La primera falacia: la enseñanza en España es gratuita
La respuesta de Jorge Valín:
El concepto de “gratuidad” me ha recordado el artículo 27.4 de la Constitución española: “la enseñanza básica es obligatoria y gratuita”. ¿Es que miente la constitución? Sí. De hecho, según Magisterio Español, cada alumno cuesta 3.700 euros a los españoles. La diferencia entre la gratuidad del artículo constitucional y los regalos de los planes es el mismo que hay entre la coacción y la voluntariedad. A la educación pública contribuimos todos queramos o no a punta de pistola, porque si no pagamos, el estado tomará represalias contra nosotros ya sea usted soltero, pareja sin hijos, o lleve a sus descendentes a escuelas privadas…
La segunda falacia: la renuncia a comprar productos catalanes es un boicot perseguible por la vía judicial.
La respuesta de Emilio J. González:
Calificar, sin embargo, estos hechos como boicot, como dice el Tripartito es no entender como funciona un mercado y la sociedad a la que sirve. Boicot es la campaña Compreu y no compreu porque esta organizada –en concreto por Omnium Cultural–, es financiada por la Generalidad a través de las subvenciones a quien la puso en marcha, es premeditada y responde a una finalidad clara: la inmersión lingüística mediante la promoción del rechazo hacia aquellas marcas que no etiqueten en catalán, a pesar de los costes que ello tiene para las empresas y a pesar, también y sobre todo, de que el castellano es el idioma oficial de este país, Cataluña incluida. Esto sí es un boicot y no la reacción espontánea de la gente, indignada por lo que sucede en y con Cataluña, que expresa su malestar y su rechazo mediante el libre ejercicio de su soberanía como consumidores.
Sigo sin tener totalmente claro el tema del “boicot”. Mi capacidad de elección libre ha de ser usada para optar por lo mejor, lo más adecuado para mí, cierto. Pero mi uso responsable de la libertad me impide perjudicar manifiestamente la libertad de otros (los comerciantes y empresarios catalanes son libres y están en su derecho de vender en todas partes) con mi elección. Responsabilidad-Libertad. Si el cava catalán, por ejemplo, es de similar calidad que los espumosos de mi tierra pero infinitamente más barato…¿qué provecho obtengo yo con mi decisión por el espumoso del Bierzo?
Tal vez mi problema radique en que no termino de ver la relación de Segura Viudas con Carod, por ejemplo. En que sigo considerando en mi fuero interno que el derecho de secesión (ya he dejado claro en otros artículos bajo que condiciones) es un derecho fundamental de toda sociedad libre o de una de sus partes. Ya sé que en España tal derecho no está regulado, no está previsto y, por ello, los nazionalistas se aprovechan intentando obtener ventajas sólo para ellos (renunciando a hacer un ejercicio de libertad en responsabilidad) pero… ¿he de actuar yo igual de irresponsablemente?
Queridos lectores, el debate queda abierto. Argumenten pro y en contra. Tal vez logre así aclarar mis ideas. (Ah!, y si se calientan los ánimos, dejen los insultos para otro momento, por favor! 😉 )
Evidentemente no se pueden crear 17 Parlamentos con capacidad legislativa y esperar que no llegue un día donde se arme el lío total porque uno de esos ‘parlamentillos’ enmpieza a generar leyes en contra de las leyes generales del Estado. Evidentemente hay un error en el diseño, porque un buen diseño no debería permitir esas contradicciones. En el caso concreto de los Estatutos, el error del sistema consiste en dejar potestad a los ‘parlamentillos’ para generar sus propios estatutos, con lo cual, son capaces de generar churros con los del Plan Ibarretxe y los del Estatut..y después a ver quién deshace el lío que se arma. Evidentemente los ‘parlamentillos’ no deberían tener esa potestad y los estatutos, siendo como son un traspaso de poder del central al autonómico, deberían ser diseñados, hechos y aprobados totalmente por el Estado, si se quiere con representación de las regiones o autonomías correspondientes pero nunca dejadas al libre albedrío de su imaginación..ya llevamos dos ejemplos gordos de fallo grave del sistema (Plan Ibarretxe y Estatut) lo cual no significa que no podamos tener hasta 17 de esos exabruptos..ante la incapacidad de una política racional en este país plagado de caciquillos y de miserias nacionalistas, lo más prudente sería comenzar desde ya el desmantelamiento y desguace de las autonomías..el primer paso sería, desde mi punto de vista, devolver al Estado toda la gestión de la enseñanza, desde la infantil hasta la universitaria, y crear un cuerpo de nación basado en valores y no en territorios ni en lenguas ni en historias inventadas.
