En Alemania algunas cosas se hacen de manera diferente. No sale Merkel, ni siquiera su Ministro de Trabajo, a la palestra para anunciar cosas como las que describe el titular de esta entrada. En Alemania se contratan los servicios de un grupo de expertos, se les plantea un problema y estos dan una respuesta científica e independiente. Luego los políticos discuten como mejor les parece, pero los datos ya no los manipula nadie.
Algo así ha ocurrido con la propuesta del SPD sobre el salario mínimo interprofesional (una cosa que no existe en la República Federal). Pusieron el tema en manos de Joachim Ragnitz (prestigioso economista del IWH) y Marcel Thum (Catedrático en el Ifo Dresden) , les dejaron trabajar y aparecieron los resultados:
Bei einem Mindestlohn von 6,50 Euro gehen den Ökonomen zufolge rund 465.000 Jobs verloren, bei einem Mindestlohn von 7,50 Euro sogar 621.000. Dabei wäre Ostdeutschland sehr viel stärker betroffen als Westdeutschland.
Traducción: En el caso de un sueldo mínimo de 6,5 €/hora se perderían, según los economistas, aprox. 465.000 puestos de trabajo, si fuese de 7,5 €/hora incluso 621.000. Además el mercado laboral de Alemania del este se vería más afectado que el de Alemania occidental.
Unos números (no creo que sea necesaria una traducción, está clarito):
Yo propondria que el estado dejase de administrar mi dinero (poco o mucho) y redistribuirlo, para así poder pagar un mejor neto a mis empleados sin necesidad de que nadie me diga, les diga, lo que han de cobrar o no. Otra medida sería que los que están a favor de las medidas intervencionistas donasen la mitad de su sueldo para cubrir las necesidades de quienes viven del mencionado intervencionismo estatal. Sería mucho más consecuente.
Yo propondría que los que no quieren que se establezca el salario mínimo interprofesional para que se produzca el pleno empleo que trabajasen tal como ellos proponen a 3 euros la hora o menos, que posteriormente con ese dinero q pagasen una hipoteca de 650 euros mes (mínimo, tal como se ha puesto el mercado) o un alquiler de 600 euros entre 3 o así, y posteriormente hiciesen una vida normal. Esto es el paraiso….
Las políticas de oferta son puramente liberales. Estas solo buscan los intereses de los empresarios y es facil intuir que desde su teoría (y práctica) solo buscan convertir a los trabajadores en mercancías.
Siempre desde las distintas Facultados de Ciencias Económicas de España, por norma general se cuentan las políticas de oferta y listo. Y luego los alumnos van contandolas por ahí sin tener en cuenta sus consecuencias, consecuencias en el sentido de que están unidas a un claro estilo de pensamiento, el liberal.
Aún así, desde las facultades, se vende de que los sindicatos son malos muy muy malos para el mercado de trabajo. Negocian anualmente los salarios para que estos sean fijados, y estos siempre se grafica en los libros y en las pizarras por encima del salario de equilibrio del mercado. Bajo ese precepto, los empresarios colocados en la demanada de trabajo «no tienen dinero contratar a todos los trabajadores disponibles» por lo que se crea paro.
Claro evidentemente si este salario mínimo se negociase por debajo del salario de equilibrio, el problema sería que se reduce el paro, los empresarios si pueden pagar sus patéticos salarios.
En definitiva, estas políticas solo buscan los intereses de los empresarios y no velan por los intereses de los trabajadores.
¿Quién desea mayor salario? Todo el mundo. ¿Qué cuentan estas políticas? Que si los salarios están altos no hay dinerito para pagar a todos y se crea paro, cosa que habría que ver si realmente ocurre en la práctica, porque a mayor salario mayor poder adquisitivo, a mayor poder adquisitivo se reactiva el consumo y la inversión, cosa que favorece a la producción y si se fomenta la producción, se crea empleo.
Un saludo,
Es cojonuda la ignorancia: salario cero no existe, pues implica suponer que el trabajo no es un bien escaso y lo es, luego tiene un precio. Si vamos al mundo real y me encuentra un solo trabajador dispuesto a hacerlo por salario cero yo me hago una operación de cambio de sexo (eso sí, no me confunda el trabajo de voluntariado y el forzoso – típico del sociallismo real y el buen gusto revolucionario – como salario cero, porque eso es otra cosa: en el segundo se llama higiénicamente impuesto en especie, yo lo puedo llamar también atraco a mano armada; en el primero, es una donación en toda regla y, por tanto, carente de las obligaciones contractuales de un trabajador, y por contractuales hablamos de cualquier tipo de pacto).
