Voy a analizar esta noticia aparecida en muchos medios de comunicación:«Con el euro los precios suben más que los sueldos» ¿Qué hay de verdad en ello?
Para empezar compara peras con manzanas. Los trabajadores del año 2000 no son los mismos que en al año 2009. En el año 2009 trabajaba mucha más gente que en el año 2000. Concretamente en el año 2000 trabajaban en España 15 millones de personas y en el año 2009 trabajaban 18 millones, un 20 % más. Como a medida que aumentan los trabajadores, la productividad y el salario de los últimos en entrar disminuye, sería de esperar que el salario medio disminuyese (con respecto a la inflación).
Pero obviando todo lo anterior los datos de la OCU son simple y llanamente falsos. La encuesta de estructura salarial no se realiza anualmente. En concreto se ha hecho en los años 1996, 2002 y 2009. Es cierto que entre el año 2002 y el año 2009 los sueldos han subido un 14 %, pero el IPC no ha subido un 48 % sino un 22 %, menos de la mitad.
Primero la OCU elige la encuesta de estructura laboral, si hubiese elgido la información tributaria sobre salarios el aumento habría sido de 15.776 € a 22.497 € un 42,6 % de subida!!
¿Qué estadística es más fiable? La primera (la de la OCU) que alude a una encuesta en la que la gente dice lo que quiere, o la segunda con datos oficiales de la Agencia Tributaria. Por lo que yo se en ninguno de esos años se firmaron convenios colectivos ni de empresa con subidas inferiores al IPC, así que es mucho más fiable la segunda, la que evidentemente la OCU no refleja.
Si a eso añadimos el consumo de automóviles, electrodomésticos, energía, aumento del PIB y otros se refuerza la hipótesis de que los datos que ofrece la OCU no son fiables.
En cuanto a la subida del IPC si atendemos a las estadísticas del INE la subida fue del 22,7 % menos de la mitad que la subida de la «cesta de la compra» de la OCU.
¿Cuál es la composición de la «cesta de la compra» de la OCU? Parece que las patatas, el pan o los huevos. Me da que la OCU excluye los productos en los que los precios se han mantenido más estables o han disminuido y se han quedado con aquellos que más han subido independientemente de su peso en los gastos totales. También me parece que los de la OCU no compran en Mercadona.
¿Por qué la OCU usa determinados datos del INE cuando le interesa pero usa su propia estadística cuando no?
Pero de lo que no hablan los de la OCU es de los ingresos «fuera del salario» que reciben los trabajadores. Por poner un ejemplo en esos años los gastos de la sanidad pública aumentaron un 100 %, de unos 600 € por persona y año a 1.200 €. Sólo eso supone un aumento del 8 % adicional del salario, que por supuesto la OCU no tiene en cuenta. Pero claro la OCU tiene en cuenta las subidas de precios aunque estan sean debidas al aumento de impuestos pero no tiene en cuenta los mayores gastos de esos impuestos en beneficio de los trabajadores.
El euro tampoco ha sido culpable de la subida del petróleo que subió un 100 % entre el año 2000 y el 2009 (en su precio en dólares) , más bien al contrario gracias al euro esa subida se moderó puesto que en esa misma época el euro se revalorizó un 40 % con respecto al dólar, dicho de otro modo gracias al euro el petróleo sólo subió un 43 %.
En resumen otra encuesta manipulada que sirve de titular a un medio de comunicación y sustenta la absurda teoría de que el euro en sí mismo es la causa de una supuesta pérdida de poder adquisitivo o mucho más aún de la crisis.