Lo único que es (o parece) evidente es que el Estado no debe estar ahí para incrementar la dureza de la vida, para matar o reprimir con vejaciones, opresión (prohibir el castellano en la escuela o el trabajo) y empobrecimiento de la población.
En el caso actual del “Estado de las Autonomías” el gasto exorbitante que supone mantener 17 administraciones en todas sus partes (y alguna bastante mal administrada) y todo ello procedente de la presión fiscal, que hace subir el IPC y bajar el poder adquisitivo de los sueldos, es un ejemplo “inconsciente”de ello.
Ya un “Estado del bienestar” resulta impositivamente caro (y hasta demográficamente inviable, por exceso o por defecto), pero 17 además de la Administración central, y sin hacerse cada Comunidad Autónoma plenamente responsable de la gestión de sus haberes, sino dependiendo en gran parte de la capacidad de endeudamiento del Estado, es un disparate financiero que pagamos caro los ciudadanos.
El Estado no está para sacrificar a los ciudadanos y menos para satisfacer fantasías ideológicas de los nacionalistas de cada región.
Económicamente el “Estado de las Autonomías” es poco rentable, sería mejor un “Estado Federal” (eso fue, programáticamente, “El Estado de las Autonomías” hasta hace unos diez años pero aquí nadie se molesta en cumplir la ley, ni siquiera quienes se quejan de que esté “escrita en piedra”, pétrea es la faz de algunos…) pero donde cada colectividad federada tuviese que subvenir por sí misma a sus gastos y al mantenimiento de su aparato administrativo, y si no pudiese, que dejase de considerarse un estado o Land dentro de otro estado: lo que no puede ser no puede ser… (y no hacer posible lo que no puede ser sacrificando otros intereses y otras posibilidades más concretas e inmediatas a la vida de cada cual). ¿Qué nos importa a los ciudadanos vivos y concretos que los canarios, los cántabros o los gallegos se hagan la ilusión de ser un cuasi “Estado” con todo su aparato administrativo si ello redunda en unos impuestos difíciles para todos de soportar? ¿Por qué no sostiene cada palo su vela?
Desde luego, si los señores socialistas establecen un Estado Confederal o Unión Real de Estados, de lo cual son perfectamente capaces porque para el PSOE la vigente Constitución y la dignidad de la toga la misma mierda son, tendría cada Estadito que autofinanciarse, pues como en las familias, los hijos no se independizan sino cuando pueden costearse su vida (no es humano que los padres sigan manteniendo a los hijos y controlándoles bajo la ilusión de haberse independizado, sólo por su ubicación).
Por lo general los Estados Federales históricos se han constituido por integración de Estados o cuasi Estados ya constituidos o en vías de llegar a ello por su vitalidad propia, que se asocian para defenderse mejor o gestionar mejor sus empresas colonizadoras, mercantiles o de llamémosla asín, lucha de clases (“blancos vs. negros”).
El caso de Suiza es de origen feudal: una serie de pequeños Estados geográficamente sectoriales, como eran los feudos medievales, aunque los cantones (ya este término sugiere la sectorialización geográfica) no fueron feudos sino que estuvieron libres de enfeudamiento (como lo estuvieron las regiones hispánicas) y tenían vida comunal y economías propias, que se asociaron o “juramentaron” (“vereidigten”, los “juramentados” eran “Eidgenossen” que, en Saavedra Fajardo, se convierte en “esquízaros”=”suizos”). Y lo mismo los sucesores de los grandes ducados medievales y de otros estados feudales menores que acabaron uniéndose (el “Zollverein”) en Alemania.
Pero que un Estado secularmente unido y ya cristalizado se desintegre o desaparezca federal o confederalmente parece poco sano y nada natural (“invertebración del Estado central”, que debía haber servido para integrar minorías cuasi nacionales en una geografía tan compleja como la hispana). Mas en todo caso es una sangría insostenible el mantenimiento de 18 aparatos burocráticos de otras tantas administraciones completas (salvo la defensa y la representación diplomática, quizá), creadas fría y artificialmente por decreto para contentar el amor propio, literariamente cultivado, de las minorías nacionales.