Economista, lamentablemente -para ti- tus miedos no son los míos. Eso del salario cero no existe, y es precisamente la necesidad de mantener un poder adquisitivo para fortalecer la demanda la que impide ese «ogro» que nos propones de manera un tanto demagógica. El capitalismo y el libre mercado no son sinónimos de esclavitud. El comunismo, sin embargo, sí.
Saludos cordiales.
La verdad es que está muy bien pensado. A salario cero, pleno empleo. Y la demanda para mantener la producción ya nos la sacaremos de la manga; o repetimos la gran depresión, que ya ni nos acordamos de cómo era. Tiene que ser apasionante.
Efectivamente, el modelo danés ha de ser tenido en cuenta. Es curioso: cada vez son más los alemanes que trabajan «mas allá de la marca». Por algo será.
«El SMI se calcula de una forma bastante coherente»
Es imposible calcular de forma coherente un precio desde una «planificación» fuera de mercado: no sale.
Lo que se insinúa es que debe haber salarios mínimos para evitar salarios de hambre. Pero eso sólo puede tener sentido – si mi macro y mi micro no se me han olvidado o fallan – si la demanda de trabajo es un monopolio: es decir, el sueldo del jornalero frente al terrateniente y ausencia de alternativas para hacerse una vida propia. Hoy, esto no es así.
El salario mínimo limita el funcionamiento del mercado, crea más paro y atrapa a la gente en el paro (es mejor el seguro de paro que trabajar: a fin de cuentas, el verdadero salario mínimo es el seguro de paro). Así, el incentivo para buscar trabajo (perder el salario mínimo que es la cobertura de desempleo de forma rápida para incentivar la aceptación de nuevo empleo) es necesario y si los salarios son «bajos» el personal rotará muy deprisa porque el mercado laboral será «muy líquido» obligando al empresario a subir los sueldos si quiere reducir los costes de la rotación, que los tiene. La ausencia de salario mínimo debería permitir el pleno empleo (que trabajen los que desean trabajar) y su precio hora se ajustaría por oferta y demanda: el trabajador debe ser responsable de su propia productividad (su salario). En Dinamarca, ya saben, parece que el estado ha decido ser el garante de que el factor trabajo se comporte así: educar para emplear, no cobrar si no te educas, contratación y despido libres: un tema para reflexión de liberales.
Yo es que sigo pensando que la solución no la da el SMI sino la reducción de impuestos y la «devolución» de impuestos en forma de cheques escolares y similares.
Una vía intermedia sería proponer SMI por sectores, por ejemplo.
Otra cosa, con 570.0 € al mes no se vive. Lo sabemos. Pero yo he mantenido alguna vez «mini-jobs» a 600 € para estudiantes, y era una magnífica solución para ellos y para mi empresa. Ten en cuenta (no se como será en España) que si yo pago 600 € a alguien, ese bruto a mi me cuesta 850 €, pues he de añadir mi parte de impuestos y seguros sociales. El empleado está asegurado. Imponer un SMI supondría un aumento de trabajos negros, no asegurados. No sé que es preferible.
Desde mi punto de vista está fuera de toda duda la eficacia del mercado libre, pero hay algunos puntos que no creo que dejar al libre albedrío del mercado. Vamos a ver, con un SMI de 7,5 €/hora se pierden 621.000 puestos de trabajo; con 6,5 €/hora se perderían 465.000 puestos de trabajo, con 5 € se perderían aún menos, y con 3€ la hora casi ninguno.
El caso es que estamos hablando de personas, que tienen que satisfacer unas necesidades básicas, y no estamos hablando de máquinas o materia prima, en cuyos casos, no hay ningún problema de que baje su coste.
El SMI se calcula de una forma bastante coherente, teniendo en cuenta distintas variables como el IPC, la productividad media nacional, el incremento de la participación del trabajo en la renta nacional etc…Es un sueldo acorde con las necesidades mínimas que tiene una persona.
Si tomamos por ejemplo el SMI establecido en España para el año 2007, es decir, 570,6 €/mes, o lo que es lo mismo 7.988,4 €/año uno no puede afirmar que esto es mucho. Con 570,0 € al mes, ya se vive al límite, imagínate con menos.
Las empresas tienen en cuenta cuales son sus costes fijos, si ven que no pueden con ellos, deberán meditar dejarlo. Pues las empresas deberán tener en cuenta que el precio mínimo para un trabajador es el que establece el SMI, si la empresa no puede hacer frente ese coste, es que no es viable.