Don Antonio Elorza en el Correo Digital de hoy:
Nada refleja mejor el estado de la cuestión vasca que la fotografía del ex terrorista de primera señor De Juana paseando con su novia por los alrededores de la clínica donde felizmente se repone de su órdago al Estado. Lo que en principio iba a ser, y algunos nos lo creímos, una medida humanitaria dentro de la ley para evitar la muerte del interesado por huelga de hambre, se transformó inmediatamente en una ilustración triunfal del viejo ‘Hatoz hatoz Euskadira, hatoz etxera’. Y lo que a continuación debía consistir en la forma de prisión atenuada propia de una hospitalización se transformó en un cheque en blanco para que, aprovechando las consultas externas, supuestamente imprescindibles, nuestro hombre hiciera unas pequeñas compras. Ahora en fin, como ninguna cosa es mejor que pasear al aire fresco, y hacerlo en solitario es cosa bien triste, ahí le tenemos sonriente dando vueltas en torno a la clínica en un crepúsculo al lado de su simpática pareja, bajo las bendiciones de la directora de Instituciones Penitenciarias y de acuerdo con la explicación autoritaria de Diego López Garrido para justificar lo injustificable. Es claro que si el médico no le receta la asistencia a los partidos de la Real es para que no sufra con el mal juego del equipo donostiarra. Como remedio urgente, yo sugeriría una chuleta de buey de tamaño mediano -no hay que excederse-, en una buena sidrería, para que la recuperación se acelerase, los contribuyentes pudiéramos ahorrar lo que nos cuesta la buena vida vigilada de este ciudadano ejemplar y el interesado pudiera reemprender sus patrióticas tareas.
En una palabra, algo que pudo parecer una medida discutible pero inteligente para desactivar el reto del veterano etarra, ha desembocado en una espectacular burla a la justicia, que tal vez el Gobierno, una vez tomada la primera decisión del trato benévolo, no pudo impedir, pero que en cualquier caso se encuentra obligado a lamentar y a limitar dentro de lo posible.
Termina magnífico:
Incidentalmente, José Luis Rodríguez Zapatero acaba de darnos una prueba inmejorable de su personalidad en un terreno muy alejado de la política, con la carta abierta dirigida al último ‘cervantes’ desde las páginas de ‘El Mundo’ (29 de abril). ZP muestra su entusiasmo por un confuso poema del galardonado, gloria de León, que lleva por título ‘El ferrocarril de Matallana’. La carta ofrece un texto cargado de provincianismo engolado en el plano cultural y de decisionismo en el psicológico. Una vez proclamado el tal ferrocarril «el mejor poema que he leído», ni más ni menos, escribe Zapatero al vate leonés «desde mi condición de presidente del Gobierno de España» y piensa que a través del premio tanto León como «nuestro poeta» se hacen universales. «La poesía es un faro -nos dice ZP en agotadora frase-, porque su cuerpo está constituido de la materia del sueño de la esperanza». De esa misma ‘materia del sueño de la esperanza’ se encuentra nutrida la estrategia de nuestro presidente en relación a ETA. Lástima que sea más difícil convertir ese sueño en realidad que hacer de un escritor de su tierra figura universal.
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Probando comentarios enriquecidos, por maty.
No hay que buscarle lógica a ZP. Moción de censura ya.