Existen riesgos gravísimos asociados a la taifación de España, que ha sido nuestra gran palanca de influencia y progreso, pero estoy por decir que si no puede unificarse un Estado de modo que en Administración se gaste lo menos posible (al menos no se creen otras Administraciones redundantes con sus parlamentos y sus comisariados), ello indica que el Estado originario debería disolverse y que cada Estado resultante mirase por sí. Esto es, en abstracto, lo económicamente sano y funcional. Y si no pudieran, como es evidente que sucede en España (donde se propugna una original “semi-independencia”con derecho a traspaso de deudas sanitarias o a meter mano en la caja de la Seguridad Social de los demás o a lucrarse con los impuestos directos e indirectos que pagan los aborrecidos mesetarios, pero sin las correspondientes obligaciones de solidaridad frente a regiones empobrecidas), que renuncien a sus ideales románticos de cuasi-autonomía administrativa y economicen cuanto puedan para empresas colectivas de más urgente interés y necesidad. Esto es lo realista.
La política como arte de lo posible lo primero y más urgente que ha de hacer posible es lograr la mayor holgura económica de los ciudadanos y muy en segundo lugar una organización del territorio y de su administración que no sea conflictiva (si una “nacionalidad” o su muy burguesita partitocracia no quiere seguir el juego (otra vez), que siga su camino… si es que puede, al quedar en una total independencia y desamparo “centralista”). Eso sí, que cargue con todas las consecuencias “adultas” de su independización.
Boycot, no, compra inteligente, si, y si el producto no es catalan, mejor. De todas formas es una manera de recordarles a ciertos politiquillos que viven de sus votantes y si sus votantes no viven bien, quiza sea momento de echar a esos individuos. Desgraciadamente hay muchos Pachilopezes, Carodes, Cerolos, Whites, Pots, que viven de la politica.
Quiza el llamado boicot es una llamada de atencion a las consecuencias. No puedes tener un bar e insultar a tus clientes y que estos te vayan a comprar. Pues es parecido.
Educacion publica, por supuesto, pero tirar el dinero, no. Dar criterios empresariales a las escuelas por medio de examenes y esfuerzo (palabra sucia para el nuevo progresismo churri). Eso si, si la escuela y los estudiantes deben pasar un tests, tampoco tienen que aguantar a los chulillos de barrios que acabaran en Gran Hermano o bazofia similar. En mis tiempos del Bup, mandaban a la calle a los que no querian estudiar y nadie los echaba de menos.
tal como está el patio ahora mismo empieza urgir en este país: primero, crear un movimiento ciudadano para descabalgar a ‘zapatitos’, un figurín de risa fácil que está llevando a este país a un lío morrocotudo, y, segundo, comenzar el lento desmantelamiento del Estado de las Autonomías, que está llevando a este país a una situación insostenible de convivencia interna y de un ridículo internacional sin parangón en la historia moderna!!.
Yo disiento con Teresa, aunque pueda parecer una contradicción. Puede que sea un nominalismo. Yo no creo a que el derecho de autodererminación sea el caso de catalanes, vascos o murcianos venido el caso. Eso es para la descolonización. El caso de Chequia y Eslovaquia sí es a lo que me refiero: libre elección de destino. Pero insisto en que la fórmula canadiense es un inmenso desconocido repleto de sentido común: una verdadera vacuna para los sinsentidos y un soplo de libertad democrática. Hace bastante difícil que la decisión de secesión sea un asunto tribal y lo convierte en ciudadano.
Estoy de acuerdo con Karl Hayeck. Creo en el derecho de la Autodeterminación de los pueblos. No se puede estar a favor de la autodeterminación cuando se trata de Palestina o de Puerto Rico y negarle este mismo derecho a los catalanes o a los vascos. No hay que tener miedo a un referendum, y mucho menos habría que enviar el ejército contra estas autonomías si democráticamente decidieran secesionarse (hace unos años oí decir que el ejército era el garante de la unidad de España).
Otra cosa es que yo piense que tanto catalanes como vascos saldrían perdiendo muchísimo.
No hace muchos años Checoslovaquia hizo un referendum y pacíficamente se dividió en 2 países Chequia y Eslovaquia.
¡Y ojo que no estoy defendiendo las posturas separatistas de Carod! simplemente digo que llegado el caso no habría que rasgarse las vestiduras.
Adicionalmente: de nuevo, y con permiso de Luis (puedes editar el comentario aunque vaya contra tu natura si piensas que no es apropiado incluir enlaces a otras páginas), me voy a autoreferenciar con mi alter ego porque creo que tiene que ver con lo que hablamos:
http://nochesconfusas.blogspot.com/2005/12/la-nacin-las-espaas-y-el-realismo-ese.html
Por cierto, los Ocho Puntos de Teresa son ejemplares.
