No pocos amigos, familiares y lectores de este bioloco exiliado leen con recelo – y consienten condescendientemente – mis artículos sobre el famoso cambio climático. Desde los más provocativos hasta los más científicos. Ellos creen que estoy equivocado, pues la mayoría no piensa como yo. Interesante criterio este de las mayorías aplicado a la ciencia, que me gustaría desmenuzar. Me acompañan?
Vaya por delante la que considero mi opinión de fondo: el cambio climático es el apocalipsis de la nueva religión ecologista, desde el que los Ecoinquisidores, dirigidos por el Sumo Sacerdote Al Gore, nos amenazan con un infierno de llamas y catástrofes. Los crédulos, con sus dádivas y la presión que ejercen sobre los políticos -nada es peor para un político que ir en contra de la "opinión pública", aunque tenga razón- son instrumentalizados para la obtención de medios y subvenciones por parte de la "industria ecológica". Es un sistema casi perfecto, pues se retroalimenta: un lobby inicia una corriente de opinión, esta presiona a los políticos, estos atienden las demandas del lobby y aumentan la presión (concienciación lo llaman) sobre los ciudadanos. El lobby gana, los políticos ganan. Sólo los crédulos pagan. El practicante me objetará que la industria petrolera funciona igual. Y yo le diré que sí. Pero cuando voy a llenar mi coche de gasolina no estoy haciendo un acto de fe. Ni lo hago por miedo a… a nada. No hay amenaza. También me dirá el creyente que la mayoría de los científicos están a favor del cambio climático. Y esa es, precisamente, la cuestión que nos ocupa: democracia y ciencia. O acaso no es democrático aceptar la decisión de la mayoría?
La influencia "democrática" de la política en la ciencia europea es innegable. Por ejemplo, son las leyes "democráticas" aceptadas por la mayoría las que protegen la independencia científica del catedrático frente a la pérdida de su cátedra incluso en caso de que este sea un vago o un incompetente. La Universidad, las facultades, los Institutos, las cátedras son dependientes de los medios estatales y es el Estado, por medio de sus óganos de "selección y control" quien decide sobre personal y dotación de un centro. En el controvertido documental "The great global warming swindle" hay algunas afirmaciones incontestables: la inversión estatal para investigación sobre el clima ha crecido desde los años noventa de forma exponencial: de 150 millones de dólares a principios de la década hasta los 2 mil millones a finales de la misma. Si quienes trabajan pagados por ese dinero escribiesen que el cambio climático no existe, o que no depende de la acción humana, o que no tiene nada que ver con el CO2, pasarían mañana mismo a engrosar las listas del paro. Y ello los convierte en esclavos de su propia teoría.
Si nos fijamos en los informes del IPCC vemos como todo se reduce a plantrear un "consenso". Incluso las opiniones y trabajos de quienes son considerados "disidentes" son mostradas parcialmente en un afán de generalizar y "democratizar" los "resultados". La cuestión es : que tiene que ver eso con la ciencia?
Quien ha leído y entendido a Karl Popper y v. Hayek sabe que la democracia es un método de decisión cuantitativo. La ciencia necesita del factor cualitativo para dar significado a los resultados cuantitativos.
En el debate sobre el clima necesitamos un nuevo Galileo, aunque hubiese que esperar varias generaciones para que los descendientes de Al Gore le absolviesen de su herejía. Un nuevo Galileo capaz de poner en tela de juicio las premisas de la Ecoinquisición. La tierra no es un disco y el cambio climático es un proceso natural sobre cuyo funcionamiento poco sabemos. El saber no se inventa! El saber, los conocimientos proceden del ejercicio de descubrir y la mejor forma de generar capacidad descubridora es la competitividad, justamente lo contrario de planificación, subvención y democracia: competitividad. Ello aclara la dominancia del sistema científico -y sus centros- anglosajón: no es estatal, sino privado y los medios proceden de su éxito frente a los demás. No dependen de una dotación democráticamente legitimada en unos presupuestos aprobados por los democráticamente elegidos parlamentarios y administrada por funcionarios democráticamente legitimados.
Como muy tarde desde Popper sabemos que no sabemos nada, sólo lo suponemos como cierto. Desde el punto de vista de la teoría científica los conocimientos son válidos, no ciertos. La ciencia no confunde validez con verdad. Incluso en el caso de que la teoría que establece el CO2 como origen monocausal del cambio climático no hubiese sido ya declarada como absurda, todo lo que podríamos decir de ella es que es probable, nunca verdad.
