Si para criticar el intervencionismo del gobierno en algo tan fundamental como la educación de nuestros hijos nos limitásemos a poner el grito en el cielo por la nueva signatura "Made in Cabrera" (no en La Cabrera, por Cabrera que no es lo mismo) estaríamos cayendo en la miopía que pretendemos evitar a nuestros descendientes. Incitar a nuestros hijos a la denuncia, enseñarles mentiras históricas, fomentar la "compasión acrítica" con los supuestamente más débiles, el ecologismo indiferenciado, el buenismo generalizado, el uniformismo antes que la igualdad, vivir en la corriente frente al individualismo y la excelencia. Todas esas cosas forma ya parte de los programas de estudios y nadie parece querer darse cuenta. Discutiremos en público estas y otras cuestiones mientras queden padres/madres con la suficiente consciencia como para negar que los niños sean propiedad del Estado. De quién son realmente los niños? Si absurdo es pretender que los niños sean propiedad de los padres, más absurdo es aún aceptar que el Estado es el dueño de nuestros hijos. Lo cierto es que la naturaleza (y el sentido común) nos enseña que los hijos y los padres se pertenecen mutuamente. El estado (excepto para los estatistas, claro) jamás podrá arrogarse derechos sobre un niño. Cómo podría un funcionario -pagado por el estado- entregarse de la misma generosa forma que lo hacen los padres a un niño, no hablemos ya de un grupo de ellos, una clase en la escuela? Los funcionarios comen del pan del Estado y, ya lo dice el refrán, "a quien me da el pan canto la loa". La meta de los funcionarios no es otra que el mantenimiento de la burocracia y sus instituciones
Las amenazas de un funcionario a un colectivo de padres "rebeldes" no van encaminadas a proteger los intereses de los niños. Protegen los intereses de quien dicta una ley. Se dictan las leyes para proteger los intereses de un colectivo, en este caso el de los "pedagogos afines" incluso a costa de los otros pedagogos. Y olvidamos que la pedagogía no es sólo cosa de la escuela, ni del estado, ni de los pedagogos.
Cuando hace veinte años los ordenadores invadieron las casas y, en muchos casos, los cuartos de los niños, los burócratas de las escuelas reaccionaron tarde y mal. Hoy todo niño sabe lo que es internet, surfen, downloaden. Pero la mayor parte de los adultos han aprendido a manejar el PC sin necesidad de regresar a la escuela. Cómo es posible que todo ese conocimiento se haya propagado de forma tan expectacular sin la acción del Estado? Sin cursos ni exámenes sobre el uso de los ordenadores personales, el internet, la prensa online, los forums, el chat, los messengers, los bancos de datos, los blogs, avatares, videoconferencias, realidad virtual, correo electrónico … los adultos nos hemos puesto las pilas y no hemos necesitado del estado para nada. El vecino enseña lo que sabe al del tercero, mi sobrino al abuelo, novedades llegan por e-mail y los ajustes en el diseño del blog se discuten por icq. Y todo ello sin escuelas! sin Estado! sin funcionarios!
Pero ese no es el mensaje que nos llega del Estado. Se nos dice que el 99% de los conocimientos básicos que poseemos proceden de la escuela. Es normal, por tanto, que la mayoría esté convencida de que aprender en un sistema escolar es la forma más eficiente de hacerlo, amén de que fuera del sistema es imposible. Es un error pensar así. La propaganda estatal unida al hecho de que la escolarización es obligatoria y no hay alternativas, nos impiden pensar que para el desarrollo del niño nada sería mejor que su entorno natural. En su entorno natural aprender a escribir y contar, historia o cómo comportarse en sociedad podría ser más fácil . La escuela es una forma de retirar al niño de su entorno natural: la familia, los vecinos, su barrio. Cómo es posible pensar que sólo la escuela es el lugar ideal para "enfrentar" al niño con la "vida real" y no la familia? No es la escuela una realidad artificial?