¿Era tan importante mi identidad? Mis ideas son las mismas. Acepto, como sabes, cualquier duelo 😉
Por lo que se refiere al fundamentalismo democrático, no creo en modo alguno que regular el derecho de secesión lo sea. Nada menos que Canadá lo ha regulado por ley y todo les va mejor. Es una ley, en mi opinión, ejemplar. Recomiendo la lectura de La ley de Claridad y los fundamentos del Tribunal Supremo de Canadá porque precisamente revientan el nacionalismo. Preguntémonos por qué ni Maragall ni Carod lo emplean, que yo sepa, como argumento. A Imaz le he escuchado cosas cercanas, pero desde luego no he visto a Eguibar ni a Otegi reclamando una solución tan limpia.
Creo que merece una reflexión atenta libre de prejuicios. Yo parto de la base que no se puede obligar a ser español al que no quiere. Si son muchos, tenemos un problema. Un problema democrático.
P.D.: Y sería una gran baza para Rajoy, si tuviera valor.
AMDG, amigo, aqui estaré esperando. Un estado, en tanto que mínimo y liberal, debe preveer la secesión de partes del mismo. De lo contrario será un estado, mejor o peor, más grande o más pequeño, pero nunca liberal. Puede tratarse el mío de unplanteamineto utópico, pero de ningún modo “contranada” 🙂
Luis y Hayek, me permito acusaros de fundamentalismo democrático. Que la Constitución de una nación soberana recoga el derecho a la secesión de una parte es un contradiós. Es como un código penal que autorice a delinquir.
Tengo pendiente tratar el tema, se lo prometí a copypaste. Estoy afilando la péndola (y la daga florentina), id buscando padrinos 🙂
Por cierto, por fin queda confirmada la identidad de K. Hayek. Cuanta mala leche nos podíamos haber ahorrado…
Vamos a ver si nos lo tomamos con un poco de calma o un poco de seny, como dicen en Cataluña.
1. He vivido muchos años en Cataluña y Mallorca, soy castellano-parlante y jamás me he sentido discriminada en ninguna de las 2 comunidades. Si bien es verdad que me he esforzado por conocer la lengua autóctona (lo mínimo que hay que hacer si se vive en una comunidad con una lengua propia es intentar tener conocimientos de la misma aunque sólo sea por respeto a la comunidad que te ofrece un trabajo que te permite prosperar).
Mi ejemplo de sociedad tolerante en este sentido es Suiza, pero al mismo tiempo tienen claro que si has nacido en Zurich y quieres desempeñar un cargo público en Ginebra debes conocer el francés (y nadie les llama fascistas por esta exigencia).
2.Los niños tienen derecho a conocer las 2 lenguas, sea cual sea su lengua materna. Así de adultos los niños de padres foráneos no se verán discriminados para ocupar ningún cargo.
3. La imposición de una lengua en detrimento de la otra es una actitud fascista. (Lo fué cuando Franco prohibió hablar catalán y estudiarlo en las escuelas, y lo es también cuando Esquerra Republicana quiere desterrar el castellano de Cataluña)
Pero todo el mundo puede estar tranquilo, que el castellano no va a desaparecer en Cataluña, Baleares,…
Lo que es alarmante es lo mal que escriben en español los jóvenes procedentes de estas comunidades, y los padres deberían exigir en las escuelas que ADEMAS de enseñarles a sus hijos la lengua autóctona, les enseñasen también la lengua oficial de todo el estado español (por las mismas razones que he dicho antes de no verse marginados si en el futúro deciden trabajar en otra comunidad).
4. Crear una policía lingüística es fascismo puro. Cada cual es libre de usar la lengua que le venga en gana. Sólo se debe exigir el conocimiento de las 2 lenguas a los funcionarios públicos, los demás, aunque estén atendiendo al público en un comercio, deben ser libres de usar y rotular en la lengua que prefieran.
5. Dejar de comprar productos catalanes es un derecho de los consumidores. Aunque promover el boicot es fomentar la intolerancia, la cual es bastante incompatible con la democracia y el respeto a todos los “diferentes”.
6. Cataluña debería de dejar de recrearse en su pasado y vivir el presente, el cual está inexorablemente unido a España (los pueblos que se recrean demasiado en su pasado es para tapar la evidencia de que en el presente están en decadencia).