La teoría es falsa. Y lo es aunque la mayoría de los científicos, los políticos y la población del mundo mundial diga que es cierta. Y es por ello que los Ecoinquisidores pretenden inmunizarla frente al principio popperiano del "criterio de falsificación" por medio de su "democratización". Intentan legitimar democráticamente, por mera acumulación de opiniones, algo simplemente indemostrable .
Detrás de todo este escandaloso abuso de los principios democráticos para dar patente de corso a una teoría absolutamente acientífica se esconden, como siempre, intereses materiales. Y no hablo sólo de intereses económicos. No olvidemos que cada vez son más quienes viven de la ecoreligión y que los políticos sí dependen (sólo dependen) de criterios cuantificables: VOTOS. El poder solo se mantiene doblegando a las mayorías (Stalin) o subido en la cresta de sus caprichos (Zapatero). Por ello es tan importante manipular la opinión pública.
"La Ilustración es la única vía del hombre para salir de su enajenación". Parafraseo a Kant y les recuerdo que sus palabras servían para sellar definitivamente la Edad Media. Kant situó al hombre en el centro de su pensamiento, no al grupo ni la mayoría. Le atribuye al hombre -al individuo- la responsabilidad sobre su propia vida. El fin de la Edad Media es el comienzo de la verdadera ciencia, la que se ocupa de sí misma y no de los intereses de los Condes, o los Reyes, o los Papas. La nueva ciencia al servicio del descubrimiento.
El espectáculo pseudoreligioso al que asistimos parece indicarnos que hemos llegado al fin de la Ilustración. La ciencia regresa a los sótanos de los modernos castillos: los parlamentos y la ONU.
Gracias por la aclaracion. Me perdi un poco al leer tu texto. No se si me he leido todas esas citas que crees (me parece que me sobrevaloras), pero lo poco que si he podido mirarme tiende mas a afirmar que no esta claro que el origen sea antropogenico que no a decir que es falso que lo sea. Es decir, que ni esta claro que sea verdad de la buena o mas falso que un billete de 30 euros.
Quitado lo ultimo, que no lo tengo tan claro, en lo demas estoy de acuerdo. Los misterios de la climatologia…
Si es cierto que en la opinion publica parece haber mucho mas convencimiento en un sentido que cuando te metes de lleno en la comunidad cientifica. Un companyero de grupo fue a una conferencia de Geologia y, en el simposium especial dedicado a clima global, aparte de haber «hostias», lo unico que uno parecia poder sacar como conclusion es que el hecho de que hay un calentamiento esta mas o menos aceptado. De la misma forma que hubo un enfriamiento en los 70. Que ese calentamiento sea lo mas de lo mas en la historia de la Tierra, diria que no esta tan claro, pero lo vuelvo a repetir, no es mi especialidad, asi que prefiero ir con pies de plomo, como deberia ser.
Esto enlaza con:
Bueno, eso, mas que demostrar el cambio de chaqueta, demuestra lo poco profundo que es el conocimiento del clima. En aquellos tiempos, la tendencia de temperaturas era a la baja con respecto a los anyos anteriores. Seguramente los metodos de analisis no estaban tan desarrollados como ahora… y ahora parece que la cosa va para arriba. Si es drastico o no, ahi ya no entro. Hay que encontrar una forma de explicar que vaya para arriba. Que mecanismo lleva a culpar a la actividad humana? Pues no lo se porque no me considero suficientemente formado como para conocer que concluyen los estudios mas relevantes del tema y como pintan el tema del efecto antropogenico. Me da mas la sensacion de que estan aun en el punto de demostrar que el cambio es generalizado y global que en encontrar el origen. Pero, otra vez, hablo de lo poco serio que he podido leer.
A eso me referia yo. Demostrar algo de forma fehaciente puede ser, segun se mire, imposible porque nunca se sabe lo que nos vamos a encontrar ahi. Eso si, las cosas se demuestran y se aceptan. Esta claro que no se vota. Pero la democracia a la que me referia yo es a la de aceptacion generalizada de que una explicacion funciona. No tiene nada de magico o de creencia de fe.
