Si la norma agrava el problema, habrá que cambiarla.
Por fin se le ha ocurrido pensar con lógica a alguien en la Unión Europea. Es un comienzo. Llevar ese pensamiento a la realidad es algo más difícil, pero seremos optimistas por una vez. Porque para el lunes os voy a preparar un cuento de terror sobre algo que puede llegar a ocurrir.
Entre las muchas noticias de hoy ha pasado desapercibida una de enorme importancia desde el punto de vista económico. La UE está sopesando retrasar la entrada en vigor los acuerdos de Basilea durante un año.
Los acuerdos de Basilea se hicieron en momentos de euforia económica. Su objetivo era que los bancos estuvieran preparados para resistir una crisis económica de importancia. Para ello se establecía que debían tener un capital que mantuviese una determinada proporción con sus activos ponderados por riesgo. Es decir, si un banco tenía muchas inversiones de alto riesgo debía mantener un capital muy superior al que debería mantener otro banco con un volumen igual de activos, pero que se considerasen de menor riesgo. Y se establecía un calendario para ir incrementando capital progresivamente, y, por tanto incrementar la solvencia de la banca y sus posibilidades de resistir a una crisis.
El problema es que no dio tiempo a completar el proceso antes del estallido de la crisis. La banca se encontró con un problema del tamaño del mundo. Necesitaba conseguir capital como fuera y/o deshacerse de activos de riesgo. Es una de las razones de que se vendiesen las preferentes como se vendieron, ya que contaban como capital. Y si hay que conseguir dinero y quitarse de enmedio activos de riesgo a toda costa, nadie debía soñar con conseguir que un banco le concediese nuevos créditos. La orden era no renovar todos los existentes al vencimiento, así que malamente se iba a conceder uno nuevo. Y esto no podía hacer otra cosa que agravar la crisis existente, cerrando accesos a financiación a empresas (fueran o no solventes) e incrementando la competencia por el acceso a los escasos recursos de capital existentes.
Parece de cajón, pero ya sabemos que en la UE, al igual que en nuestra casta, la norma no siempre se considera algo que persigue un fin, sino que a veces se olvida el objetivo en el proceso, y dicha norma pasa a ser considerada un fin en si mismo, que debe ser respetada aunque consiga lo contrario de lo que originalmente pretendía.
Así que, el hecho de que se piense en retrasar la aplicación del calendario previsto, es una noticia sorprendente y buena. Se suavizarán los efectos perniciosos de la norma. Con mas tiempo, los bancos podrán deshacerse de activos de una manera ordenada y dejar de ahogar salvajemente a las empresas. Además, la competencia por el escaso capital existente se suavizará. Y la recesión que estamos viviendo se agravará un poco menos. Incluso podría ocurrir que la banca rescatada no necesitase tanto capital como estaba previsto, aunque me temo que esta posibilidad ya estaba incluída a la hora de hacer los cálculos, y eso no sucederá.
Ahora bien, ya sería mucho pedir que pensasen en cambiar directamente la norma. En lugar de retrasar la implementación de estos requerimientos, sería mas lógico suspenderlos hasta que comience a verse una recuperación. Sería entonces el momento de ir incrementando la solvencia de la banca y prepararse para una posible nueva crisis. Me temo que en la UE no serán capaces de llegar a pensar tanto.
Para los más técnicos, es el mismo error que se cometió con evaluar los riesgos en los momentos de euforia medinte la técnica del VaR o value at risk. Este método tiene el problema de que supone una distribución normal de las posibilidades de que un riesgo se materialice en pérdidas. Tiene un terrible fallo de evaluación de los riesgos si se dan casos extremos.
De repente, nos hemos encontrado en una de las colas en las que falla, y la evaluación de riesgos que se hizo resultó insuficiente. En momentos de euforia deben utilizarse los famosos test de estress para evaluar posibles riesgos. Ahora bien, en mi opinión, será mucho más lógico utilizar ahora una técnica menos agresiva que la que se está usando, y volver a utilizar el VaR.
«y dicha norma pasa a ser considerada un fin en si mismo, que debe ser respetada aunque consiga lo contrario de lo que originalmente pretendía.»
Correcto, aplíquese a casi todo.
Abundando un poco más en mi comentario anterior: ¿acaso no es cierto que los problemas de la banca son debidos a los créditos fallidos, es decir, simple y llanamente en haber prestado dinero a quien no ha podido devolverlo? Porque doy por decontado que los créditos que no han resultado fallidos siguen reportando beneficios a la banca. ¿Y ahora resulta que lo que se reprocha a la banca es que sea más cuidadosa que antes a la hora de otorgar crédito?
Desde mi desconocimiento yo tampoco estoy de acuerdo. ¿Qué motivo tiene un Banco (pongamos el Santander) para no prestar dinero a una empresa exitosa (pongamos Inditex) cuando en plena crisis de crédito me ofreció a mí un crédito personal (que yo no había solicitado) por el mero hecho de tener mi nómina (de lo más normalita) domiciliada en el propio banco (sin ahorros ni bienes adicionales por mi parte que abalaran el citado crédito, que por descontado rechacé)?. Lo que ha ocurrido simple y llanamente es que los Bancos ahora se han vuelto mucho más estrictos, y ya no prestan a tontas y a locas como anteriormente; criterio que si hubieran aplicado anteriormente, habría evitado la componente financiera de la crisis.
Se puede argumentar que parte de la linea de créditos no renovados han dado la puntilla a empresas que podrían ahber salido adelante, pero la realidad es que en ese caso, lo que realmente nos estaría diciendo eso, es que esas empresas estaban en una situación extremadamente crítica, sin un mínimo de capital propio que les permitiera sobrevivir sin necesidad de crédito, porque no creo que Inditex se viniera abajo de la noche a la mañana porque un banco, por las razones que sean, le negara un crédito.
No estoy muy de acuerdo contigo Sefuela.
Dinero hay de sobra para prestar a las empresas, lo que pasa que si los bancos se dedican a comprar deuda pública (porque no hay otro remedio si queremos que el chiringuito no explote…)
La solución pasa porque de una vez por todas se acabe con el déficit público, o por lo menos se reduzca a un 3 %, entonces los bancos tendrían liquidez y se podría prestar.
Todo lo demás es seguir en la burbuja.