El fenómeno -por llamarlo de alguna manera- del «Cambio Climático» apenas si es un síntoma del verdadero problema de fondo que amenaza nuestra existencia en los próximos decenios. Mucho más significativa y preocupante que la alteración natural del clima es la erosión de la democracia mediante políticas dirigidas e implementadas por burócratas profesionales – no elegidos en las urnas- y alimentadas por los intereses de determinados grupos de presión cuyo uso del lobbismo deja en pañales las prácticas de los lobbys industriales tradicionales.
No puedo reconocerme como un conspiranoico, no lo soy, pero el uso cicateramente distorsionado de datos científicos en apoyo de las políticas nacidas del misterioso «Cambio Climático» me deja pensar que tal vez haya más en este asunto que lo que nuestros ojos nos permiten ver. Recapacitemos: si se hubiese firmado el Tratado de Copenhage se hubiese creado un cuerpo político global formado por burócratas no electos con el único fin de desarrollar un marco político, también global, incontrolable e ignorante de la legislación propia de todos los países del mundo. Es más, éstas hubieran debido ser adaptadas al engendro que aquellos propusiesen. Estaríamos hablando del fin de la democracia tal y como la conocemos.
Si es necesario un gobierno mundial, permítannos a los gobernados, decidir quiénes acceden a los puestos de responsabilidad y con qué programa lo hacen. No parece que esa sea la intención a día de hoy, cuando se intenta hacer uso de mañas y engaños para imponer una burocracia global incontrolable y no elegible por el común de los mortales: nosotros.
La desdemocratización de la Unión Europea, donde los burócratas deciden y adoptan normas y leyes a espaldas de los ciudadanos, donde las leyes nacionales ya no protegen a los ciudadanos de un país de los errores burocráticos cometidos en Bruselas, es un buen ejemplo de cómo poco a poco se nos han ido yendo de las manos casi todos los mecanismos de control democrático de que disponíamos. Seamos serios: hemos permitido que nos los roben. Cuántos de ustedes apoyarían la retirada de España de la UE? cuántos abogarían por una solución federalista de verdad (con cargos elegibles, por supuesto y un parlamento federal de verdad)? Y por qué no lo han dicho? Votaron en el pasado referéndum? Votaron en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo? A quién?
De momento nos enfrentamos a mayores impuestos, imposición del uso de ciertas formas de energía y encarecimiento de la misma en base un falso supuesto: el planeta se calienta porque nosotros emitimos demasiado CO2. El daño causado en las economías occidentales empieza a ser irreparable. Ya no les hablo de la pérdida de poder adquisitivo de sus sueldos, o de cómo estos cada vez son más insuficientes para pagar la locura de unos cuantos.
Es posible cambiar el rumbo de las cosas? Sí. Se necesita más y mejor infomación (ya se, TVE y el resto de los medios mantenidos por el gobierno -casi todos- no serán las fuentes de esa información), se necesita que cada uno de nosotros nos involucremos más en la educación de nuestros hijos (cuyos cerebros están siendo programados en las escuelas sin nada ni nadie que les informe de otros aspectos de la ciencia climática, imposibilitando así que puedan algún día formar su propio criterio … tendrán el criterio de su profesor-burócrata-testaferrodelestado), exigiendo a los partidos políticos en los que estamos involucrados, o a los que somos afines, que abandonen cualquier idea programática que dinamite la esencia democrática del juego del poder.
Estamos dejando que se conviertan en directores de nuestras vidas y nuestras ideas; estamos renunciando al control democrático de las decisiones que dictarán cómo viviremos mañana.
Y a cuento de qué les escribo yo todo esto? a cuento de que en el programa de la última reunión del Grupo Bilderberg no se citaba a sus prominentes miembros para discutir el «Global Warming», sino el «Global Cooling» … y me temo que en ese grupo un error tipográfico es una mala disculpa.
Los cerebros de esos hijos no están siendo programados por la escuela, sino por la televisión, la publicidad y los videojuegos. En poco menos de un siglo, el poder de la Iglesia católica ha pasado a los medios de comunicación. Ese es el opio del pueblo que a mí me preocupa. En países civilizados, Internet está dejando de lado a los media, pero en la primitiva España la televisión todavía tiene derecho de pernada.
Por cierto, muy buena la imagen del Che Guevara que has insertado en el blog.
El problema no es que sea el cambio climático sino de un grupo de calentólogos que mienten al resto de la gente a cambio de llenarse sus bolsillos. ¡Vaya! hasta yo haría lo mismo.
Juer, esto se lee estupendo. Ya no tengo que moverme las gafas ni agrandar con la ruletilla. Fenómeno.
Vaya, justamente acabo de protestar en el colegio (y negarme a) de que a mis niños les enseñen mala ciencia, o ciencia falsa (y otras cosas).
Me miran con cara rara padres y profesores Soy, por el momento, el único. Sé que hay más, bastantes, pero callan. Una pena.
Saludos. E.
Esporádico, imprime esto y la guía que enlazo en ese artículo. Tal vez consigas que algún padre más se anime a poner las cosas en su sitio.
Er… Algo no ha funcionado muy bien al enviar mi comentario.
Enhorabuena por el cambio de look. Resulta mucho más profesional.
En cuanto al tema del artículo, no puedo evitar pensar en las similitudes con las diferentes formas de fascismo cada vez que escucho que tal o cual grupo promueve un acción en aras del futuro del planeta. Al final en todos los casos se trata de grabar en la mente de las masas sus consignas, que tienen el mismo trasfondo: ellos tienen razón y por eso tienen que tener el poder de hacer lo que les parezca mejor. Nada de democracia (¿para que? ¡si tienen razón!) o de injerencias que puedan molestar su cruzada en pos de un futuro mejor.