Para muchos padres, quienes tras décadas de adoctrinamiento en el sistema escolar vigente han perdido toda capacidad de pensamiento crítico, es absolutamente impensable renunciar a la "normalidad anormal" que supone delegar las labores pedagógicas en manos de los funcionarios del Estado, en manos de un sistema que utiliza pedagogías no sólo extrañas a la familia, sino en muchos casos lesivas para la misma. El monopolio del Estado en esta materia, no nos engañemos, es fruto de la presión de los lobbys pro-pedagogos-asalariados-funcionarios, no de la generosa intención de ayudar a las familias en su (pues sólo a la familia le compete) labor pedagógica. La meta final es la instauración de una "responsabilidad colectiva" por la erradicación de la RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL. El motivo?: dependencia del Estado, que controla mediante sus funcionarios el desarrollo (si se le puede llamar así) de nuestros niños y jóvenes acostumbrándolos a vivir obedientes al Estado y sus funcionarios. Es la desnaturalización del hombre mediante su estatalización. Las personas (nuestros hijos) no necesitan valores propios, pues les basta con obedecer los principios dictados por el Estado y aprendidos en la escuela. No necesitan voluntad propia, pues el Estado dicta lo que ha de hacerse y lo que no debe hacerse. Nuestros hijos pasan de ser individuos, personas, para convertirse en objetos del Estado, miembros del colectivo.
No esperen que termine haciendo un cántico a este u otro sistema de valores en los que educar a sus hijos. Yo tengo el mío. Lo único que les pido es que no olviden el suyo. Que exijan que se tenga en cuenta el suyo. Que no renuncien a su labor de padres. Hay un libro de Alan Thomas, publicado en 1998 y que,con el título "Educating Children at Home", nos muestra cómo es posible educar, enseñar y socializar a nuestros hijos en casa, en familia. Si el sistema escolar no es ya mejorable, exijamos que se nos permita educar a nuestros hijos en casa.
Pablo, gracias. No era mi intención hacer una separación entre padres y madres. De hecho no la veo. Mi artículo se refiere a ambos. Las circunstancias sociales actuales las describes perfectamente y es algo ante lo que debemos reaccionar.
Por otro lado el comentario de Jordi merece atención máxima. De todos modos yo no defiendo la homeschooling como única alternativa. Critico el entreguismo al estado, la dejación de obligaciones en que caemos respecto a nuestros hijos (nosotros y nosotras). En muy pocas palabras:
– la educación de mis hijos es cosa nuestra(mi mujer y mía)
– exijo mi derecho a poder elegir para mis hijos la forma de enseñanza que considero la mejor
– exijo mi derecho a poder elejir un sistema de valores para mis hijos que coincida con el mío, al menos hasta que ellos puedan ir determinando los propios.
Si las escuelas no pueden atender esas exigencias de TODOS, no deben impartir valores. Sólo conocimientos. De todos modos hay valores que son inherentes a la adquisición de conocimientos: respto a la autoritas, tesón, trabajo …
Tu última pregunta, Jordi, va en la línea de la mía en el último comentario. Cuál es la mejor forma de proteger los derechos del niño si los padres renuncian a su labor? No seria mejor retomar una educación que inculcase esos valores de responsabilidad individual? No son el colectivismo y estatalismo aprendidos los culpables de que cada vez sean más los que piensan «ya les enseñarán en la escuela»?
No hay que olvidar que, hoy en día, la tendencia que se da es la contraria: los padres esperan que la escuela llegue hasta donde ellos, a menudo, no quieren llegar y abarquen responsabilidades que corresponden a los padres. Eso sí, con ellos dirigiendo a los maestros sobre cómo educar a los niños, en lugar de hacerlo ellos. Es el no pelearse con un hijo y, para tenerlo contento, darle todo lo que quiere. Es el justificar sus errores y el culpar a los profesores de «tenerle manía». ¿Enseñar a respetar la jerarquía?
Yo tampoco creo que el 99% de la cosas se aprenda en la escuela, pero también sé que, desafortunadamente, un padre no puede abarcar todos los aspectos que forman parte de la formación requerida hoy en día. Por dos razones:
1) Los padres pasan/pueden pasar menos tiempo con sus hijos por motivos laborales. ¿Qué hacer con un hijo mientras nadie está en casa?
2) Un padre no puede explicar los temarios de todas las asignaturas. Y sin esos conocimientos, ¿cómo va esa persona a aprender toda una carrera/oficio que no esté en su entorno? Si yo me hubiera educado sólo en mi entorno, ahora no viviría en los EE.UU. y, posiblemente, ni siquiera sería científico.