Desgraciadamente hasta que el Estado no se convierta en un mero agente más en competencia lo más libre y lo más trasparente posible con el resto de los agentes económicos de tal manera que los ciudadanos consumidores elijamos libremente si queremos recibir servicios sanitarios y educativos (puesto que parece que ambas parcelas son la mayor parte del león que está en juego) bien por parte del Estado bien por parte de sus competidores privados, cada vez estoy más convencido que no hay nada que hacer. Y la razón es muy sencilla: la única alternativa y la única defensa real que tiene un consumidor cuando hace una elección es que exista COMPETENCIA REAL. Todo lo demás, no son más que en última instancia «burocracia». Cuando un consumidor hace una elección solo hay dos alternativas: o acierta porque considera que recibe a cambio un servicio equivalente al dinero gastado o falla porque considera lo contrario. Si considera que el servicio recibido no cumple sus expectativas la única alternativa real que tiene es cambiar de proveedor del servicio. Por supuesto que esa decisión entraña en sí misma un coste: el coste de haber equivocado su 1ª elección. Si no existe competencia, entonces por más leyes, reglamentos, y la biblia en verso que queramos hacer, la realidad en última instancia será que el consumidor se sentirá frustado y engañado y que tratará por todos los medios a su alcance (legales e ilegales) de «cobrarse» su deuda con el sistema: defraudará si puede, despilfarrará si puede los servicios prestados etc etc. En definitiva volcará su frustación contra el sistema que siente que le oprime. Por el contrario si existe competencia, en la mayoría de los casos lo que hará será buscar un servicio alternativo que le satisfaga. Desgraciadamente, hoy por hoy, en España, el Estado se ha hecho con el monopolio de salud, educación y pensiones y los servicios que presta al respecto tienen la misma ineficacia que los servicios que presta cualquier monopolio: tenga el apellido de público o el de privado, que son meras etiquetas que en el fondo no aportan nada, ya que la única diferencia económica que explica la eficacia o ineficacia de un cierto sector es: monopolio (y sus variantes) contra competencia (con sus diferentes grados de imperfección). Y ahí sí que la Economía puede hacer una predicción muy precisa e inexorable (casi al estilo de las Leyes de las Ciencias duras): cuanto mayor monopolio más ineficacia y por contra cuanta más perfecta sea la competencia mayor eficacia.Y ello con independencia del apellido (público o privado de los agentes implicados), pero sin olvidarnos de que la querencia o tendencia natural de lo público es también inexorablemente a monopolizar las actividades en las que participa.
Lo que quería decir es que parte de la subida del IPC se debe a la subida de impuestos y que a cambio de esas subidas de impuestos el gasto público en sanidad y otros gastos. No es razonable computar la subida del IPC y no contabilizar la subida del gasto en servicios del Estado.
No aludo a la eficacia del gasto, ese es otro asunto. Sobre la capacidad de la gente de pagar la sanidad de su bolsillo, es evidente que si la gente tiene capacidad para pagar los impuestos que financian la sanidad pública también lo tendrían para pagar la privada, a no ser que lo que se pretenda es que la sanidad privada resultaría más cara que la pública.
Ver:
https://desdeelexilio.com/2010/09/05/una-visita-al-medico/
En la última entrega la redistribución fiscal en España explico quién y cómo paga los impuestos.
Saludos.
Hola:
Caribbeanomics, dudo que tu seguro privado cubra lo que cubre la seguridad social ni de lejos. Me imagino que será como la inmensa mayoría que atiende lo sencillo y para lo complejo, usa la pública mediante un concierto en el que no paga ni el 50% del coste real.
En segundo lugar en relación a las prestaciones tus cuotas serán asumibles para tí, pero si las prestaciones son equivalentes a las de la pública, muy pocos pueden pagarlas. Menos aun cuando tengas más de 65 años, no solo por tu bajada de ingresos sino porque las cuotas se disparan dado el mayor consumo previsible , y si no es así, te limitan las prestaciones (prótesis, diálisis etc).
Resumiendo, para la inmensa mayoría de los españoles, sí supone una mejora muy apreciable y si la tuvieran que pagar de sus bolsillos sería más cara y con más impacto sobre su sueldo.
Un saludo
Diciendo muchas verdades , algo que me «sorprende», ¿ el aumento de gasto en sanidad pública supone un «ingreso» para el ciudadano? . Supongo que lo mismo en educación, seguridad… Y si tengo un seguro médico privado, mando mis hijos a la «privada» y pago portero, vigilante y alarma también. Si es que son tan eficaces que hasta a los liberales nos convencen. Cuando nos suben los impuestos…nos aumentan el sueldo,» fuera de salario», eso si.