7. La Constitución no es inamovible. Fué creada bajo el temor de un posible golpe de estado militar y estaba sobreentendido que antes o después se habría de reformar, cuando la democracia fuera ya incuestionable. Lo que sí es cuestionable es si ese momento es ahora, y todo parece indicar que aún no, pués todavía hay gente que se sienten pertenecientes a uno u otro bando de los que lucharon en la guerra civil, y así no hay manera de dialogar con calma.
Cuando se haya de reformar la Constitución tendrá que ser con el consenso de los 2 partidos mayoritarios en España junto con los partidos mayoritarios en las autonomías con aspiraciones nacionalistas.
8.La monarquía actual es una “monarquía de transición” cuyo papel es promover las condiciones necesarias para que en España la democracia se afiance pacíficamente.
Una vez que se haya conseguido esto, lo lógico será una evolución hacia la república (vía una nueva reforma pacífica de la Constitución).
Perdón por este comentario tan largo, pero sentía que todo esto lo tenía que decir después de leer tantos comentarios intransigentes que se publican estos días en la blogosfera.
Narpo, es muy fácil: si dejo de adquirir un producto A basándome en criterios sólo válidos para mí (esto creo que no admite discusión, lo de la subjetividad), yo soy de los tontos que pensará cómo afecta mi decisión sobre la capacidad de elección libre (o menos libre) del proveedor de corchos extremeño y sus empleados, que se han quedado en la ruina, por ejemplo, y ya no podrán elegir entre cava o espumoso del bierzo en las próximas Navidades.
Más claro ahora?
pues lo del boicot lo tengo muy clarito, es una decisión voluntaria y libre, entra dentro de la libertad de cada uno a hacer lo q estime más oportuno, y ningún liberal podrá oponerse. Somos libres de decidir qué productos nos satisfacen más.
En las decisiones del consumidor hay más cosas q precios, más q cantidades y calidades. Y si comprar las alternativas, aun siendo de contrastada peor calidad (en el caso del cava no es precisamente esta cuestión por cierto) nos hace más felices, por las razones q sean (q ese es otro tema) pues oye, q se pongan las pilas los empresarios para cambiar lo q tengan q cambiar si quieren aumentar, o al menos no disminuir su negocio, esto es libre oferta y demanda.
Yo pienso q cada uno q haga lo q le de la gana, creo q el caso concreto q tratamos puede ser contraproducente, no para poner firmes a los empresarios, q para eso estoy segurísimo q es el mejor arma, si no para una convivencia a largo plazo no es el mejor sistema. Victimismo, justos por pecadores, venganzas, etc., etc. Por eso estoy en contra del boicot, pero desde luego los q lo hagan me merecen todo el respeto.
Aquí no se está perjudicando la libertad de otros, se está penalizando con un descenso de consumo un producto que no nos gusta, al precio q está… Si estuviera a mitad de precio ya veríamos si disminuiría el consumo….
El derecho fundamental a la educación significa que el poder no tiene potestad para impedir que te eduques, no otra cosa. Lo de la gratuidad es, obviamente, una milonga socialista, como muy bien explica Jorge Valín. El puesto escolar en la educación pública cuesta más del doble que el de la privada, y es peor. Y eso que, dado que la gente ha sido previamente atracada a base de impuestos, y debido al resto de regulaciones que pesa sobre él, el mercado de la enseñanza privada no ha podido nunca funcionar debidamente, que si no …
Lo cierto es que en esto de la enseñanza como en tantas otras cosas los socialistas engañan a la gente: la atracan, le quitan su libertad y su dinero, y le dicen encima que le están haciendo un favor.
Y en lo del boicot, yo estoy de acuerdo con lo dicho por advenedizo. La satisfacción del consumidor obedece a razones totalmente subjetivas, que no tienen por qué ser exclusivamente el precio o la calidad. Yo, por ejemplo, ya puede vender Polanco el mejor producto al mejor precio, que no pienso comprárselo. Mis criterios, lo que me satisface o no, es algo que decido yo y sólo yo.
Además, no te creas: esto va a ser temporal. En cuanto vea que la gente en Cataluña empieza a presionar a sus políticos para que retiren el dichoso Estatut, volveré a comprar productos catalanes. Pero mientras tanto, estas navidades, o cava valenciano o manzanilla de Sanlúcar.
“Pero mi uso responsable de la libertad me impide perjudicar manifiestamente la libertad de otros (los comerciantes y empresarios catalanes son libres y están en su derecho de vender en todas partes) con mi elección.”