Eso sí, un padre debe educar al hijo a respetar a la gente, dar lecciones sobre la vida… pero ¿qué se debe hacer si un padre no quiere asumir esa responsabilidad y prefiere hacer lo que se llama «maleducar»? ¿Hasta que punto la libertad del padre de educar a su hijo choca con la del hijo de tener la mejor educación posible, venga del sistema que venga?
Excelente artículo Luis. Lo daré a conocer. Nada es casual… y lo de la educación para la ciudadanía menos. Además del puro estatismo que tu denuncias, es puro adoctrinamiento hembrista. El feminismo de las genders, siempre tuvo como sagrado el principio de que los hijos son de quienes los paren y del estado.
Y en ese estado feminista, el ámbito doméstico ha de tener como objetivo la familia monoparental femenina. Los hijos en el estado feminista son propiedad y… producción de las mujeres para el estado; por lo que en contrapartida éste ha de sufragar los gastos de su mantenimiento y la educación de los mismos en dichos principios.
Ya existen en España más de un millón y medio de familias monoparentales (decía ayer domingo el periódico La Razón). Hoy mismo, y en el mismo objetivo de favorecer la monoparentalidad femenina, se han aprobado ayudas a todas las viudas con dos hijos, definiéndolas como familias numerosas (que casualidad, no existe esa misma predisposición para las heterosexuales familias numerosas).
En otras palabras, la educación para la ciudadanía adoctrina en la destrucción de la paternidad. No soporta que ésta sea como valor individual, familiar y social equiparable a la maternidad. Para las genders paternidad y patriarcado son sinónimos. De ahí sus objetivos por la familia monoparental femenina o lésbica; por su oposición hembrista a la custodia compartida en los caso de separación, y por su interés en paralelo a todo ello, por convertir al varón en mero semental al servicio sexual de la mujeres.
Hoy oía en una emisora, el escalofriante relato del padre de uno de los soldados asesinados en el Líbano al recibir la noticia por los medios de comunicación, pues el ejercito (contaminado ya por los fascistas principios feministas) al ser padre separado no tenía porque darle la noticia directamete (ni siquiera sabía que su hijo estaba en el Líbano). Es un ejemplo macabro de cómo el feminismo está destruyendo la paternidad y dejando a cerca ya de cuatro millones de niños españoles huérfanos de padre.
Sí, es posible, como tu bien dices, que a los padres (sobre todo si son varones) que hagan uso de sus derechos por la defensa de educar de manera diferenciada a sus hijos, puedan ser amenazados con retirarles la custodia.
El totalitarismo feminista, en su objetivo por crear su ansiado estado feminista, sabe que se juega mucho en esta lucha educadora, representada en esta asignatura de educación para la ciudadanía… por lo que la defenderá con todas sus fuerzas.
…las mismas fuerzas que ya está provocando en su contra, pues el feminismo ha dejado ya hace tiempo de ser una ideología incontestable.Y nuestra respuesta, les guste o no, ha llegado para quedarse.
Pablo el herrero
Nadie, nadie puede impedírtelo. Otra cosa es que el Estado saque la vara y te amenace con una retirada de custodia o cosas similares. La prepotencia de los funcionarios es infinita.
En otro orden de cosas, si una «familia» se dedica a maltratar a sus hijos, … cómo salvaguardar los derechos de los niños?
Objetaré, y veremos quien me lo impide.
Saludos, Lino. Lo peor de todo es esa sensación que tengo de irreversibilidad. Espero que cada día seamos más los padres conscientes del problema y luchemos juntos por nuestros derechos.
Y tienes razón, no es un tema de demonizar éste o aquél modelo. Es un tema de que haya sitio para el mío. Y si no lo hay, en casa.
Hola
Efectivamente, la opción de poder escoger la educación, que sería algo normal en un sistema democrático, no es posible en España por lo que ya sabemos. El partido en el gobierno decide todo lo que hay por decidir. Es decir, no se trata de criticar a un modelo de educación u otro, sino de tener la posibilidad de decidirlo.
Obviamente, si no existe esta opción, y se practica un fuerte intervencionismo, la cosa empeora.
Saludos y enhorabuena