Entiendo que nuestro planeta necesita controlar sus residuos. Como muy bien se ha dicho ya en algún comentario anterior, nos interesa simplemente por salubridad. Lo que no es aceptable bajo ningún concepto es la forma en que se pretende realizar.
Pues solucionado, ya está más grande 🙂 A esto lo llamo interactividad …
¿Cuanto tardarían en convencer al mundo del enfriamiento global los actuales defensores del incuestionable calentamiento global?
¿Más o menos que los sociatas felipistas con lo de la OTAN?
El caso es que lo harían sin despeinarse. Orwell tenía razón. Toda la razón.
Buen artículo, Luis.
Pd. Carlos tiene razón.
Esta santa casa ha ganado mucho con el cambio. No obstante, los comentarios salen muy pequeñitos. Y joer Luis, que ya vamos teniendo una edad.
Un saludo muy cordial.
Pdta.: Del artículo, en la línea de acierto del autor.
No, EOF, de debate nada.
La persona con la que mantuvimos el presunto debate repetía continuamente el miedo a otro Chernobyl y por más que le expliqué que eso era imposible en una central occidental, coeficiente de huecos y esas cosas técnicas sin importancia, ni se daba por aludido, y venga a repetir la monserga y yo a la casilla de salida.
El asunto del seguro de responsabilidad civil de las centrales nucleares, como el del cambio climático, son dogmas y punto. O los aceptas o a la hoguera.
Yo tengo la semana que viene reunión con una de las maestras de uno de mis hijos ¿La causa? El programa de la asignatura, todo un catálogo de intenciones: multiculturalismo, pacifismo, feminismo, ecologismo, islamofascismo (ya saben tolerancia excepto con el cristianismo), cambio climático (pero luego se subvenciona al carbón autóctono), relativismo moral, antiglobalización y mucho mucho anticapitalismo.
Así está el patio.
Ah en la escuela ahora no se estudia Geografía… porque para eso está Google (sic).
Un apunte personal que creo que viene a cuento. Hace nada mantuve un debate en este mismo blog sobre la energía nuclear. Uno de los argumentos que la parte contraria empleó contra la energía nuclear fue el MIEDO. Y lo explico: 1) Tenemos muchas centrales nucleares y sus correspondientes residuos; 2) el pueblo tiene MIEDO a que se produzca un accidente nuclear, o a que los residuos sean robados y, digamos, utilizados indebidamente; 3) aprovechándose del miedo del pueblo, las élites consiguen a) que el pueblo renuncie a parte de sus derechos, y b) un Ejército y una policía poderosas; y 4) en consecuencia, el régimen democrático se va al carajo.
Me llamó mucho la atención el argumento precisamente porque pensé enseguida en el asunto del Calentamiento Global. Para más inri, mi oponente me atizó luego con la famosa subida de 6 m del nivel del mar.
EOF, es que es el miedo y no la fe (o tenemos fe para sobrevestir el miedo?) el que mueve montañas y voluntades. Miedo a morir ahogados, miedo al terrorismo, miedo a la pobreza, miedo al delincuente …. antes superabas tus miedos construyendo en altozanos, con un arma bajo el camisón y trabajando; hoy pagas al estado en metálico y libertad para que te «proteja» de esas amenazas. Luego, cuando llegan, llegan, y no hay dique ante tu casa, ni policía a tu espalda, ni tajo en el que sudar. Eso sí, le roban al que trabaja para pagar un aparato burocrático que «garantice» tu seguridad ……..
Enhorabuena por el nuevo diseño de vuestro sitio en Internet.
Gracias Javier.
Catalina, ya verás cuando tengan que derribar bosques de molinillos para hacer autopistas la que se va a liar! Ah, no, que esos no estorban nunca y embellecen el paisaje…. la modernidazzzz
Caramba, vaya cambio de look! Enhorabuena y gracias por la currada, que se nota y mucho.
¿Qué más da global warming o global cooling si caza ratones?
¿Y lo bien que nos lo vamos a pasar con el IPBES y la biodiversidad?
🙂
Hola Lino! Efectivamente, los burócratas han sabido auparse al privilegio de decidir sin rendir cuentas, algo impensable en un sistema democrático. Soluciones hay muchas, voluntad de aplicarlas ninguna.
PD: no veo nada raro en el formulario. Mandame por e-mail lo que veas que no funciona. Y comprueba que el sistema de suscripciones va bien 😉 Gracias!
Se me olvidaba. Enhorabuena por lo cambios en el blog.
Todo bien, salvo que el formulario de comentarios ne se ve bien y hace algunas cosas extrañas.
saludos
Hola Luis. Buen artículo. Sabes que estoy de acuerdo con lo que comentas, pero yo añadiría a la falta de democracia en los burócratas que no son elegidos por las urnas, la ausencia de un control revocatorio de sus cargos. Control de los gobernados, claro.
En cuanto al resto, el problema es que la demagogia implícita en el mensaje de «Vamos a salvar el plantea. No contaminemos», lleva un avance imparable y parece legitimar para todo tipo de medidas políticas.
Creo que hay que ser poco contaminante, aunque solo sea por higiene. Pero relacionarlo con salvar el planeta y su apelación al sentimiento, lleva a algo más que la simple limpieza.
Saludos