Tienes toda la razon, y esto lo deberia saber yo, que he estado metido en temas parecidos. No se en que debia estar pensando ayer. A lo que me referia es que existe un peso importante de la financiacion por parte del gobierno federal y el propio Bush no se corta a la hora de fijar publicamente metas para la investigacion (vease encontrar soluciones para depender menos del petroleo extranjero). Las plazas de universidad dependen de esa financiacion y no de la privada. Si no hay dinero «publico», no se saca plaza. La excepcion serian las plazas generadas por dineros de donaciones/fundaciones, pero no son el caso mas general.
Aun asi, vuelvo a decir lo mismo. Lo que investiga una empresa no abarca todas las especialidades y temas posibles. Los conocimientos que esos cientificos unortodoxos que reclamas fueron producto de la curiosidad por como funcionan las cosas, y no tenian como objetivo desarrollar un producto que de beneficios.
Esto es para todo tipo de investigacion. O si la financiacion privada no hay metas que cumplir? Me atreveria a decir que mas estrictas. Si un departamento de I+D no produce los beneficios que la empresa espera, lo tiene crudo. Y corrigeme si me equivoco, que de ese sector entiendes tu mucho mas que yo.
Bueno, en eso estamos totalmente de acuerdo, pero es que me cuesta creer que la gente sea tan maquiavelica y cinica como para no pensar igual. Me falla algo. Pero para entender un poco mas el quid de la cuestion, creo que habria que dar voz a los propios implicados, la gente que investiga en estos temas.
De nada :o) pero no se merecen. Es un placer dialogar por estos lares.
Jordi:
La teoría -que no estereotipo- es la que al final se presenta como CIERTA a la opinión pública y los responsables políticos. Y afirmar que el aumento de temperaturas al que asistimos en las últimas décadas es global me parece aventurado aún; afirmar que se debe en gran medida al aumento de la concentración de CO2 en la atmósfera no está demostrado; y terminar afirmando que todo se debe sa la acción humana es falso de toda falsedad. Como sé que te has leído casi todo lo que yo leo y más, me ahorro las citas.
Por supuesto que se observa un aumento de las temperaturas en aquellas zonas donde la presencia y actividades humanas son mayores. Por supuesto que asistimos a fenómenos climáticos y geológicos que indican un aumento global de la temperatura. Pero seguimos sin sabert a qué se deben ni las consecuencias que puedan tener. Hay varias hipótesis y se está trabajando sobre ello. Mientras… gracias al por mí denostado «consenso científico» (un invento, centro de mi crítica en este artículo) tenemos que pelear con Kyoto y con unas propuestas de la UE absolutamente desproporcionadas, inmensamente costosas. Es como pretender matar un lobo con un matasuegras carísimo apuntando al rebaño de corderos.
En tu campo, Jordi, no habrá cambios de chaqueta… en el mío tampoco. Pero los «climatólogos» y «geólogos» que en Alemania hace 20 años defendían la teoría de la era glacial, defienden hoy la del calentamiento global y, curiosamente, están pagados por las mismas instancias. A eso me refiero con los «cambios de orientación científica». Quien paga manda, cierto, pero coherencia ante todo.
Sobre la financiación de R&D en USA, Japón y la UE te dejo dos enlaces: 1 y 2 (lo mismo, pero en formato word y con gráficos). Verás como no sólo es mayor el aumento de inversión neta en USA, sino que el mayor peso -con diferencia- lo llevan las iniciativas privadas. Conozco un poco el tema pues la mía es una empresa privada de investigación con unas ayudas del estado alemán que no han sobrepasado nunca el 20%. No por nada, sino por que menudo liberal sería yo si me paso la vida pidiendo subvenciones, je.
No, no la democracia, no la mayoría. Si el cambio climático (sea cual sea su origen) es demostrado de forma fehaciente, no por votación, entonces no tendré nada más que decir. Mientras lo que se afirma esté pendiente de demostración, la democracia (la mayoría) no vale NADA. Sólo valdría para afirmar cosas del estilo: es posible que… probablemente…, pensamos que ….; y con esas afirmaciones no se gasta uno trillones de euros, Jordi. Eso sólo lo hacen los políticos, no los científicos de verdad.
GRACIAS por tu comentario 🙂
Dwight:
No me cabe la menor duda. Muchos de los que hoy firman cosas sobre calentamiento global antes lo hacía sobre la nueva era de hielo o sobre la desaparición de los árboles en centroeuropa. Han cambiado el chip.
