El diputado alemán Frank Schäffler predice la desintegración de la eurozona en los próximos años o bien la aparición de una nueva moneda (más ajustada al oro) alternativa en Europa.
Durante la charla que ofreció ayer en el marco del «Congreso de la Escuela Austríaca de Econmía Nacional» en Viena, el diputado liberal se mostró pesimista sobre el futuro del euro y la eurozona. La decisión el pasado mayo de adoptar un paquete de medidas de ayuda a la maltrecha economía griega no sólo supuso un acto de fraude de ley, también el primer paso en la pérdida de confianza que los mercados muestran hacia varios de los paises de la eurozona, contó Schäffler.
Para el futuro, Schäffler vaticina o bien la salida de los paises del «cinturón de aceitunas» del Euro, o una secesión de los países de economías más fuertes. «Alemania no será quien de el primer paso, por razones históricas, tal vez sean Holanda, Austria o Finlandia los primeros en tomar la iniciativa», comentó Schäffler.
Un tercer escenario podría ser «la vuelta orgánica a un nuevo sistema de moneda, más seguro desde el punto de vista de mercado y paralelo al estatal». Schäffler se refiere aquí a los ya existentes intentos de los particulares por asegurar su propiedad financiera invirtiendo en metales o similares. Exigir una repentina correlación dinero-oro no es posible, según el diputado, pues la medida sería extremadamente deflaccionaria.
«Los políticos deben permitir la coexistencia de varios sistemas monetarios y facilitar así que el mejor sea el que sobreviva», concluyó Frank Schäffler al final de su intervención.
Burrhus, la ley de Gresham a la que te refieres se aplica sólo si se obliga a aceptar la moneda mala como si tuviese el valor de la buena (o, mejor, más valor que el que tiene realmente).
Que no digo que no pasara; pero es eso lo que tendría que pasar, no sólo que la otra moneda fuese más sólida.
No lo acabo de verlo. Cuando tienes dos monedas en circulación, la moneda débil vence siempre a la fuerte. La gente tiende a atesorar esa moneda.