El pasado 28 de enero se publicó en el BOE el Real Decreto Ley 1/2012 por el que se suspenden los procedimientos de preasignación de retribución y los incentivos económicos para las nuevas instalaciones de producción eléctrica a partir de energías renovables, cogeneración y residuos. Para que nos entendamos, en un intento por evitar la acumulación anual de déficit de tarifa eléctrica, el ejecutivo ha eliminado las subvenciones a la producción de electricidad con este tipo de tecnologías. Este RDL se conoce ya, de forma artera, como “la moratoria renovable”.
Sin embargo, este calificativo no deja de ser falaz y parece elegido con ánimo de confundir, puesto que no se trata de una moratoria a las energías renovables, como se nos quiere hacer creer, sino de una moratoria a las primas que reciben este tipo de instalaciones. Es decir, no se prohíbe la instalación de nuevas centrales de electricidad renovable (o de cogeneración, o de residuos), simplemente se han eliminado las subvenciones que pagamos los sufridos consumidores para deleite de los inversores que vieron un negocio fácil en el sector energético. Por tanto, ¿quiere usted instalar energías renovables? Puede usted hacerlo, no hay nada que se lo prohíba, pero va a tener que jugarse su dinero y no basar su inversión en el seguro de las subvenciones pagadas con el dinero de todos.
“Por el sol y el aire no pagamos nada y eso no se agota” (10-11-2011. Rubalcaba defendía así la apuesta del gobierno socialista por la energía eólica y solar, mucho más caras que la nuclear. Esa política energética tuvo como consecuencia una subida de la factura de la luz de más de un 50% entre 2004 y 2011).