Lino: No, no exagero en absoluto. La teoría que consagra un calentamiento global debido «mayormente» al aumento antropogénico del CO2 es falsa. Por otro lado es evidente que la acción humana genera desequilibrios locales en la naturaleza que son corregibles y evitables. Pero eso no tiene que ver con el calentamiento global.
La ciencia de los siglos XVII al XIX se caracteriza por una cosa: los científicos actuaban de forma individual y por medios propios en su mayoría. De eso ya queda muy poco o nada. El problema de la ciencia subvencionada es que los resultados han de ajustarse a las metas de quien subvenciona. Nada grave si no fuese por el hecho de que el subvencionador principal (el Estado) es también quien dicta vía leyes los cauces de la ortodoxia. La mayor parte de los grandes cieificos presenta un denominador común: son unortodoxos. El conflicto que planteo es debido a que la intromisión de la política (del estado) en la determinación de lo que es ortodoxia y lo que no lo es se ha convertido en factor limitante de la creatividad y la energía descubridora. El academicismo es más importante que la curiosidad; virtud esta última inherente a todo científico. Está claro que se trata sólo de mi opinión 🙂
Jordi: para no alargar este comentario escribo uno nuevo 😉
Ahora que he tenido tiempo de leerme tu disertación con calma, tocaré algunos puntos a ver qué te parece:
1)
Permíteme que levante la ceja derecha ante tal afirmación. ¿A qué teoría te refieres exactamente? ¿A la del CO2 como único agente inductor de cambio climático? Diría que eso es más un estereotipo que algo que los científicos afirmen. ¿A que existe cambio climático o a que este es de origen antropogénico? Si son éstas, ¿en qué te basas para ser tan radical? Ya que estamos popperieanos, ¿qué pruebas tienes que la muestran falsa?
2)
Estoooo… ¿de qué país anglosajón estás hablando? Porque en el que vivo yo la cosa funciona exactamente igual que en España, solo que con más dinero de por medio. Es decir, se hace una propuesta de proyecto, se presenta un presupuesto y el departamento federal de turno (en mi caso, el de Energía o la National Science Foundation) decide si te conceden dinerillo o no. He visto más dinero de empresas moverse en un laboratorio de Francia que en el que trabajo ahora.
De esto no hay duda, pero de ahí a privatizar… no sé exactamente cuál es tu sector ni si te dedicas a la investigación (si no lo haces, ¡qué moral tienes leyendo revistas científicas! Mi admiración…), pero hay temas de investigación llamada básica que una empresa seguramente nunca va a financiar porque no producen resultados aplicables a corto-medio plazo. Y ese conocimiento básico puede ser tan importante como el aplicado. ¿Se te ocurre alguna otra forma de financiarlo que no sea a través de dinero público?
Por cierto, que hay un número considerable de científicos españoles en España que creen que el sistema actual es de todo menos eficiente. Si te apetece, algún día te pasaré la propuesta de Carrera Investigadora de la Federación de Jóvenes Investigadores (ojo con lo que dices, que no son 4 páginas ;P).
3)
En la ciencia en general, no sólo europea. El problema de base es precisamente que nunca se puede tener la certeza absoluta de que una teoría o explicación a un fenómeno natural es 100% cierta. Somos muy buenos encontrándonos pegas a nosotros mismos. Entonces, ¿qué hacer? Darle vueltas y vueltas hasta… ¿cuándo? ¿Hasta que ya haya pasado el tren? No estoy hablando sólo del cambio climático (del cual no he dado mi opinión), sino, por ejemplo, de algo tan tonto como directrices médicas. ¿Cuándo se decide que una sustancia es perjudicial para la salud? ¿En qué se basa un doctor para recomendar una dieta? Las dietas no eran igual hace 20 años que ahora. Los conocimientos cambian y así cambian las formas de hacer las cosas. Pero no se puede caer en el inmobilismo porque no estamos seguros de si es cierto o no. ¿Cuándo actuamos? ¿Prevenimos?
El problema de fondo no es la ciencia en sí, sino cuando se mezcla con el interés por el poder o el dinero. No entiendo muy bien a qué vienen argumentos gruesos como éstos de Dwight:
A ver, a ver, que hay que intentar hilar un poco más fino. Para empezar, eso de que pocos científicos entienden de ciencia… ¿tienes una muestra significativa que demuestre que es así? Porque todos los científicos que he conocido en mi carrera científica (de 7 años ya…) saben de ciencia. Podrían ser mejores o peores investigadores o tener un dominio más profundo o menos (hay de todo en la viña del señor), pero entienden de ciencia. No olvides que un científico que se dedica a la investigación suele tener la calificación académica más alta posible. Y, aunque algún regalo habrá, los doctorados llevan consigo 4 años de producir resultados.
