sí mismo (otro tema es que fuese petróleo y no dinero), inundar el mercado de dinero impreso no va a hacer que el carpintero, a la larga, pueda recibir de su trabajo más riqueza de la que siempre ha obtenido; eso sí, al haber más dinero en circulación, los intercambios económicos requerirán más unidades monetarias, es decir, habrá inflación.
Si el dinero impreso se regala, quienes reciben tal regalo pasan a recibir del resto de la sociedad bienes y servicios a cambio de nada, es como si lo robasen. ¿A quién? a todos aquellos que posteriormente se encontrarán precios más caros, y que por tanto van a recibir a cambio de su trabajo menos riqueza de la que habrían recibido de no haberse introducido en la economía el dinero «gratis».
Para que alguien reciba algo sin dar nada, otro tiene que dar algo sin recibir nada; cuando el recibir sin dar se hace mediante dinero impreso o falsificado (el resultado práctico es el mismo), el dar sin recibir aparecera en forma de inflación. Cuando el recibir sin dar se hace mediante préstamo, el dar sin recibir tiene lugar mediante devolución del préstamo.
Pero eso ya lo dijo en un artículo en elconfidencia.com Antonio España: una gallina que pone de media 200 huevos al año por mucho que le des a la impresora de billetes va a seguir poniendo los 200 al año.
Por mucho dinero que imprimas el trabajador no va a trabajar mejor, el empresario no va a emprender mejor y el politico no va a dejar de derrochar (esto todo lo conrario, lo hará más intensamente).
Oír ésto de un «supuesto» economista es de chiste. Que se lo escuches a una persona que sabe economía de andar por casa y que dice que por qué no se imprime billetes y listo, pueste tiene el pase del desconocimiento e ignorancia de la economía general, pero lo lees de economistas (que dicen ser) es grave. Es grave porque ya entiendes el nivel de infantilización que hay en la sociedad. De pequeño creías que tus padres eran una fábrica continua e infinita de dinero, que caía por arte de magia y no es así, lo ganan con mucho esfuerzo. Ésta gente, como el Sr. Garzón hace que la sociedad piense lo mismo y a unas edades…
Pero vamos que imprimir dinero es como echar una alfombra en la mierda en vez de barrerla. No ves la mierda porque la alfombra la tapa, pero sigue ahí.
Por favor, Economistas, pónganse ya de acuerdo, porque si ustedes no lo hacen, de rebote los políticos nunca lo harán.
Es que es muy curioso, se supone que la Economía en una ciencia deductiva (no experimental), por tanto deberían poder ponerse de acuerdo.
Uno dice: «imprimir billetes crea inflación» y acto seguido otro dice «imprimir billetes no crea inflación»
Uno dice: «el salario mínimo crea desempleo» y acto seguido otro dice «el salario mínimo no crea desempleo»
Y así con casi todas las proposiciones de la ciencia económica siempre encontraremos un economista que diga A y otro que diga no A.
La verdad es una situación muy frustante.
PD: respecto de la proposición del artículo yo defiendo la tesis de Mill. Si la argumentación de Mill es correcta, y creo que lo es, el señor Garzón (Eduardo, que no Alberto) debería reflexionar y aceptar sus errores. Caso de que no lo haga porque no los encuentra, entonces deberían el señor Mill y el señor Garzón sentarse en una mesa y reflexionar juntos en voz alta hasta encontrar los fallos en la argumentación.
Que utópico soy!
Estando de acuerdo en que si te pones a imprimir billetes como si no hubiera mañana ocasionaría inflación debido a que se imprime mas dinero a mas velocidad de la que la sociedad es capaz de producir, pongo el supuesto de que se le da a la impresora y en un primer momento se produciría la elevación de precios de los productos por lo que he dicho pero, pasado el tiempo la capacidad productiva se «acopla» a la de impresión de billetes. En este caso se produciría una sobreproducción de bienes?? Y en este caso el señor Garzón nos vendría con el tema de que producimos mas de lo que necesitamos, echaría culpa al capitalismo salvaje y además, de que tiramos alimentos a la basura y tal…
Puede ser???
Yo la cosa, teorías aparte y tirando de sentido común, la veo bastante simple.
Actualmente el dinero representa un derecho cuantificado a recibir riqueza real (bienes y servicios) del resto de la sociedad. Cuando se tiene dinero en la mano (el bolsillo o la cuenta corriente), éste puede tener básicamente dos procedencias:
a) Se ha ganado ese dinero produciendo riqueza para alguien. En tal caso el dinero no es más que un intermediario en un trueque de riqueza entregada, riqueza recibida.
b) Se ha recibido ese dinero en préstamo. Puesto que tal dinero presuntamente se cambiará por riqueza real, el que lo ha recibido y lo gasta deberá crear a su vez riqueza para otros, a cambiar por dinero y devolver el préstamo (intereses aparte).
