Mientras el común de los mortales andamos atareados con dejuanas y onceemes la clase política de nuestro queridísimo país aprobaba en el Senado la Ley de Igualdad. Ya sólo falta la Cámara de Diputados y será oficial: las mujeres son discapacitadas. Sólo una discapacidad justifica la aparición de una ley que proteja los derechos de un colectivo humano por ser lo que es. No le den más vueltas.
– Y las diferencias salriales? Mi respuesta a los progres: para qué están los sindicatos? Mi respuesta a las personas pensantes: soy empresario y jamás se me ha pasado por la cabeza pagar menos a una mujer que a un hombre en el mismo puesto. Para eso no necesito ninguna ley.
– Y la violencia de género? La violencia es siempre igual, venga de donde venga, actúe sobre quien actúe.
Además, y para más INRI, nos cuelan una reforma de la ley elctoral con vaselina.
Ayer los senadores de PP se abstuvieron. Curioso viniendo de un partido que pretende colgarse el adjetivo de «liberal».
Claro Esther, es que aquí también cuecen sólo con agua del grifo. Peeeroooo 🙂 gracias a la asociación «Mujeres Liberales» (perteneciente al FDP, cosa que en España no existe) hay una sentencia del Tribunal Constitucional Alemán por la cual se imposibilita a los titulares de parkings (privados o públicos) sancionar a los hombres que aparcan en los «Frauenparkplätze». Motivo: una regulación sancionadora al respecto equipararía a las mujeres, no necesitadas de discriminación positiva al volante de un vehículo, con los minusválidos.
Ya ves, efectivamente, las mujeres no son discapacitadas.
Me alegra verte por aquí.
Sobre mujeres y discapacidad.
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