Lo de arrimarse al sol que más calienta… joé, te podrás arrimar si la disciplina es la tuya. Yo me puedo arrimar al sol que calienta en temas de energía, que son los míos, pero no me pidas que me arrime al sol que más arrima en temas de catálisis heterogénea, porque me envías de vuelta a la carrera.
Sí es cierto que un científico que se dedica a la investigación pública debe regir su trabajo por unas directrices marcadas por las prioridades que define la fuente de financiación. Pero eso es igual en una empresa. No es que te vendas, es que eso es lo que le interesa que hagas a la fuente en cuestión. Pero esa forma de pintarlo como si se cambiara uno de tema como de chaqueta es realmente fuera de la realidad, por lo menos en mi campo. Las prioridades no cambian de hoy para mañana, igual que las empresas no cambian de sector de repente. Evidentemente, los científicos cambian de temas a lo largo de su carrera, pero no se desvían tanto y no lo hacen sólo por modas. Si el cambio climático deja de ser un tema prioritario, eso no va a hacer que los que ahora lo estudian pasen de la climatología y se vayan a la biología molecular.
En la ciencia, como en todos los campos, hay gente muy ávida de poder. Y esa se retroalimenta con los políticos y gente de los lobbys, formando un círculo vicioso que resta efectividad al sistema, ya que se resta importancia a la competitividad y se le da más al amiguismo. Hay gente que, por tener fama, hasta falseará los resultados. Pero es inherente a la condición humana, no a los científicos, y hay que vivir con ello, diseñando mecanismos que lo restrinjan al máximo.
Lo que está claro es que hay temas de investigación que tienen incidencia muy marcada en la sociedad, con lo que se aumenta la presión y es mucho más sencillo que se den manipulaciones. Si el cambio climático no tuviera las implicaciones económicas que puede tener (ya sea por los efectos devastadores o por el derroche que supondría implantar protocolos innecesarios), esa democracia sería aceptada con naturalidad. Cuando una teoría es aceptada por una mayoría, eso abre el camino a seguir abriendo temas derivados de esa teoría. Y eso mismo hará que, poco a poco, se reafirme más o que se encuentre algo que la haga replantearse. Después de todo, la Ley de Newton explicaba muy bien los fenómenos a su alrededor, pero, a la que nos preocupamos por las cosas que no vemos, ya no servía y hubo que modificarla y hasta crear teorías nuevas.
¡Hala! ¡Toma comentario!
Hola Luis.
Pues si, es verdad. Alrededor de todo esto del calentamiento global se ha montado todo un tingaldo de especulación. Hay gente que tienen gracia para captar temas de tirón mediatico y aprovecharse. El futbol y demás así, están muy pillados. Hay que buscar otros.
En España tenemos la guerra de irak, por ejemplo., y un sin fin más de aspectos de lo politicamente correcto. Es lo que vende.
Pero por esto mismo, no tenemos tampoco que dar completamente la contraria, y como dice Winimu, hay teorías respetables, que, con bastante lógica para mi, lo de explusar indiscriminadamente gases y residuos de todo tipo a la atmosfera y al ecosistema en general, a la larga no puede tener consecuencias muy buenas.
Haces una afirmación que me ha sorprendido. Dices que: «la teoría es falsa» … ¿no crees que has exagerado? ¿ a que te refieres realmente? Supongo que quieres decir que es eso simplemete, una teoría, y no está comprobada en absoluto. Si es así, estoy de acuerdo.
No hay que demonizar a nadie, ni siquiera a EUA. Más que nada por que el descontrol es tal, que aquí todo se mueve por lo mismo, intereses económicos o de poder.
¿Existe alguna forma de devolver el sentido común a la sociedad occidental? ¿volver como dices a la época de la ilustración? Que lejos y raros quedan aquellos últimos científicos excepcionales, Bohr, Plank, Einstein, Tesla … que trabajaban e investigaban por propia iniciativa. Pero claro, es que cada vez es más dificil y se necesitan mejores instrumentos, ¿o es otro el motivo?