¿Esto por donde hay que cogerlo? Ahora resulta que no comprar algo es perjudicar la libertad del vendedor. Ver para creer.
La libertad de eleccion no se realiza por el lugar, sino por la calidad. El mejor cava de España no es catalan, sino valenciano:
“BacoPress: EL CAVA VALENCIANO ”DOMINIO DE LA VEGA” ELEGIDO COMO EL MEJOR DE ESPAÑA
Este vino espumoso elaborado por la bodega inscrita en la DO Utiel-Requena; Dominio de la Vega, ha sido elegido como el mejor vino en la sección de cavas durantes el 5º Encuentro ENOFORUM, celebrado entre el 22 y el 24 de Mayo, el “Dominio de la Vega Brut Reserva Especial” compitió con espumosos de prestigio y quedó el primero en una cata a ciegas, hecho de gran relevancia porque es la primera vez que un cava valenciano logra imponerse a los de las firmas legendarias en este sector.”
Cuando la opcion del consumidor resula objetiva, no existe boicot.
Por cierto, el cava citado esta agotado desde el mes de septiembre. ¿Sera por su calidad o por otras razones?
No creo q nadie piense q la educación sea gratuita, nada es gratuito. Es un derecho fundamental que está en la constitución y para que llegue al mayor nº posible de ciudadanos sin discriminaciones de riqueza se estipuló en su momento que, al menos, habría una educación básica de libre acceso para todos los individuos a cargo de los contribuyentes.
Luis, te pego los míos en los que hablo del derecho de secesión de Quebeq y la Ley de Claridad de Canadá. Me parece recordar que ya dejé por aquí algunos posts sobre ello (con mi extinto alter ego), pero creo que vienen al pelo: http://nochesconfusas.blogspot.com/2005/08/la-solucin-quebequesa.html
Germont, sobre el derecho de secesión poco se puede decir. Todo individuo tiene derecho a separarse del grupo al que está adscrito. Un grupo de individuos, de común acuerdo, también. Lo peliagudo viene a la hora de establecer los términos en los que se produce tal secesión (separación). Como en España tal derecho no está previsto, no existe regulación al respecto ni contrato a tener en cuenta. Dado lo cual, solo imagino una posible solución: incorporar al corpus jurídico nacional tal derecho y su correspondiente regulación.
En el caso que nos ocupa, hablando de Naciones o Paises, considero una condición fundamental la renuncia, por parte del secesionista, a todos los derechos contractuales de que hubiese gozado por el mero hecho de pertenecer a la Nación X. Los temas de derecho internacional, por ejemplo, donde los contrayentes son “A” y el Reino de España (adhesión a la Unión europea, por ejemplo)resultarán harto complejos de dirimir. Yo considero que el “derecho” a la pertenencia a la Unión Europea de los catalanes se perderia en el mismo momento en que pierden su condición de ciudadanos del Reino de España, que es la única parte contrayente en ese contrato. Como no soy abogado, esta mía es sólo una elucubración intuitiva, pero que considero de sentido común.
A ningún socio accionista de una empresa con contrato de distribución de Coca-Cola se le ocurriría plantear su derecho a gozar de tal contrato tras su secesión (separación, venta, liquidación) voluntaria de la empresa. O si?
Un post y un comentario míos los tienes, por ejemplo, aqui.
El tema del boicot no es tan complicado. Nosotros como compradores queremos utilizar nuestros recursos de la forma que nos produzcan mayor satisfaccion. A algunos comprar productos no catalanes les produce mayor satisfaccion que comprar productos catalanes. No se agrede a nadie, simplemente satisfaces tus necesidades de la forma mas placentera para ti. Es perfectamente legitimo.
El derecho de secesión, dices… ¿Me puedes remitir a tus artículos donde opinas sobre esto y sobre las condiciones que consideras mínimas? Me gustaría conocer tu opinión antes de dar la mía.
Gracias.
Estaríamos hablando de legítima defensa…pero a la conjetura le sobra el condicional.
Si Freixenet formase parte de un “gremio” que pretende coartar tu libertad, me solidarizaría contigo inmediatamente.
Y si Segura Viudas, o mejor, Freixenet, planea atentar, en connivencia con Carod, contra tu libertad de elección?
NOTA: En realidad no sé si contra tu libertad de elección, pero seguro que sí contra la mía. ¿Te solidarizas conmigo? Como diría Carod: ¿Sí o sí?
¿Cómo? ¿Que no? ¡Anticatalán! 😉