Para mi la cuestión clave no es ya imprimir dinero, sino y muy en especial, **cómo** se pone en circulación tal dinero impreso. Si se regala tal cual, lo que se está haciendo es otorgar a quienes lo reciben el derecho a recibir del resto de la sociedad riqueza real sin entregar nada a cambio, a parasitar al resto de la sociedad, vamos, lo mismo que robar, pero legal y mucho más sutil. Entiendo que esto empobrecerá a la sociedad más de lo que pueda estarlo. Si el dinero no se regala sino que se presta, el que lo toma prestado y lo cambia por riqueza real, a diferencia del que lo recibe prestado, se compromete a crear riqueza real para otros en un futuro más o menos próximo, lo cual claro, puede ocurrir o no, entre otras cosas.
Sobre tu frase ….»De verdad jamás entenderé esa obsesión de los socialistas con el dinero, si de verdad todo se arreglase imprimiendo dinero bastaría con poner en cada pueblo o ciudad una impresora de billetes y los productos ya los sacaríamos del almacén del tendero o de donde sea.» … creo que la respuesta es la que en su dia dio Hayek: «Si los socialistas supiesen economía no serían socialistas».
Completamente de acuerdo: al respecto, es famosa la anécdota de que Pancho Villa, en su ingenuidad Keynesiana, mandó imprimir su propio dinero para financiar su revolución. Cuando el impresor le reclamó su paga, el bueno de Pancho le contestó, señalando los fajos de billetes recién impresos: «Sírvete tu mismo», a lo que el impresor le replicó: «Con esos billetes no. Págueme con oro».
En realidad, a poco que se piensa, la profundamente estúpida idea de que «imprimiendo dinero se sale de la crisis», es justo lo que practicaba Madoff: «solo tengo que conseguir nuevos inversores para que todo mi chiringuito financiero piramidal se mantenga intacto»: lo cual era de una lógica aplastante, aunque eso no conviertiera la estafa de Madoff en un negocio generador de riqueza (salvo para él, claro está). En resumen, esto de imprimir dinero para salir de la crisis, es justo lo mismo que pretender pagar deudas contrayendo nuevas deudas. Mientras haya primos que te sigan prestando todo perfecto. Lástima que los primos, aunque muy numerosos, no sean infinitos, que sería el nº necesario para que la cosa funcionase. Por cierto, algunos espabilados creen seriamente que se puede solventar esta cuestión de la cantidad finita de primos, simplememte con el procedimiento de que, al terminarse los primos Madoff se convirtiera a su vez en prestamista de los ultimos primos y así sucesivamente, trasformando la estafa piramidal en una estafa circular: esta modalidad de estafa ha existido, con el nombre poco original de «La rueda». Absolutamente todos los que picaron decían conocer a alguien que se había forrado con la Rueda. Lo que es increíble es que personas supuestamente formadas en economía puedan sostener que con este tipo de tinglados para bobos (solo que algo más sofisticados o adornados intelectualmente) se puede salir de la crisis.
Lo de imprimir dinero suele gustarle mucho a los políticos para ver de aguantar hasta las siguientes elecciones o hasta que se retiren del cargo sin tener que afrontar reformas en la estructura del sistema, generalmente relacionado con las corruptelas y oligopolios.
Por otro lado, otro fallo de la teoría de estimular la demanda con impresión de billetes es que la economía no es cerrada como en los tiempos de Keynes, que daba por sentado que si un inglés tenía dinero en el bolsillo y se compraba un aparato de radio, iba a ser un aparato de radio fabricado en Inglaterra, no en China.
Y ahora lo que gusta la gente es comprar móviles, tablets, pc, video juegos, zapatos, camisas, etc, fabricadas en China, en India, en Brasil, en EE.UU., etc…. O irse de vacaciones a Cancún. O gastar combustible moviendo los coches. O sea, transferencias de renta hacia el exterior. Y además, fomentado por una moneda fuerte como el Euro.
Le felicito por su articulo.
En efecto, la economia keynesiana esta basada en bonitas metaforas de cosas que NO existen en el mundo real, como la «demanda agregada», aggregate demand. Para evitar perder tiempo bastaria incidir en que tal cosa no existe; o en lo importancia de la estructura de los precios relativos (de unos productos o servicios respecto a otros) sin discrepancias burbujiles en ella (pagar el ladrillo, suelo, licencia y hora de encofrador a orecio de oro)
Lo de que creando dinero de la nada se arreglan las cosas esta muy arraigado. Vivimos una epoca en la que bernanke mantiene rl mercado de papelitos de deuda publica useña a base de imprimir papelitos de dolar y con ellos comprarse su deuda, estilo reichsbank 1923. esperemos que garzon y bernanke acierten y no haya consecuencias y puestos a ello que nos manden a todos sobrecitos con oapel dinero, asi podemos dejar de trabajar y pagar impuestos incluso