Saludos
Wininu, acogotado me has… Juer, qué miedito me ha entrado con el panorama que ha pintado.
Luis, además de que pocos entiende de ciencia, a los científicos se les piden resultados. Y claro, se arriman al sol que más calienta. Y ahora lo que calienta de verdad es el cambio climático/calentamiento global y demás. ¿Qué importa lo que sea la ciencia? Es lo que está de moda, lo que va a hacer que se vendan libros, que se reciban subvenciones, que te contraten como experto para un programa de televisión… Cuando dentro de unos años se caiga el mito del calentamiento global antropogénico, ellos virarán de rumbo y darán un par de vueltas hasta que localicen el siguiente foco de calor al que arrimarse. Mientras ¿alguien les pedirá responsabilidades por el dinero y esfuerzo malgastado? ¿Y a los políticos?
Buff la verdad es que sobre la filosofía de la ciencia apenas he pensado, apenas, así que siempre tengo las teorías e incluso leyes por opiniones e interpretaciones de profesores y científicos a partir de unos datos, que son los importantes y los, en teoría, más «objetivos», reales, ciertos o lo que sea. Así cuando cualquier alegoría sobre el cambio climático tal como plagas bíblicas (topillos, langostas, lagarta, nefasia, tronchaespigas,…) o accidentes meterológicos inusuales (huracanes, olas de calor, inviernos suaves,…) salen en portadas y la gente habla de ellos como cualquier cosa, de toda la vida del cambio climático y el petróleo, si nadie me habla de cómo narices han llegado a tal conclusión no hago ni caso.
Ahora bien luego tengo algún profesor que se dedica específicamente a mirar horizontes de suelo marino en la antártida y similares peripecias. Luego tengo otro climatólogo con la vida resuelta y poco sospechoso de inclemencias políticas «progresivas» que con datos es capaz de llegar a conclusiones más o menos claras acerca de un posible calentamiento, en la última centuria, en los últimos decenios. Gente que ha estudiado la historia de los ciclos climáticos y oceánicos desde la formación de la Tierra y que ha comparado las evoluciones mediante métodos, que son los criticables. Y la conclusión es que haberlo haylo y es lo único a lo que se puede llegar, decir sí o no, pero poco más.
Otra cosa son los intereses maravillosos de tropecientas empresas acordes con planteamientos intervencionistas de tres pares. Que se juntan con los ecologistas sandía, los progres a sueldo y que entre todos te preparan una PAC energética de tres pares de cojones, para beneficiar al amigo del cuñado del que pone la pasta para la campaña o simplemente por creencia mística en la ecología profunda y en la perversidad innata del hombre y su discapacidad para transformar la naturaleza.
¿Acaso no se ha hablado estas semanas de un posible parón en la subvención a los huertos solares porque el Entrecanales tiene una inversión de órdago en la eólica y claro, lo que no va para un lado va para el otro?
¿Acaso el desviar cereales a la producción de biocombustibles no eleva el precio del maíz y beneficiar a ciertos sectores «estratégicos» que a lo mejor puede que lo sean pero que tb son amigos del amigo del amigo? Tanto los de bioenergía por las subvenciones como los agrícolas por el incremento de demanda en el mercado.
¿Y la renovación de las centrales térmicas convencionales por las de ciclo combinado de cara a economizar en la compra de cuota de CO2? La alta rentabilidad que da ahora mismo al sector productor de electricidad a partir de gas natural.
¿Y la elevación de las trabas a la importación de petróleos, naftalinas, fosfatos, como forma de elevar el precio y fingidamente «ayudar» a estos sectores nacionales productores? Es decir proteccionismo energético-industrial sostenido con aranceles y subvenciones.
Democracia, tecnocracia, partitocracia, si es que ya no sabe que es lo mejor o lo peor…
Por ahí van los tiros, Snipfer.
Quizás todo este lío de la Globalgorización se deba a que la gente no entiende de qué va la ciencia.
La ciencia no es como las matemáticas, no se descubren cosas que sencillamente sean ciertas, lo que se hace es crear modelos que bajo ciertas circunstancias predicen los comportamientos de la realidad.
Parece que la gente se olvida de esto, en vez de preguntarse cuanta gente está de acuerdo con el global warming, se deberían preguntar si su modelo se comporta corectamente.
Pues nada chico, que los disfrutes…