Zerolo no pudo acompañar a Moratinos

Según fuentes próximas al político, la decepción ha sido tremenda. Zerolo no ha podido acompañar a Moratinos en su viaje a Cuba, la isla de la felicidad. Y eso que no es negro! Motivos? Varios:

¿Alguien se habrá preguntado por qué si en Cuba hay tantos negros y negras (o «afro americanos» en idioma progre), ninguno ocupa un cargo de relevancia (como el de Condoleezza Rice)? No. Y tampoco se habrán preguntado por qué Reinaldo Arenas, habiendo sido disciplinado y luego «contrarrevolucionario», huyó de su «muerte cívica» (1980) y murió en New York (1990). Qué asunto incómodo, ¿no? Ni en radio ni en televisión he oído algún comentario sobre los homosexuales perseguidos y sometidos a métodos de «reeducación» en mazmorras, o clínicas psiquiátricas. La venerada revolución hurtó las regalías por «derechos de autor» de Arenas y de otros parias, nada parecido a lo que les sucede a los intelectuales canallas que, desde Uruguay, defienden al Fidelato. Esos hipócritas (como Galeano, Viglietti, Rosencof, etcétera), combaten la libertad ajena y disfrutan la propia; por eso son unos miserables canallas. Lo peor del paisito, sin lugar a dudas.

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Esos farsantes saben que un escritor «contrarrevolucionario» es «peligroso» y que, por eso, hasta debe ocultar sus manuscritos como si fuera un delincuente. Esté prisionero, o no, en una celda, está preso en el gran calabozo. A la mersa intelectual progre del paisito jamás le importó que eso suceda. Ni una sola mención al respecto desde el club de los abanderados de los «derechos (de algunos) humanos». Nada de utopía, sino la realización de la hipocresía perfecta. No sé si el cubano Heberto Padilla era puto (o «gay» en idioma progre), pero sí sé que fue un gran poeta. Si estuviera vivo, el cobarde don Mario («honoris causa» de la Universidad de la República), tendría que pedirle perdón de rodillas y atarle los cordones de los zapatos. Yeah, i think so.

Magnífico artículo de Gerardo Malespina en BlogBis. No se lo pierdan!