Advertencia del autor: esto es una historia real. Se ocultan los nombres de personas y localidades para proteger la vida privada de las personas. Cualquier parecido con la realidad, es plenamente cierto.
Un intrépido ejecutivo de una sufrida empresa que cotiza en la bolsa de Madrid, necesitado de trabajadores para cumplir con un contrato de instalaciones, se planta en su pueblo de origen porque cree que resuelve una necesidad. El pueblo, de más de 30.000 habitantes, tiene más del veinte por ciento en paro. Habla con el alcalde, convoca un encuentro público, se personan no más de cien personas y, finalmente, deciden presentarse tres. Posteriormente, rechazan la oferta, no están satisfechos con la retribución.
La compañía del ejecutivo intrépido ha dado orden de pedir permiso de trabajo para quinientos peruanos: esto es, ciudadanos de la República del Perú. Los habitantes del pueblo al Sur de Despeñaperros son beneficiarios del Plan de Empleo Rural o como se llame ahora.
Addenda: después decimos que Cataluña es insolidaria con su propuesta de financiación. Los de Madrid también deberían analizar si no les están tomando el pelo, su déficit fiscal es mayor que el catalán. Y los andaluces, si tiene sentido que más generaciones crezcan de este modo. El tipo que regresó a su pueblo en busca de trabajadores salió de allí en su día como uno más, por su propio mérito estudió en las mejores universidades y por su propio mérito obtuvo el puesto que le indujo regresar a su pueblo en busca de más gente deseosa de realizar su propio destino. En definitiva, puede que el nacionalismo imperante sea – es – repugnante en algunas de sus manifestaciones, pero no por ello deja de ser posible que la crítica de la realidad tenga todo el sentido. La otra lectura es para antiglobalizadores, antiglobalizantes y otros pensadores de lo absurdo: ¿esta deslocalización del trabajo es moral? ¿por qué sí son felices con la regularización de emigrantes y casi se encuentran a favor de la total apertura de fronteras y no están de acuerdo con la libertad de un inversor para abandonar un territorio improductivo?
Esta historia q cuentas puede ser un ejemplo de lo que no se debe hacer. De acuerdo, habra q poner soluciones para q esto no se pueda producir.
De ahi, a q esto puede servir para justificar la propuesta de financiacion catalana ( o esto es mio y de nadie mas, pero dame un poquito mas …).
Añadiria que los paisanos de este pueblo deberian ir todos los años de romeria a Cataluña, para agradecerles haberles abierto los ojos, y decirles a los de ERC y cia: «Padres, gracias, gracias…»
Y por supuesto los de Madrid… pq seguro q los catalanes pagaran el deficit madrileño… lo mismo aceptan como aval al Gallardon y se lo llevan!!!!
(que coste q me gusta tu blog)
El PER es muy nocivo. Mata la ambición de la gente por salir del «pozo» en el que están ¿para qué intentar emigrar si quedándose en el pueblo sin trabajar tienen suficiente para ir tirando?
Luego se quejan de la globalización.
Todo lo contrario que en La India donde bendicen la globalización y el trabajo que les proporciona. Dicen los obreros del «primer mundo» que en Asia trabajan por sueldos de miseria. Serían de miseria si esos mismos trabajadores tuvieran que vivir en Europa, pero en sus países son unos super-sueldos.
La realidad es que con la globalización los sindicatos pierden capacidad de presionar a las empresas, y por eso los partidos de izquierdas están en contra de la globalización.
Bienvenido Karl. Me han gustado tus posts de hoy y «Desde el exilio» es uno de mis blogs favoritos.
Yo cuando gano Aznar tambien creia que iban a quitar el Per.
Le cambiaron de nombre.