Que a uno le arreen una somanta de palos que lleve sus huesos directos al hospital, varios de ellos rotos y varios crujientes, no está justificado bajo ningún concepto, ni siquiera si el agredido es un despreciable facha. O eso le entiendo, al escucharle entre líneas, a Ramón Jáuregui.
Nunca nada justifica que nadie agreda a nadie
Germanico
No hay aprendizaje sin error, ni tampoco acierto sin duda. En éste, nuestro mundo, hemos dado por sentadas demasiadas cosas. Y así nos va. Las ideologías y los eslóganes fáciles, los prejuicios y jucios sumarios, los procesos kafkianos al presunto disidente de las fes de moda, los ostracismos a quién sostenga un “pero” de duda razonable a cualquier aseveración generalmente aprobada (que no indudablemente probada), convierten el mundo en el que vivimos en un santuario para la pereza cognitiva y en un infierno para todos, pero especialmente para los que tratan de comprender cabalmente que es lo que realmente está sucediendo -nos está sucediendo.
A mi lo que me aterra, Manuel, es que sea una frase muy reflexionada….
Es una frase desafortunada y seguramente no reflexionada: «nunca nada justifica que nadie agreda a nadie, y menos a un cargo público»
Efectivamente da a entender que «aún encontrando motivos»… él no justifica la agresión. Si la extrapolamos a algo análogo pero más evidente, el Sr. Jauregui, tras la violación y asesinato de una niña a manos de un pederasta, podría habernos espetado: «la violación y asesinato de una menor no está justificada; la vista su madre como la vista»
Tampoco entiendo lo de «… menos, a un cargo público…» Es decir, que si el agredido no ostenta responsabilidad pública, de algún modo, sí está más justificado que te den una paliza… Si a un cago público menos, aun ciudadano de a pie, más.
¡¡Joder, qué peña nos gobierna!!
Ijon Tichy: gracias por la aclaración.
EOF, creo que ha habido una confusión, propìciada ciertamente por la ambigüedad del comentario #12.
Estoy prácticamente seguro de que es (*) el que se está denominando a sí mismo «troll derechista y católico», para remarcar el comentario que hace al artículo que tú nos enlazas.
A (*): te aclaro que me considero liberal, y como en este país es derecha todo lo que no es izquierda, sí, soy «derechista». Y no soy católico, lo que no impide que de vez en cuando defienda a la Iglesia Católica.
Me da la sensación que estamos un poco perdidos todos con tanto movimiento extraño. A mí la sensación que me da cada vez más es que lo de los controladores fue un ensayo de «a ver hasta dónde tragan estos». Y aquí está: nos lo tragamos enteros. Así que ahí vamos…
Siguiente paso: militarización de los medios de comunicación… O algo similar.
(*): Lo que dices en tu último post yo lo matizaría, ya que, mientras que en España sí que ambos partidos mayoritarios son socialistas y sí que nos aplica, en los USA están a ver si consiguen mantener las cosas que sigan funcionando con la sociedad civil separada e independiente del poder estatal…
El artículo de EOF, como troll derechista y católico de DE, no me sorprende. Hace tiempo que era obvio que el problema en España no iba a ser la separación iglesia estado, sino la separación estado iglesia , estado sociedad, estado persona, por un lado, y el retroceso del estado en muchas zonas de predominio inmigrante.
Germánico:
Eso, por descontado, por eso he puesto entre comillas lo de «extrema derecha», clase enormemente generosa donde, ex-eventu, cabe absolutamente todo el mundo, y que es la sustituta de aquella con tanto encanto de «enemigo del pueblo» o «contra revolucionario», en dónde cayeron, fíjate tú, – y acabaron en Siberia o ante el paredón – prácticamente toda la cúpula del Partido contemporánea a Koba el Temible, vulgo Stalin.
Desde el apagón analógico, la izquierda está buscando cómo silenciar a los dos o tres canales de televisión que le plantan cara: la diversidad les molesta.
En la misma línea de entrometerse en lo que hacemos, decimos o pensamos, véase el artículo de Victoria Llopis sobre la Ley de Discriminación.
Todo eso teniendo presente, claro, que dichos jóvenes de «extrema derecha» serían probablemente menos representativos de la derecha que los que han propinado la paliza al político del PP lo son de la izquierda.
Un ejercicio tontorrón de política ficción: Si un par de jóvenes de «extrema derecha» le hubieran arreado a uno del PSOE, a Jaúregui, por ejemplo, es absolutamente imposible que nadie hubiera salido a aclarar que arrear cachiporrazos no está nada bien.(Cuando se aclaran obviedades de ese calibre es para dar curso a otras justificaciones, tipo»bueno, está mal, que conste, pero es que van por la vida provocando, y claro, pasa lo que pasa…etc.)
La histeria general y el ambiente de Ley de Lynch serían bastante más probables que lo anterior
Nos uncen el bozal o nos dan con el palo en nombre del respeto de todos para con todos.
Jáuregui también ha salido a la palestra para anunciar, y de paso justificar y defender, la creación de una especie de CAC nacional, dependiente del Gobierno de España, con capacidad de sanción al margen del poder judicial. Con esto, y el proyecto de ley orwelliana de Pajín, y la banda de la porra sindical sembrando el miedo en las calles, la cosa se pone interesante.
Con razón dicen los chinos, a modo de amenaza gitana: «Ojalá te toque vivir tiempos interesantes».
Con respecto al consejero agredido, lo curioso del caso es que desde su cargo ha amparado y subvencionado la Kultura de izquierdas al modo gallardonita, esperando tal vez que le perdonen la vida. Me recuerda un poco a Timothy Treadwell, aquel pobre infeliz que se fue a vivir con los osos grizzly de Alaska creyendo que eran sus amigos, y que al cabo de algunos años acabó en el estómago de uno de ellos.
Ya está. Pocos días después de que aparezca la consigna, sorpresa, sorpresita.
http://www.libertaddigital.com/sociedad/jauregui-anuncia-la-creacion-un-organo-censor-para-contenidos-televisivos-1276412068/
Lo dicho, la culpa es de la derecha. A ver si nos comportamos.
La frase de Jáuregui implícitamente justifica la agresión, aunque su contenido manifiesto niegue cualquier justificación.
Primero le arrean una paliza a un tipo, y luego aprovechan la misma para sugerir, sutilmente, que tanto él como todos los que, como él, son de derechas, merecen en cierto modo dicha paliza….
Lo decisivo en las logomaquias con ultras izquierdistas es no permitir que te culpabilicen, primero porque ellos suelen limpiarse su rojo trasero con los valores que esgrimen y segundo porque tal cosa conduciría a la inhibición y la inacción. Sólo los inocentes se baten. Y para no hacer nada, nos vamos a casa (o a Noruega o a Brasil…)
Cito, a cuento de lo que contais, lo que acabo de leerle a Don Carlos Rodríguez Braun:
Pues eso.
Yo lo mejoraria diciendo que los politicos, a la hora de tomarnos el pelo, son muy profesionales, que no os engañen aunque os guste lo que os digan, estan entrenados para eso.
Éste es tonto. Lo que pasa es que como no todo el mundo tiene coraje para protagonizar la política en el País Vasco, sus compañaros de partido lo toleran e incluso fingen agradecerle lo que hace. Y lo utilizan como cobertura para sus actividades menos dignas.
Lo que unos, tontos, y otros, menos tontos, tienen en común es la convicción de que la derecha no tiene legitimidad para gobernar en España, ni siquiera con el 60-70% de los votos como proyecta en Murcia.